El fuego en el Amazonas podría afectar el abastecimiento del agua hasta la cuenca del Plata
Laura Rocha
Infobae
La estimación de pérdidas por los incendios forestales que azotan amplias zonas de la Amazonía brasileña y de Bolivia quitan el aliento. El fuego afecta a 40.000 especies de animales y plantas, 350 comunidades indígenas, 2.500 variedades de peces. También rompe el ciclo natural del agua y las precipitaciones y amenaza con sequías en los ríos de la cuenca amazónica y la cuenca del Plata.
Así lo indicaron expertos consultados por Infobae que mostraron preocupación por el panorama que hoy muestra una amplia región de América latina. "Lo que sucede en Brasil nos está pasando a todos. Ya afecta también a Bolivia, a Perú y a Paraguay. También al Chaco americano. Porque los incendios afectan a la foresta que tiene la función de la regulación del ciclo que tiene que ver con la dependencia que tenemos todas las especies vivas: el oxígeno y del agua", explica Carolina Gil, directora del Programa Colombia Amazon Conservation Team.
La experta explica que el vapor de agua que evapora el monte amazónico es exportado hacia la cordillera de los Andes y vuelve a bajar por el pie del monte hasta el Río de la Plata.
"Los glaciares en general y los ecosistemas de páramo se nutren de esas aguas amazónicas y ya están desapareciendo debido al calentamiento de la atmósfera; si se le quita otra fuente de humedad se acelera el descongelamiento y se altera el ciclo de agua completamente. Ciudades grandes como San Pablo, Buenos Aires y Bogotá y, en general, la población va a sufrir la escasez de agua además de la implicación que tiene en la disminución del caudal de los ríos", agrega Gil.
Las imágenes satelitales y las cifras oficiales son contundentes: según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, el número de incendios forestales en ese país ha crecido un 70% desde enero de 2019 con respecto al mismo período del año pasado. En total, Brasil registró 66.900 puntos de fuego, la tasa más alta desde 2013, cuando se comenzaron a hacer estimaciones.
Según el INPE, la Amazonía fue el bioma más afectado, con el 51,9% de los casos, seguido por el Cerrado, con el 30,7%. En cifras absolutas, el estado de Mato Grosso es el más afectado, con 13.100 casos de incendios forestales, seguido de Pará, con 7.900.
Aunque el invierno es la época más favorable del año para la propagación del fuego en Brasil debido a su clima más seco, en el caso del Amazonas, no existe ningún proceso natural que pueda causar incendios forestales, como ocurre en el Cerrado. Eso significa que todos los brotes de incendios allí serían causados por la acción humana, principalmente para "limpiar" la tierra después de la deforestación y prepararla para la agricultura.
Manuel Jaramillo, director ejecutivo de Vida Silvestre Argentina, indica: "La región amazónica ocupa ocho países y esto lo hace más diverso no sólo en términos de biodiversidad sino también cultural. Para tener una idea, esta superficie aloja 34 millones de habitantes, algunos concentrados en las grandes ciudades y otros, muy dispersos, como las comunidades indígenas que habitan allí".
"El Amazonas nos aporta entre el 17% y el 21% del agua dulce al planeta. Como para tomar dimensión hay que tratar de imaginar que 225.000 m3 de agua dulce por segundo que ingresan al Océano Atlántico desde esa cuenca", detalla el experto argentino.
(Reuters)
(Reuters)
Ríos voladores
El fuego hoy corta ese ciclo virtuoso y lo que se conoce como los ríos voladores. ¿De qué se trata? "Los árboles con el proceso de evapotranspiración emiten vapor de agua en la atmósfera. Multipliquemos cada árbol por los 6,7 millones de km2 de bosque que generan ese vapor de agua, de allí el concepto de ríos volantes o voladores. El fuego rompe esas bombas de agua y expone el suelo directo a la gota de lluvia, que en esa zona son muy abundantes. Se pierde agua, se pierde suelo y se genera un ambiente distinto para las especies. Es una dinámica muy compleja", apunta Jaramillo sin olvidar que el bosque almacena el 10% del carbono del planeta.
La situación es dramática en algunos estados brasileños. En Rondônia, los vuelos tuvieron que ser desviados debido al denso humo que se concentraba en la región debido a los incendios en la Amazonía. En Amazonas, el gobierno del estado declaró una situación de emergencia debido a los incendios forestales; este año, el estado registró un aumento del 335% en el número de incendios.
