Italia decide el futuro del gobierno de Giuseppe Conte tras la moción de censura impulsada por Matteo Salvini
El Senado reunido pondrá este lunes la fecha para el debate y posterior votación. El líder de la Liga y gestor de la medida espera forzar la caída del actual primer ministro y ser elegido en su lugar en octubre
Infobae
Los senadores italianos debían decidir este lunes sobre el futuro del gobierno del primer ministro Giuseppe Conte, en agonía desde que el jefe de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, presentara el jueves una moción de censura y pidiera elecciones inmediatas.
Los grupos parlamentarios de la Cámara Alta se reunirán esta tarde (a partir de las 14:00 GMT) para decidir si aceptan la moción y poner fecha al debate y posterior votación; el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), el ex aliado con el que Salvini ha roto abruptamente, se reunirá antes.
Según el sistema parlamentario italiano, es el Senado el que debe lanzar la moción de censura contra Conte, quien hace sólo 14 meses obtuvo la confianza del Parlamento para la formación de un heterogéneo gobierno compuesto por miembros de la Liga y el M5E.
Matteo Salvini, actual ministro del Interior y candidato a suceder a Conte, también ha convocado a sus diputados en Roma. Su objetivo es hacer caer al gobierno como tarde el 20 de agosto y que se celebren elecciones a finales de octubre, para así capitalizar su popularidad en los sondeos, que actualmente le dan un 36-38 % en intención de voto.
En una entrevista el lunes concedida al periódico Giornale, Salvini anunciaba que verá "en las próximas horas a [Silvio] Berlusconi y [la jefa del partido de ultraderecha Hermanos de Italia] Giorgia Melone" para "proponerles un pacto" electoral. Una alianza con esas dos formaciones (6-8% de votos) le daría una mayoría sólida.
El "capitán" (apodo que le han dado sus fans) continuó este fin de semana su mediática "gira playera" a la conquista del electorado del sur, hasta ahora partidario del M5E.
Baño de masas y selfis a mansalva, pausa para el almuerzo a torso desnudo o mostrando sus habilidades como DJ, el líder de los soberanistas italianos se ha construido con éxito la imagen de tipo un poco macho, pero llano, del pueblo.
El lombardo, no obstante, ha sido contestado en Basilicata y Sicilia, donde algunos le han recordado sus viejas diatribas contra el "Sur subvencionado".
"Un peligro para el país"
¿Por qué elecciones ahora? Para detener las "disputas" con el M5E sobre las grandes obras de infraestructuras o la bajada de impuestos, y también para instalar por fin "un gobierno estable durante cinco años", insiste Salvini.
En Roma, tras el choque inicial, el bando opuesto a las elecciones inmediatas ha empezado a movilizarse.
El antiguo aliado gubernamental y líder del M5E, Luigi di Maio, llamó al parlamento a aprobar, antes de cualquier vuelta a las urnas, la drástica reducción prevista del número de parlamentarios, 345 menos de los 950 escaños actuales. El humorista Beppe Grillo, mentor y fundador del M5E propuso un "frente republicano" para impedir que "los bárbaros", lleguen al poder.
Por su parte, el ex jefe del gobierno de centro-izquierda Enrico Letta (abril 2013-febrero 2014) dijo a la AFP que estaba "muy preocupado" por el ascenso de Salvini, quien podría hacerse con "la mayoría absoluta" en el parlamento si no le detienen. "Sería un gran peligro para el país" que "Salvini y sus ideas soberanistas nos llevaran fuera de Europa", aseguró.
Su sucesor Matteo Renzi (primer ministro entre febrero 2014 y diciembre 2016), que actualmente sigue siendo un peso pesado dentro del Partido Demócrata (PD), ha hecho "una propuesta concreta" para evitar "entregar a la extrema derecha el futuro de nuestros hijos".
Renzi ha sugerido que todos los diputados, incluida la Liga, apoyen un "gobierno institucional" encargado de reducir inmediatamente el Parlamento y adoptar el presupuesto de 2020 para evitar una subida automática del IVA el año próximo que penalizaría a las familias italianas.
Renzi imagina un gobierno tipo "Conte 2", compuesto por el M5E –que tiene mayoría relativa en ambas cámaras– apoyado desde el exterior por otros partidos, incluido el PD.
