Bolsonaro moviliza al Ejército ante la presión internacional por la crisis en el Amazonas
El presidente brasileño da marcha atrás y reconoce su responsabilidad en la gestión de los incendios que han consumido 20.000 hectáreas de selva
Marina Rossi
São Paulo, El País
La fuerte presión internacional, que incluye protestas convocadas en las Embajadas brasileñas en varias ciudades del mundo y campañas en defensa de la Amazonia en las redes sociales, ha obligado al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a dar marcha atrás y aceptar su responsabilidad en la crisis que ha consumido 20.000 hectáreas del gran pulmón planetario. Bolsonaro confirmó en la cadena nacional la noche del viernes que movilizará al Ejército a las regiones amazónicas para intentar atajar los incendios, que en 2019 se han intensificado respecto del año anterior. El mandatario aprovechó el breve mensaje para defender sus políticas ambientales y afirmó que los incendios forestales "existen en todo el mundo" y que eso "no puede ser pretexto para sanciones internacionales" ante las amenazas vertidas por líderes europeos.
Durante cuatro minutos, Bolsonaro se dirigió al mandatario francés, Emmanuel Macron, quien amenazó bloquear el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur a causa de las "mentiras" de Bolsonaro. Macron ya había anunciado este viernes su intención de incluir esta "crisis internacional" en la cumbre del G7, que se realiza este fin de semana en la localidad francesa de Biarritz. Según Bolsonaro, Brasil "es ejemplo de sostenibilidad" y "tiene una ley ambiental moderna".
El presidente también dijo que "es nuestro deber" la protección de la Amazonia y que es consciente que entre sus tareas está la de "combatir la tala ilegal y cualquier tipo de actividad criminal que ponga la selva en riesgo". El presidente, que durante la campaña electoral llegó a afirmar la "Amazonia no es nuestra", ahora se ha visto obligado a aceptar su responsabilidad frente una creciente perplejidad mundial.
El mandatario anunció el envío de ayuda militar a los nueve Estados que comprenden la Amazonia. El decreto, llamado GLO Ambiental, ha sido firmado la mañana de este viernes y prevé el uso de las Fuerzas Armadas hasta el 24 de septiembre en caso de que "lo requieran los gobernadores [de los Estados]". Hasta la noche del viernes, las entidades de Roraima y Rondônia, al norte del país, ya habían requerido la ayuda. Mientras el presidente hablaba en cadena nacional se registraron manifestaciones, conocidas como “cacerolazos”, en algunos puntos de grandes ciudades, como São Paulo, Río de Janeiro y Recife.
Defensa en las embajadas
La reacción del Gobierno de Bolsonaro a la repercusión internacional de los incendios, que ya han devastado más de 20.000 hectáreas de vegetación en la Amazonia y la zona del Pantanal, no se limitó al discurso en televisión. Doscientas Embajadas brasileñas alrededor del mundo recibieron documentos con orientaciones a las autoridades para que defiendan la Amazonia. En el documento hay un apartado para el Fondo Amazonia, financiado por Noruega y Alemania —que cancelaron las ayudas el pasado 16 de agosto—. El Gobierno brasileño defiende que los incendios forestales ocurren el Brasil "todos los años" y que está actuando para contener los focos.
La narrativa del presidente este viernes ha sido diferente de la adoptada hasta ahora. El pasado miércoles, el presidente había afirmado, sin presentar pruebas, que las organizaciones no gubernamentales (ONG) podrían estar detrás de los incendios. “Puede haber –no estoy afirmando– una acción criminal de esas ONG para llamar la atención precisamente contra mí, contra el Gobierno del Brasil. Esta es la guerra que enfrentamos. Haremos todo el posible e imposible por contener el fuego criminal”, dijo entonces.
En su mensaje televisivo, Bolsonaro atacó las informaciones publicadas en todo el mundo sobre los incendios de los últimos días que consideró "infundadas": "Es necesario tener celeridad. Compartir datos y mensajes sin fundamento dentro y fuera del Brasil no ayuda". También señaló que recibió oferta de ayuda de otros países para lidiar con los incendios, una referencia directa a Estados Unidos. El presidente Donald Trump escribió en su Twitter que había conversado este viernes con Bolsonaro afirmando que tenían buenas perspectivas comerciales. “Le dije que EE UU puede ayudar con los incendios de la Amazonia, ¡estamos listos para ayudar!”, escribió el republicano en la red social.
