El Madrid no cierra los partidos
Los dos últimos goles en contra para los blancos fueron en los instantes finales. El Celta anotó en el minuto 91 y el Valladolid en el 88.
Guillermo Raimundo
As
El Real Madrid ha empezado esta campaña como acabó la pasada: sembrando dudas. A la situación de incertidumbre han contribuido los goles encajados en los minutos finales. En los dos primeros encuentros de LaLiga el conjunto dirigido por Zinedine Zidane ha visto como le marcaban un gol en el último suspiro.
Casualmente, los dos tantos encajados por Thibaut Courtois fueron muy similares. En el minuto 91 del choque en Balaídos, Marcelo tardó en replegar a causa de un golpe. El espacio generado por el brasileño fue aprovechado por el Celta y Pape Cheick buscó al debutante Iker Losada por el carril desguarnecido. Al jugador nacido en el 2001 le dio tiempo para acomodarse el esférico a su pierna derecha, encarar a Ramos y batir al portero blanco con un gran disparo cruzado.
Más de lo mismo contra el Valladolid. Corría el minuto 89 en el Santiago Bernabéu y Carvajal salió a tapar la frontal, donde avanzaba Óscar Plano tras superar a Kroos. El que fuera jugador de la Fábrica vio la banda desarmada sin Carvajal ni Varane y sirvió una buena asistencia a Guardiola. El delantero pucelano se acomodó el cuero con relativa comodidad y coló el esférico entre las piernas kilométricas de Courtois.
El parecido de los dos goles en contra en estas dos primeras jornadas trae consigo un problema que viene de lejos: la debilidad defensiva en el repliegue, sobre todo en el contragolpe de los rivales. Las coberturas para socorrer sus carriles son una constante, pero en los minutos finales se atienden menos cuando el cansancio hace mella.
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El Real Madrid ha empezado esta campaña como acabó la pasada: sembrando dudas. A la situación de incertidumbre han contribuido los goles encajados en los minutos finales. En los dos primeros encuentros de LaLiga el conjunto dirigido por Zinedine Zidane ha visto como le marcaban un gol en el último suspiro.
Casualmente, los dos tantos encajados por Thibaut Courtois fueron muy similares. En el minuto 91 del choque en Balaídos, Marcelo tardó en replegar a causa de un golpe. El espacio generado por el brasileño fue aprovechado por el Celta y Pape Cheick buscó al debutante Iker Losada por el carril desguarnecido. Al jugador nacido en el 2001 le dio tiempo para acomodarse el esférico a su pierna derecha, encarar a Ramos y batir al portero blanco con un gran disparo cruzado.
Más de lo mismo contra el Valladolid. Corría el minuto 89 en el Santiago Bernabéu y Carvajal salió a tapar la frontal, donde avanzaba Óscar Plano tras superar a Kroos. El que fuera jugador de la Fábrica vio la banda desarmada sin Carvajal ni Varane y sirvió una buena asistencia a Guardiola. El delantero pucelano se acomodó el cuero con relativa comodidad y coló el esférico entre las piernas kilométricas de Courtois.
El parecido de los dos goles en contra en estas dos primeras jornadas trae consigo un problema que viene de lejos: la debilidad defensiva en el repliegue, sobre todo en el contragolpe de los rivales. Las coberturas para socorrer sus carriles son una constante, pero en los minutos finales se atienden menos cuando el cansancio hace mella.