Herido en su amor propio, Salvini ha clamado "chanchullos" e "intrigas palaciegas". "Me acusan de dictador, pero un dictador no pide elecciones", afirmó desde Sicilia.
Infobae
Los senadores italianos debían decidir este lunes sobre el futuro del gobierno del primer ministro Giuseppe Conte, en agonía desde que el jefe de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, presentara el jueves una moción de censura y pidiera elecciones inmediatas.
Los grupos parlamentarios de la Cámara Alta se reunirán esta tarde (a partir de las 14:00 GMT) para decidir si aceptan la moción y poner fecha al debate y posterior votación; el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), el ex aliado con el que Salvini ha roto abruptamente, se reunirá antes.
Según el sistema parlamentario italiano, es el Senado el que debe lanzar la moción de censura contra Conte, quien hace sólo 14 meses obtuvo la confianza del Parlamento para la formación de un heterogéneo gobierno compuesto por miembros de la Liga y el M5E.
Matteo Salvini, actual ministro del Interior y candidato a suceder a Conte, también ha convocado a sus diputados en Roma. Su objetivo es hacer caer al gobierno como tarde el 20 de agosto y que se celebren elecciones a finales de octubre, para así capitalizar su popularidad en los sondeos, que actualmente le dan un 36-38 % en intención de voto.
En una entrevista el lunes concedida al periódico Giornale, Salvini anunciaba que verá "en las próximas horas a [Silvio] Berlusconi y [la jefa del partido de ultraderecha Hermanos de Italia] Giorgia Melone" para "proponerles un pacto" electoral. Una alianza con esas dos formaciones (6-8% de votos) le daría una mayoría sólida.
El "capitán" (apodo que le han dado sus fans) continuó este fin de semana su mediática "gira playera" a la conquista del electorado del sur, hasta ahora partidario del M5E.
Baño de masas y selfis a mansalva, pausa para el almuerzo a torso desnudo o mostrando sus habilidades como DJ, el líder de los soberanistas italianos se ha construido con éxito la imagen de tipo un poco macho, pero llano, del pueblo.
El lombardo, no obstante, ha sido contestado en Basilicata y Sicilia, donde algunos le han recordado sus viejas diatribas contra el "Sur subvencionado".
"Un peligro para el país"
¿Por qué elecciones ahora? Para detener las "disputas" con el M5E sobre las grandes obras de infraestructuras o la bajada de impuestos, y también para instalar por fin "un gobierno estable durante cinco años", insiste Salvini.
En Roma, tras el choque inicial, el bando opuesto a las elecciones inmediatas ha empezado a movilizarse.
El antiguo aliado gubernamental y líder del M5E, Luigi di Maio, llamó al parlamento a aprobar, antes de cualquier vuelta a las urnas, la drástica reducción prevista del número de parlamentarios, 345 menos de los 950 escaños actuales. El humorista Beppe Grillo, mentor y fundador del M5E propuso un "frente republicano" para impedir que "los bárbaros", lleguen al poder.
Por su parte, el ex jefe del gobierno de centro-izquierda Enrico Letta (abril 2013-febrero 2014) dijo a la AFP que estaba "muy preocupado" por el ascenso de Salvini, quien podría hacerse con "la mayoría absoluta" en el parlamento si no le detienen. "Sería un gran peligro para el país" que "Salvini y sus ideas soberanistas nos llevaran fuera de Europa", aseguró.
Su sucesor Matteo Renzi (primer ministro entre febrero 2014 y diciembre 2016), que actualmente sigue siendo un peso pesado dentro del Partido Demócrata (PD), ha hecho "una propuesta concreta" para evitar "entregar a la extrema derecha el futuro de nuestros hijos".
Renzi ha sugerido que todos los diputados, incluida la Liga, apoyen un "gobierno institucional" encargado de reducir inmediatamente el Parlamento y adoptar el presupuesto de 2020 para evitar una subida automática del IVA el año próximo que penalizaría a las familias italianas.
Renzi imagina un gobierno tipo "Conte 2", compuesto por el M5E –que tiene mayoría relativa en ambas cámaras– apoyado desde el exterior por otros partidos, incluido el PD.
Herido en su amor propio, Salvini ha clamado "chanchullos" e "intrigas palaciegas". "Me acusan de dictador, pero un dictador no pide elecciones", afirmó desde Sicilia.