Banega dirige la remontada ante el Hoffenheim
El Sevilla mantiene su imbatibilidad en la pretemporada con un triunfo en el que Munir y Banega fueron los autores de los goles
José María López
As
El Sevilla de Julen Lopetegui sumó un nuevo triunfo en su, hasta ahora, impoluta pretemporada. El cuadro nervionense se impuso al Hoffenheim en el partido de presentación de los alemanes ante su afición por 1-2. Munir y Banega remontaron el gol inicial de Grifo, que llegó desde los once metros y de Panenka tras unas manos dentro del área de Gudelj.
Lopetegui alineó un once con mayoría de futbolistas titulares en el que sólo chirriaba la presencia de Kjaer. Con el danés no ha cambiado nada, puesto que le siguen ocurriendo cosas difíciles de explicar, como que se lesione despejando defectuosamente un centro lateral a la media hora de partido. Así, es difícil que algún comprador pique. Caso contrario es el de Banega, inspirado y protagonista, demostrando que un año más casi todo dependerá de su fútbol. De sus botas nació la jugada del empate a uno, en el que habilitó Escudero para que éste centrara y Munir rematara. Y de su cabeza, literalmente, el segundo, puesto que remató un balón suelto dentro del área tras un saque de banda.
De este modo, el Sevilla se repuso del tanto inicial del Hoffenheim, que llegó desde el punto de penalti a la media hora, en el peor tramo de juego de los sevillistas. A la idea inicial de presionar tras pérdida muy arriba en los primeros minutos le faltó fuelle para sostenerse durante el encuentro, pero cuando peor se pasaba apareció la pegada sevillista. Banega dirigió y ejecutó un triunfo en el que también mostraron un nivel notable futbolistas como Escudero, Diego Carlos, Joan Jordán o Munir.
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El Sevilla de Julen Lopetegui sumó un nuevo triunfo en su, hasta ahora, impoluta pretemporada. El cuadro nervionense se impuso al Hoffenheim en el partido de presentación de los alemanes ante su afición por 1-2. Munir y Banega remontaron el gol inicial de Grifo, que llegó desde los once metros y de Panenka tras unas manos dentro del área de Gudelj.
Lopetegui alineó un once con mayoría de futbolistas titulares en el que sólo chirriaba la presencia de Kjaer. Con el danés no ha cambiado nada, puesto que le siguen ocurriendo cosas difíciles de explicar, como que se lesione despejando defectuosamente un centro lateral a la media hora de partido. Así, es difícil que algún comprador pique. Caso contrario es el de Banega, inspirado y protagonista, demostrando que un año más casi todo dependerá de su fútbol. De sus botas nació la jugada del empate a uno, en el que habilitó Escudero para que éste centrara y Munir rematara. Y de su cabeza, literalmente, el segundo, puesto que remató un balón suelto dentro del área tras un saque de banda.
De este modo, el Sevilla se repuso del tanto inicial del Hoffenheim, que llegó desde el punto de penalti a la media hora, en el peor tramo de juego de los sevillistas. A la idea inicial de presionar tras pérdida muy arriba en los primeros minutos le faltó fuelle para sostenerse durante el encuentro, pero cuando peor se pasaba apareció la pegada sevillista. Banega dirigió y ejecutó un triunfo en el que también mostraron un nivel notable futbolistas como Escudero, Diego Carlos, Joan Jordán o Munir.
