El Inter de Conte y Lukaku da miedo ante el Lecce
Los nerazzurri empezaron la temporada destrozando 4-0 al recién ascendido Lecce: el belga marcó un tanto en su estreno, Brozovic, Sensi y un renacido Candreva firmaron los otros goles.
Mirko Calemme
As
Entre los grandes de la Serie A era el que tenía el compromiso más sencillo ante el recién ascendido Lecce, pero el Inter de Antonio Conte comenzó el curso con una actuación perfecta y en los próximos días será imposible no hablar de este equipo como uno de los protagonistas en la lucha por el scudetto. Un 4-0 que se queda corto ante la cantidad de ocasiones que los interisti construyeron.
El técnico, a pesar de las palabras de Wanda Nara que anunciaron la intención de quedarse en Milán (a Marotta no le gustaron nada: “Esas frases nos molestaron”), dejó a Icardi en la grada, como había prometido, saliendo de inicio con Lukaku y Lautaro Martinez en la delantera.
Los nerazzurri parecían ya hechos a su imagen y semejanza: agresividad (increíble la metamorfosis de Candreva), arreones repentinos, solidez defensiva (aunque algún contragolpe sí lo concedieron). El asalto empezó muy pronto y puso el enfrentamiento cuesta abajo enseguida: entre el 21’ y el 24’, dos bonitos remates de los mediocampistas Brozovic y Sensi valieron el 2-0, que sin embargo no le quitó intensidad a los de Milán.
Un San Siro abarrotado disfrutó de un equipo hambriento, que siguió bombardeando al rival en la segunda parte. Y Lukaku, el más esperado, coronó una gran actuación marcando un gol en su estreno (algo que le ocurre por cuarta vez en su carrera), aprovechando el rechace de Gabriel tras un disparo de Lautaro.
Los giallorossi desde el 76’ se quedaron con diez por la expulsión de Farías (que apenas llevaba 10 minutos en el verde) y, poco después, Politano marcó un golazo, aunque anulado por un fuera de juego de Lukaku. Se encargó Candreva de completar el póker, el primer gran beneficiado por el 'tratamiento Conte': llevaba desde febrero sin ser titular, hizo un partido perfecto y lo cerró con un increíble zapatazo desde fuera del área que sacó las telarañas de la portería rival. Al parecer, el Inter ha vuelto. Esta vez sí.
Mirko Calemme
As
Entre los grandes de la Serie A era el que tenía el compromiso más sencillo ante el recién ascendido Lecce, pero el Inter de Antonio Conte comenzó el curso con una actuación perfecta y en los próximos días será imposible no hablar de este equipo como uno de los protagonistas en la lucha por el scudetto. Un 4-0 que se queda corto ante la cantidad de ocasiones que los interisti construyeron.
El técnico, a pesar de las palabras de Wanda Nara que anunciaron la intención de quedarse en Milán (a Marotta no le gustaron nada: “Esas frases nos molestaron”), dejó a Icardi en la grada, como había prometido, saliendo de inicio con Lukaku y Lautaro Martinez en la delantera.
Los nerazzurri parecían ya hechos a su imagen y semejanza: agresividad (increíble la metamorfosis de Candreva), arreones repentinos, solidez defensiva (aunque algún contragolpe sí lo concedieron). El asalto empezó muy pronto y puso el enfrentamiento cuesta abajo enseguida: entre el 21’ y el 24’, dos bonitos remates de los mediocampistas Brozovic y Sensi valieron el 2-0, que sin embargo no le quitó intensidad a los de Milán.
Un San Siro abarrotado disfrutó de un equipo hambriento, que siguió bombardeando al rival en la segunda parte. Y Lukaku, el más esperado, coronó una gran actuación marcando un gol en su estreno (algo que le ocurre por cuarta vez en su carrera), aprovechando el rechace de Gabriel tras un disparo de Lautaro.
Los giallorossi desde el 76’ se quedaron con diez por la expulsión de Farías (que apenas llevaba 10 minutos en el verde) y, poco después, Politano marcó un golazo, aunque anulado por un fuera de juego de Lukaku. Se encargó Candreva de completar el póker, el primer gran beneficiado por el 'tratamiento Conte': llevaba desde febrero sin ser titular, hizo un partido perfecto y lo cerró con un increíble zapatazo desde fuera del área que sacó las telarañas de la portería rival. Al parecer, el Inter ha vuelto. Esta vez sí.