Uli Hoeness deja su Bayern después de 40 años
Según informó Bild, el mandamás del campeón alemán no se presentará a las elecciones periódicas que se celebrarán durante la junta de accionistas. Herbert Hainer apunta a ser su sucesor.
José Carlos Menzel
As
Concluye una de las grandes eras del fútbol alemán. Tal y como publica el diario Bild, Uli Hoeness ha tomado la decisión de dar un paso al lado y dejará la directiva del club de sus amores, el Bayern de Múnich, a finales de año. Siempre según Bild, el mandamás del campeón alemán no se presentará a las elecciones periódicas que se celebrarán durante la junta de accionistas y, por tanto, dejará de ser presidente del club y presidente de la junta de vigilancia del conjunto bávaro para el que también jugó durante nueve años (1970 - 1979).
Durante sus cuarenta años en los despachos (1979 - 2019) dejó más huella que sobre el terreno de juego. Se proclamó campeón del mundo en 1974. Eso sí, siempre se le recordará por convertir al Bayern en el club que es hoy en día. Nada más finalizar su carrera como futbolista, debido a una lesión de rodilla, Hoeness se convirtió en el manager del Bayern y en una eminencia en cuanto a su gestión. Cuando comenzó, el club contaba con doce empleados y facturaba un total de doce millones de marcos al año. 40 años más tarde, el emblema de la Bundesliga tiene más de 1.000 empleados y factura alrededor de 750 millones de euros.
Gran culpa de ello la tiene Hoeness; aunque no todo son cuentos de hadas en su currículum. En 2014, Hoeness ingresó en prisión por evasión de impuestos y cumplió una condena de año y medio, dejando al Bayern en manos de Karl Hopfner, quien ejerció como presidente en su ausencia y no dudó en dejar libre el cargo cuando Hoeness volvió. La reacción de la afición del Bayern fue unánime y por ello Hoeness volvió al mando de un Bayern que, al igual que su icono, había cambiado.
Será recordado por su gestión, pero también por ser una persona sin pelos en la lengua. Cuando Hoeness comparecía ante las cámaras, los titulares estaban asegurados. Este periódico también pudo comprobarlo durante una entrevista previa a los octavos de final de Champions de 2007 entre Bayern y Real Madrid. "Me gusta Beckham, pero no su mujer. Es la muerte del fútbol", dijo Hoeness, desatando un verdadero vendaval mediático. El empreario de 67 años de edad (también fundó una fábrica de producción de salchichas) siguió siendo el mismo después de su tiempo en prisión, pero un sector de la afición ya no le veía con los mismos ojos.
Un año atrás, durante la última junta de accionistas, un socio del club bávaro tomó la palabra y criticó a Hoeness con dureza, algo que dejó huella en el mandamás muniqués. "Éste no es el Bayern que yo conozco", dijo unos días después, dejando en el aire su continuidad en la presidencia del club. Medio año más tarde, la decisión está tomada: Hoeness, quizá el manager que más tendencia marcó en la Bundesliga, se retira. Una parte de los aficionados estaba en su contra, otra seguía teniéndole en un pedestal. Pero Hoeness siempre fue un hombre de tomar las decisiones por sí mismo. Y esta vez volvió a hacerlo, aunque fuera para ponerle punto y final a una era que será recordada como una de las más exitosas en los despachos del fútbol mundial. Herbert Hainer, actual vicepresidente del consejo y ex CEO de Adidas, apunta a ser su sucesor.
José Carlos Menzel
As
Concluye una de las grandes eras del fútbol alemán. Tal y como publica el diario Bild, Uli Hoeness ha tomado la decisión de dar un paso al lado y dejará la directiva del club de sus amores, el Bayern de Múnich, a finales de año. Siempre según Bild, el mandamás del campeón alemán no se presentará a las elecciones periódicas que se celebrarán durante la junta de accionistas y, por tanto, dejará de ser presidente del club y presidente de la junta de vigilancia del conjunto bávaro para el que también jugó durante nueve años (1970 - 1979).
Durante sus cuarenta años en los despachos (1979 - 2019) dejó más huella que sobre el terreno de juego. Se proclamó campeón del mundo en 1974. Eso sí, siempre se le recordará por convertir al Bayern en el club que es hoy en día. Nada más finalizar su carrera como futbolista, debido a una lesión de rodilla, Hoeness se convirtió en el manager del Bayern y en una eminencia en cuanto a su gestión. Cuando comenzó, el club contaba con doce empleados y facturaba un total de doce millones de marcos al año. 40 años más tarde, el emblema de la Bundesliga tiene más de 1.000 empleados y factura alrededor de 750 millones de euros.
Gran culpa de ello la tiene Hoeness; aunque no todo son cuentos de hadas en su currículum. En 2014, Hoeness ingresó en prisión por evasión de impuestos y cumplió una condena de año y medio, dejando al Bayern en manos de Karl Hopfner, quien ejerció como presidente en su ausencia y no dudó en dejar libre el cargo cuando Hoeness volvió. La reacción de la afición del Bayern fue unánime y por ello Hoeness volvió al mando de un Bayern que, al igual que su icono, había cambiado.
Será recordado por su gestión, pero también por ser una persona sin pelos en la lengua. Cuando Hoeness comparecía ante las cámaras, los titulares estaban asegurados. Este periódico también pudo comprobarlo durante una entrevista previa a los octavos de final de Champions de 2007 entre Bayern y Real Madrid. "Me gusta Beckham, pero no su mujer. Es la muerte del fútbol", dijo Hoeness, desatando un verdadero vendaval mediático. El empreario de 67 años de edad (también fundó una fábrica de producción de salchichas) siguió siendo el mismo después de su tiempo en prisión, pero un sector de la afición ya no le veía con los mismos ojos.
Un año atrás, durante la última junta de accionistas, un socio del club bávaro tomó la palabra y criticó a Hoeness con dureza, algo que dejó huella en el mandamás muniqués. "Éste no es el Bayern que yo conozco", dijo unos días después, dejando en el aire su continuidad en la presidencia del club. Medio año más tarde, la decisión está tomada: Hoeness, quizá el manager que más tendencia marcó en la Bundesliga, se retira. Una parte de los aficionados estaba en su contra, otra seguía teniéndole en un pedestal. Pero Hoeness siempre fue un hombre de tomar las decisiones por sí mismo. Y esta vez volvió a hacerlo, aunque fuera para ponerle punto y final a una era que será recordada como una de las más exitosas en los despachos del fútbol mundial. Herbert Hainer, actual vicepresidente del consejo y ex CEO de Adidas, apunta a ser su sucesor.