Pese a las amenazas de China, los manifestantes vuelven a las calles de Hong Kong

Nacida en junio para rechazar un controvertido proyecto de ley que autorizaba las extradiciones, la movilización amplió desde entonces sus reivindicaciones para pedir por ejemplo un verdadero sufragio universal, en medio del temor a una creciente intromisión de Beijing

Infobae
Los activistas prodemocracia esperan reunir a una multitud este domingo por la noche en las calles de Hong Kong para mostrar a las autoridades la fuerza de su protesta, a pesar de las crecientes amenazas de China.


La convocatoria para la principal movilización prevista este fin de semana, tras una primera marcha el sábado, fue lanzada por el Frente Civil de Derechos Humanos, organización no violenta responsable de las concentraciones de junio y julio en las que participaron cientos de miles de personas.

"La marcha del domingo debería reunir una vez más a un millón de personas. El pueblo hongkonés no puede ser derrotado", declaró en Facebook la diputada prodemocracia Claudia Mo.

La policía aprobó esta manifestación en un gran parque de la excolonia británica, pero prohibió a los manifestantes desfilar por la calles de la ciudad. Este tipo de prohibición ha sido ignorada casi sistemáticamente por los manifestantes estas últimas semanas, lo que ha dado lugar a enfrentamientos con las fuerzas del orden.

Las autoridades justifican su decisión en los actos de violencia cada vez más recurrentes, por ejemplo contra las comisarías. El movimiento de protesta no cede, a pesar de la detención de más de 700 personas en más de dos meses de manifestaciones.

Nacida en junio para rechazar un controvertido proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia China, la movilización amplió desde entonces sus reivindicaciones para pedir por ejemplo un verdadero sufragio universal, en medio del temor a una creciente intromisión de China.

Se trata de la peor crisis política en la excolonia británica desde su retrocesión a China en 1997. Beijing elevó el tono calificando las acciones más violentas de los manifestantes de "casi terroristas".

Reprimir la voz del pueblo

Las manifestaciones del sábado comenzaron con una marcha de miles de profesores bajo una lluvia torrencial para apoyar el movimiento prodemocracia, en gran parte impulsado por jóvenes militantes.

Por la tarde, una multitud más grande se dio cita para marchar a Hung Hom y To Kwa Wan, dos barrios portuarios populares frecuentados por turistas chinos del continente.

Algunos manifestantes se dirigieron a las oficinas de la Federación de Sindicatos, una organización pro-Beijing. Allí pintaron grafitis en la fachada del edificio y lo bombardearon con huevos.

"El gobierno aún no respondió a una sola reivindicación e intensificó la presión policial para reprimir la voz del pueblo", declaró a la AFP un manifestante de 25 años que dijo llamarse Mars. "Si no salimos a la calle, nuestro futuro, nuestra próxima generación se enfrentarán a más represión", agregó.

Los activistas prodemocracia puros y duros desafiaron a la policía en el barrio de Mong Kok en los Nuevos Territorios (norte), donde varios enfrentamientos tuvieron lugar en las últimas semanas.

Bloquearon rutas y apuntaron sus rayos láser contra la policía antidisturbios que cargó contra ellos, dispersando a los manifestantes.

Al caer la noche, la mayoría de los activistas, clamando que reservaban su energía para la gran marcha del domingo, se retiraron.

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