Un Barça muy verde

La inteligencia de Griezmann, que debutó, y un golazo de Rakitic fueron las únicas noticias remarcables de un estreno precipitado.

Santi Giménez
As
Empezó el Barcelona su camino en la pretemporada demostrando que el equipo está más que verde. En su debut en Japón ante el Chelsea, el conjunto blaugrana cayó por 1-2 en un partido en el que se pueden sacar pocas conclusiones positivas. Si acaso, que Griezmann ofreció 45 minutos prometedores pero sin compañía, De Jong tiene clase para aburrir, que Rafinha ha regresado de su última lesión como un búfalo y que Rakitic tiene un cañón y vergüenza torera. Del resto, mejor no sacar conclusiones.


En su primera alineación de la pretemporada, Valverde optó por un guiño a la cantera y salió con siete jugadores formados en La Masia (Sergi Roberto, Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Riqui Puig, Orio Busquets y Collado) acompañados de Ter Stegen, Umtiti, Dembélé y Griezmann.

El ex delantero del Atlético fue el que centraba todas las miradas y hay que reconocer que el tiempo que estuvo en el campo fue el mejor del conjunto ajedrezado en blaugrana. Su manera de entender el fútbol, simple, rápida y vertical ofreció buenas combinaciones con Jordi Alba y con Dembélé, lo que pasa es que el extremo francés regresó a la actividad con la empanada habitual.

Se notó mucho de salida que el Chelsea disputaba su cuarto partido de pretemporada y el Barcelona el primero 48 horas después de llegar a Japón. Por mucho que Riqui Puig intentara crear y diera algún pase de fantasía, la solidez de los ingleses se imponía a una defensa donde sorprendió la alineación de Oriol Busquets como lateral, en lo que fue un desastre en toda regla mientras que en el centro del campo Sergi Roberto apenas aportaba.

Quien tampoco estuvo fino fue el capitán Sergio Busquets, que volvió a perder balones importantes. Uno de ellos, en la fase de construcción, le costó al Barcelona el primer gol del partido cuando Abraham, aprovechando el tremendo error del de Badia superó a un vendido Ter Stegen en el uno contra uno.

Con un Barça de más a menos y un Chelsea creciendo se llegó a la media parte donde Valverde iba a cambiar por completo al equipo destacando los debuts de Neto como portero y de De Jong en la posición de Busquets siendo acompañado en los interiores como Aleñá y Rakitic. La línea de ataque, en principio perdía enteros al estar compuesta por Malcom, Rafinha como delantero centro y Carles Pérez.

Pero en el primer cuarto de hora de la reanudación, el Barcelona puso cerco a la portería de Kepa con seis ocasiones de gol. Pero el portero vasco se lució ante tres acciones consecutivas de Carles Pérez, Rafinha, que volvió a demostrar que es el que se toma más en serio las pretemporadas, y Aleñá. Malcom, por su parte, aportaba más que Dembélé y el Barcelona tenía otro ritmo de juego gracias a un De Jong absolutamente desacomplejado.

En dos turnos a lo largo de la segunda parte, el Chelsea también renovó totalmente su equipo sobre el césped y logró equilibrar la salida dominadora del Barcelona e incluso se acercó con peligro a la portería blaugrana, donde Neto se tuvo que emplear a fondo en un par de acciones, pero no pudo evitar el 0-2 de Barkley de disparo lejano y ajustado.

El Barcelona maquilló el resultado con un golazo de Rakitic desde fuera del área que se coló por la escuadra de Kepa, que era el único lugar donde el portero vasco no pudo llegar.

Un resultado que demuestra que este equipo está muy poco hecho, que jugar en Japón a 48 horas de llegar no es buena idea y que queda mucho trabajo por hacer. La próxima parada, el sábado que viene ante el Vissel Kobe de Iniesta, Villa y Samper.

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