Los efectos de los incendios en la Amazonía no se limitan a la región boscosa. La columna de humo avanzaba hacia el continente sudamericano, también alimentada por los incendios forestales en Bolivia y Paraguay, llegando a partes del sur de Brasil, el norte de Argentina y Uruguay.
En Bolivia, por caso, el ministro boliviano de Medioambiente y Agua, Carlos Ortuño informó a distintos medios de comunicación que ya trabaja en conjunto con Paraguay para intentar frenar los focos.
La superficie afectada por incendios en el departamento boliviano de Santa Cruz alcanza las 654.000 hectáreas, mientras que los focos en Paraguay, en la frontera con Bolivia, no han sido todavía cuantificados. "Hemos estado en contacto con nuestros pares de la república de Paraguay, tenemos un compromiso de trabajo conjunto de los dos países, tanto en el territorio boliviano como en el territorio paraguayo", dijo Ortuño en rueda de prensa, en Santa Cruz.
El funcionario agregó que por el momento autoridades de ambos países están "en plena implementación de las medidas" de contingencia, que no citó, informa el diario El Deber.
Por otra parte, el titular de Defensa Nacional de Bolivia, Javier Zabaleta, dijo que la llegada del avión cisterna SuperTanker, prevista inicialmente para hoy, fue diferida para mañana.
La aeronave "empezará a trabajar sobre (los poblados de) Charagua y Puerto Busch. Son alrededor de 40 km2 donde el fuego está ardiendo de forma incontrolable, creemos que con el avión Supertanker podremos extinguir esos focos de calor", sostuvo Zabaleta.
Jaramillo explicó que la magnitud de estos fuegos no se resuelve con aviones hidrantes. "Los aviones pueden servir para atacar focos puntuales o enfriar zonas donde haya poblados en riesgo, pero dada la magnitud de los incendios no hay poder humano que con agua pueda detenerlos. Se trabaja con estrategias de cortafuegos con brigadas especializadas. Lamentablemente, no hay información oficial al respecto", indicó.
Una agrupación de pueblos indígenas, los más afectados por esta catástrofe, redactaron un comunicado en el que acusan directamente a los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro y de Bolivia, Evo Morales, responsables por los incendios.
Infobae
La estimación de pérdidas por los incendios forestales que azotan amplias zonas de la Amazonía brasileña y de Bolivia quitan el aliento. El fuego afecta a 40.000 especies de animales y plantas, 350 comunidades indígenas, 2.500 variedades de peces. También rompe el ciclo natural del agua y las precipitaciones y amenaza con sequías en los ríos de la cuenca amazónica y la cuenca del Plata.
Así lo indicaron expertos consultados por Infobae que mostraron preocupación por el panorama que hoy muestra una amplia región de América latina. "Lo que sucede en Brasil nos está pasando a todos. Ya afecta también a Bolivia, a Perú y a Paraguay. También al Chaco americano. Porque los incendios afectan a la foresta que tiene la función de la regulación del ciclo que tiene que ver con la dependencia que tenemos todas las especies vivas: el oxígeno y del agua", explica Carolina Gil, directora del Programa Colombia Amazon Conservation Team.
La experta explica que el vapor de agua que evapora el monte amazónico es exportado hacia la cordillera de los Andes y vuelve a bajar por el pie del monte hasta el Río de la Plata.
"Los glaciares en general y los ecosistemas de páramo se nutren de esas aguas amazónicas y ya están desapareciendo debido al calentamiento de la atmósfera; si se le quita otra fuente de humedad se acelera el descongelamiento y se altera el ciclo de agua completamente. Ciudades grandes como San Pablo, Buenos Aires y Bogotá y, en general, la población va a sufrir la escasez de agua además de la implicación que tiene en la disminución del caudal de los ríos", agrega Gil.
Las imágenes satelitales y las cifras oficiales son contundentes: según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, el número de incendios forestales en ese país ha crecido un 70% desde enero de 2019 con respecto al mismo período del año pasado. En total, Brasil registró 66.900 puntos de fuego, la tasa más alta desde 2013, cuando se comenzaron a hacer estimaciones.
Según el INPE, la Amazonía fue el bioma más afectado, con el 51,9% de los casos, seguido por el Cerrado, con el 30,7%. En cifras absolutas, el estado de Mato Grosso es el más afectado, con 13.100 casos de incendios forestales, seguido de Pará, con 7.900.