Marina Rossi
São Paulo, El País
La fuerte presión internacional, que incluye protestas convocadas en las Embajadas brasileñas en varias ciudades del mundo y campañas en defensa de la Amazonia en las redes sociales, ha obligado al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a dar marcha atrás y aceptar su responsabilidad en la crisis que ha consumido 20.000 hectáreas del gran pulmón planetario. Bolsonaro confirmó en la cadena nacional la noche del viernes que movilizará al Ejército a las regiones amazónicas para intentar atajar los incendios, que en 2019 se han intensificado respecto del año anterior. El mandatario aprovechó el breve mensaje para defender sus políticas ambientales y afirmó que los incendios forestales "existen en todo el mundo" y que eso "no puede ser pretexto para sanciones internacionales" ante las amenazas vertidas por líderes europeos.
Durante cuatro minutos, Bolsonaro se dirigió al mandatario francés, Emmanuel Macron, quien amenazó bloquear el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur a causa de las "mentiras" de Bolsonaro. Macron ya había anunciado este viernes su intención de incluir esta "crisis internacional" en la cumbre del G7, que se realiza este fin de semana en la localidad francesa de Biarritz. Según Bolsonaro, Brasil "es ejemplo de sostenibilidad" y "tiene una ley ambiental moderna".
El presidente también dijo que "es nuestro deber" la protección de la Amazonia y que es consciente que entre sus tareas está la de "combatir la tala ilegal y cualquier tipo de actividad criminal que ponga la selva en riesgo". El presidente, que durante la campaña electoral llegó a afirmar la "Amazonia no es nuestra", ahora se ha visto obligado a aceptar su responsabilidad frente una creciente perplejidad mundial.
El mandatario anunció el envío de ayuda militar a los nueve Estados que comprenden la Amazonia. El decreto, llamado GLO Ambiental, ha sido firmado la mañana de este viernes y prevé el uso de las Fuerzas Armadas hasta el 24 de septiembre en caso de que "lo requieran los gobernadores [de los Estados]". Hasta la noche del viernes, las entidades de Roraima y Rondônia, al norte del país, ya habían requerido la ayuda. Mientras el presidente hablaba en cadena nacional se registraron manifestaciones, conocidas como “cacerolazos”, en algunos puntos de grandes ciudades, como São Paulo, Río de Janeiro y Recife.
Defensa en las embajadas
La reacción del Gobierno de Bolsonaro a la repercusión internacional de los incendios, que ya han devastado más de 20.000 hectáreas de vegetación en la Amazonia y la zona del Pantanal, no se limitó al discurso en televisión. Doscientas Embajadas brasileñas alrededor del mundo recibieron documentos con orientaciones a las autoridades para que defiendan la Amazonia. En el documento hay un apartado para el Fondo Amazonia, financiado por Noruega y Alemania —que cancelaron las ayudas el pasado 16 de agosto—. El Gobierno brasileño defiende que los incendios forestales ocurren el Brasil "todos los años" y que está actuando para contener los focos.
La narrativa del presidente este viernes ha sido diferente de la adoptada hasta ahora. El pasado miércoles, el presidente había afirmado, sin presentar pruebas, que las organizaciones no gubernamentales (ONG) podrían estar detrás de los incendios. “Puede haber –no estoy afirmando– una acción criminal de esas ONG para llamar la atención precisamente contra mí, contra el Gobierno del Brasil. Esta es la guerra que enfrentamos. Haremos todo el posible e imposible por contener el fuego criminal”, dijo entonces.
En su mensaje televisivo, Bolsonaro atacó las informaciones publicadas en todo el mundo sobre los incendios de los últimos días que consideró "infundadas": "Es necesario tener celeridad. Compartir datos y mensajes sin fundamento dentro y fuera del Brasil no ayuda". También señaló que recibió oferta de ayuda de otros países para lidiar con los incendios, una referencia directa a Estados Unidos. El presidente Donald Trump escribió en su Twitter que había conversado este viernes con Bolsonaro afirmando que tenían buenas perspectivas comerciales. “Le dije que EE UU puede ayudar con los incendios de la Amazonia, ¡estamos listos para ayudar!”, escribió el republicano en la red social.