Infancias violentas y fácil acceso a armas: los elementos comunes en los autores de las masacres en EEUU

Especialistas analizaron a todos los criminales que realizaron tiroteos masivos desde 1966 y encontraron características similares entre ellos

Infobae
En los tiroteos masivos en Estados Unidos ocurridos en la última semana en California, Ohio, Chicago y Texas, 34 personas perdieron la vida. Estas tragedias conmocionaron al mundo entero, pero el problema de este tipo de crímenes es mucho más grande que lo visto recientemente.


Según la asociación Gun Violence Archive, este año en el mismo país han habido por lo menos 249 balaceras en las que un individuo ha disparado a más de cuatro personas. Según la organización, en 2018 hubieron 340, un año antes registraron 346, durante el 2016 existieron 382, en 2015 fueron 335 y en 2014 se llevaron a cabo 269.

El número de tiroteos le ha parecido alarmante a los expertos, por lo que han elaborado análisis sobre las causas detonadoras de los ataques. Jillian Peterson, psicologa y profesora de criminología en la Universidad Hamline, en compañía de James Densley, sociólogo y profesor de justicia criminal en la Universidad Estatal Metropolitana, revisaron las características de los tiradores de atentados masivos desde 1966 y encontraron factores similares en la historia de vida de todos. Sus resultados fueron escritos en el LA Times.

"Aunque no hemos encontrado que los tiradores en masa sean todos iguales, nuestros datos revelan cuatro puntos en común entre los autores de casi todos los disparos en masa que estudiamos.", advirtieron los expertos.

El primero de ellos es que la mayoría de los atacantes vivieron una infancia traumática con exposición a la violencia; "Incluyó suicidio parental, abuso físico o sexual, negligencia, violencia doméstica y / o acoso severo", indicaron los expertos.

Estos impactos a temprana edad fueron detonantes de problemas de salud mental que se pudieron haber manifestado en años posteriores. Algunos son depresión, ansiedad o pensamientos suicidas.

El segundo factor que han tenido en común los tiradores es que días o momentos antes del ataque tuvieron momentos de crisis identificables. En su vida se pudieron haber presentado situaciones que los molestaron; por ejemplo, en el caso de los criminales que han disparado en sus centros de trabajo, algún cambio en su estado laboral ha sido con frecuencia un desencadenante.

Otras de las situaciones registradas que han provocado la furia en los atacantes ha sido término o complicación de una relación.

Después de estos episodios las personas manifestaron cambios y externaron comportamientos agresivos, suicidas o amenazantes que pudieron ser identificados, en algunas ocasiones.

El tercer elemento similar entre los tiradores, es que han encontrado un discurso o actos de validación que respaldan sus actitudes violentas. "El miedo social y la fascinación por los tiroteos masivos en parte impulsan la motivación para cometerlos. Por lo tanto, como hemos visto en la última semana los tiroteos masivos tienen a venir en grupo. Son socialmente contagiosos", dijeron los expertos.

Los atacantes suelen estudiar a otros perpetradores de balaceras, leen noticias al respecto, investigan en redes sociales y sienten atracción con seguir siendo notorios y recordados hasta después de su muerte, a pesar de que sea como criminales. Intentan respaldar sus delitos con discursos radicales que les den validación acerca de que su idea de asesinato está justificada.

Un cuarto factor similar en todos los criminales ha sido que encuentran situaciones o herramientas que hacen que su plan sea ejecutable. Por ejemplo, en el caso de los disparos en escuelas, el 80% de los adolescentes que lo ha cometido han tenido acceso a las armas porque en su familia había por lo menos una. En los centros laborales, los tiradores han estado en posesión legal de alguna o no han tenido problema en adquirirla de manera ilegal.

Para los especialistas Jillian Peterson y James Densley, estos elementos encontrados también representan actos que se pueden evitar y en los que actualidad representan una deficiencia en tratar, como en el caso de trastornos mentales.

Algunas de las medidas que sugieren implementar es mayor seguridad en lugares públicos como centros comerciales, como detectores de metal y policías. Además de haber un mucho mayor control en la posesión de armas

También consideran que es necesario dificultar que los atacantes encuentren un discurso que justifique y valide sus planes. Aunque algunas empresas tecnológicas han intentado suprimir el discurso de odio en plataformas de redes sociales, pero los usuarios y medios de comunicación también tienen responsabilidad en la distribución y propagación de información que puede fomentar la justificación de actos violentos, como los manifiestos.

"También necesitamos, como sociedad, ser más proactivos. La mayoría de los tiradores públicos masivos son suicidas, y sus crisis a menudo son bien conocidas por otros antes de que ocurra el tiroteo. La gran mayoría de los tiradores masivos pierden sus planes con anticipación.", dijeron los especialistas.

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