Aunque el invierno es la época más favorable del año para la propagación del fuego en Brasil debido a su clima más seco, en el caso del Amazonas, no existe ningún proceso natural que pueda causar incendios forestales, como ocurre en el Cerrado. Eso significa que todos los brotes de incendios allí serían causados por la acción humana, principalmente para "limpiar" la tierra después de la deforestación y prepararla para la agricultura.
Manuel Jaramillo, director ejecutivo de Vida Silvestre Argentina, indica: "La región amazónica ocupa ocho países y esto lo hace más diverso no sólo en términos de biodiversidad sino también cultural. Para tener una idea, esta superficie aloja 34 millones de habitantes, algunos concentrados en las grandes ciudades y otros, muy dispersos, como las comunidades indígenas que habitan allí".
"El Amazonas nos aporta entre el 17% y el 21% del agua dulce al planeta. Como para tomar dimensión hay que tratar de imaginar que 225.000 m3 de agua dulce por segundo que ingresan al Océano Atlántico desde esa cuenca", detalla el experto argentino.
(Reuters)
(Reuters)
Ríos voladores
El fuego hoy corta ese ciclo virtuoso y lo que se conoce como los ríos voladores. ¿De qué se trata? "Los árboles con el proceso de evapotranspiración emiten vapor de agua en la atmósfera. Multipliquemos cada árbol por los 6,7 millones de km2 de bosque que generan ese vapor de agua, de allí el concepto de ríos volantes o voladores. El fuego rompe esas bombas de agua y expone el suelo directo a la gota de lluvia, que en esa zona son muy abundantes. Se pierde agua, se pierde suelo y se genera un ambiente distinto para las especies. Es una dinámica muy compleja", apunta Jaramillo sin olvidar que el bosque almacena el 10% del carbono del planeta.
La situación es dramática en algunos estados brasileños. En Rondônia, los vuelos tuvieron que ser desviados debido al denso humo que se concentraba en la región debido a los incendios en la Amazonía. En Amazonas, el gobierno del estado declaró una situación de emergencia debido a los incendios forestales; este año, el estado registró un aumento del 335% en el número de incendios.
Los efectos de los incendios en la Amazonía no se limitan a la región boscosa. La columna de humo avanzaba hacia el continente sudamericano, también alimentada por los incendios forestales en Bolivia y Paraguay, llegando a partes del sur de Brasil, el norte de Argentina y Uruguay.
En Bolivia, por caso, el ministro boliviano de Medioambiente y Agua, Carlos Ortuño informó a distintos medios de comunicación que ya trabaja en conjunto con Paraguay para intentar frenar los focos.
La superficie afectada por incendios en el departamento boliviano de Santa Cruz alcanza las 654.000 hectáreas, mientras que los focos en Paraguay, en la frontera con Bolivia, no han sido todavía cuantificados. "Hemos estado en contacto con nuestros pares de la república de Paraguay, tenemos un compromiso de trabajo conjunto de los dos países, tanto en el territorio boliviano como en el territorio paraguayo", dijo Ortuño en rueda de prensa, en Santa Cruz.
El funcionario agregó que por el momento autoridades de ambos países están "en plena implementación de las medidas" de contingencia, que no citó, informa el diario El Deber.
Por otra parte, el titular de Defensa Nacional de Bolivia, Javier Zabaleta, dijo que la llegada del avión cisterna SuperTanker, prevista inicialmente para hoy, fue diferida para mañana.
La aeronave "empezará a trabajar sobre (los poblados de) Charagua y Puerto Busch. Son alrededor de 40 km2 donde el fuego está ardiendo de forma incontrolable, creemos que con el avión Supertanker podremos extinguir esos focos de calor", sostuvo Zabaleta.
Jaramillo explicó que la magnitud de estos fuegos no se resuelve con aviones hidrantes. "Los aviones pueden servir para atacar focos puntuales o enfriar zonas donde haya poblados en riesgo, pero dada la magnitud de los incendios no hay poder humano que con agua pueda detenerlos. Se trabaja con estrategias de cortafuegos con brigadas especializadas. Lamentablemente, no hay información oficial al respecto", indicó.
Una agrupación de pueblos indígenas, los más afectados por esta catástrofe, redactaron un comunicado en el que acusan directamente a los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro y de Bolivia, Evo Morales, responsables por los incendios.