El expresidente del Sporting de Portugal será juzgado por la agresión de los ultras
Según el relato de varios de los jugadores, los argentinos Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia fueron dos de los principales objetivos de los ultras.
EFE
El polémico Bruno de Carvalho, expresidente del Sporting de Portugal, será juzgado por la agresión que medio centenar de ultras propinó en mayo de 2018 a varios jugadores del equipo mientras entrenaban en su ciudad deportiva, y que se sospecha fue ordenada por el propio exdirigente.
Así ha sido decidido este jueves por el juez de la fase de instrucción, que cree que hay indicios suficientes para enviar a juicio a De Carvalho y a los otros 43 investigados por este ataque, que conmocionó al fútbol luso y acabó por desembocar en su destitución.
El caso se remonta a mayo de 2018, cuando, después de encadenar malos resultados en la Liga lusa y la Champions, medio centenar de hinchas radicales ingresaron en las instalaciones del Sporting, a las afueras de Lisboa, y agredieron a varios jugadores y personal técnico.
Según el relato de varios de ellos, los argentinos Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia fueron dos de los principales objetivos de los ultras, que con la cara cubierta propinaron patadas, puñetazos y lanzaron amenazas de muerte.
La Fiscalía portuguesa abrió una investigación que llegó a su punto cumbre en noviembre de 2018, cuando fue detenido Bruno de Carvalho acusado de 56 delitos por el Ministerio Público, entre ellos "secuestro" y "terrorismo".
El juez de instrucción ve fundamento en la posición de la Fiscalía, que le señaló como "autor moral" del ataque -siempre se sospechó de la facilidad con la que ingresaron los radicales en la ciudad deportiva- y llega a apuntar a De Carvalho como la persona que "ordenó" la agresión.
Entre los acusados que se sentarán en el banquillo destaca también Nuno Mendes, alias "Mustafá", líder del grupo de ultras "Juventude Leonina", con el que De Carvalho mantiene una estrecha relación, según la prensa lusa.
El ataque de Alcochete fue la gota que colmó la paciencia de los socios del Sporting, el 70 % de los cuales votó a favor de su destitución en junio de 2018, el mismo mes en el que se consumó la marcha del entrenador, Jorge Jesus, y la rescisión de contrato de nueve jugadores, aunque algunos de ellos regresaron más tarde.
EFE
El polémico Bruno de Carvalho, expresidente del Sporting de Portugal, será juzgado por la agresión que medio centenar de ultras propinó en mayo de 2018 a varios jugadores del equipo mientras entrenaban en su ciudad deportiva, y que se sospecha fue ordenada por el propio exdirigente.
Así ha sido decidido este jueves por el juez de la fase de instrucción, que cree que hay indicios suficientes para enviar a juicio a De Carvalho y a los otros 43 investigados por este ataque, que conmocionó al fútbol luso y acabó por desembocar en su destitución.
El caso se remonta a mayo de 2018, cuando, después de encadenar malos resultados en la Liga lusa y la Champions, medio centenar de hinchas radicales ingresaron en las instalaciones del Sporting, a las afueras de Lisboa, y agredieron a varios jugadores y personal técnico.
Según el relato de varios de ellos, los argentinos Marcos Acuña y Rodrigo Battaglia fueron dos de los principales objetivos de los ultras, que con la cara cubierta propinaron patadas, puñetazos y lanzaron amenazas de muerte.
La Fiscalía portuguesa abrió una investigación que llegó a su punto cumbre en noviembre de 2018, cuando fue detenido Bruno de Carvalho acusado de 56 delitos por el Ministerio Público, entre ellos "secuestro" y "terrorismo".
El juez de instrucción ve fundamento en la posición de la Fiscalía, que le señaló como "autor moral" del ataque -siempre se sospechó de la facilidad con la que ingresaron los radicales en la ciudad deportiva- y llega a apuntar a De Carvalho como la persona que "ordenó" la agresión.
Entre los acusados que se sentarán en el banquillo destaca también Nuno Mendes, alias "Mustafá", líder del grupo de ultras "Juventude Leonina", con el que De Carvalho mantiene una estrecha relación, según la prensa lusa.
El ataque de Alcochete fue la gota que colmó la paciencia de los socios del Sporting, el 70 % de los cuales votó a favor de su destitución en junio de 2018, el mismo mes en el que se consumó la marcha del entrenador, Jorge Jesus, y la rescisión de contrato de nueve jugadores, aunque algunos de ellos regresaron más tarde.