Seis adorables lobos mexicanos en el Zoológico de Chapultepec y la historia del triunfo contra la extinción
Infobae visitó a los nuevos habitantes de la capital. Una camada que retrata el esfuerzo binacional entre México y EEUU por rescatar a una especie que llegó a tener solo siete ejemplares en la naturaleza
Los recién nacidos son juguetones, curiosos y están aprendiendo a diario a trabajar en equipo. Y es que en la comunidad y en la colaboración es que los lobos encuentran su mayor herramienta para sobrevivir.
Fue precisamente una iniciativa en conjunto entre México y Estados Unidos la que salvó de la extinción al lobo mexicano (Canis lupus baileyi) y hoy permite que en el corazón de la Ciudad de México, una nueva familia esté creciendo.
Los pequeños lobos han comenzado ya con el proceso de destete, sin embargo por su corta edad, sus papás les ayudan regurgitando parte del alimento que ellos comen para que lo puedan ingerir sus crías.
Seje es una hembra de siete años que llegó al zoológico de Chapultepec a principios de 2019 para conocer a Rhi, un macho de cinco años. Ambos son parte del programa Binacional México-Estados Unidos para la recuperación de esta especie que está en peligro de extinción.
"Hubo empatía entre ellos, esa parte tiene que ver con el trabajo de todos los días, que se huelan, darles de comer juntos, se empiezan a observar, a ver, sí hubo un buen período de acoplamiento, no tendría que haber problema pero son lobos, son silvestres, y muchas veces entre ellos puede haber empatía o puede no haberla, en esta ocasión todo fue de manera natural y se logró el acoplamiento, por lo que cuando entró en celo la hembra, ya estaban perfectamente acoplados, se cruzaron y hubo una gestación adecuada y un parto", explicó a Infobae el director de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre en la Ciudad de México, Fernando Gual Sill, maestro en Ciencias de la Salud en Fauna Silvestre.
"Hubo empatía entre ellos, esa parte tiene que ver con el trabajo de todos los días, que se huelan, darles de comer juntos, se empiezan a observar, a ver, sí hubo un buen período de acoplamiento, no tendría que haber problema pero son lobos, son silvestres, y muchas veces entre ellos puede haber empatía o puede no haberla, en esta ocasión todo fue de manera natural y se logró el acoplamiento, por lo que cuando entró en celo la hembra, ya estaban perfectamente acoplados, se cruzaron y hubo una gestación adecuada y un parto", explicó a Infobae el director de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre en la Ciudad de México, Fernando Gual Sill, maestro en Ciencias de la Salud en Fauna Silvestre.
Gual Sill aseguró que las crías cuentan con excelente salud y ya se les aplicaron las vacunas correspondientes, sin embrago, la crianza es una etapa crítica para cualquier especie, por eso están bajo constante supervisión de veterinarios y biólogos.
"Están en proceso de crianza, es una etapa crítica para para cualquier especie. Cuando son bebés, las crías que están haciendo manada en caso de los mamíferos, y pues adicional a los cuidados de los papás que procuramos que los críen los papás, intervienen los biólogos, los cuidadores de animales, los veterinarios, intervienen en el todo este proceso revisándolos vacunándolos, pesándolos, desparasitándolos como lo haríamos con cualquier otra cría, pero en este caso que son silvestres, entonces hay que cada determinado tiempo revisar que todo vaya bien en su crianza y ayudarles con esas vacunas y tratamientos que requieran de medicina preventiva, para asegurar que salgan adelante", explicó Gual Sill.
Los cachorrros ya tienen más actividad fuera de su nido que en semanas pasadas, pues cada día van aprendiendo de sus padres cómo ser un lobo, indicó el maestro en Ciencias de la Salud en Fauna Silvestre.
"Los papás les enseñan a estos cachorros a comportarse como lobos, sin embargo, mucho lo aprenden a través de ver quien come primero, que son los dominantes. Todo eso lo van aprendiendo conforme van creciendo y conforme se va incrementando el grupo, pues van aprendiendo nuevos comportamientos para saber quién es quién en el grupo, quién es la pareja dominante y quiénes están abajo de ellos y gracias a eso funcionan y sobreviven en vida libre, es importantísimo saber quién decide a dónde ir, dónde comer, etcétera, para que los demás lo sigan, que es la pareja alfa y sobrevivan en conjunto. Son animales que sobreviven en vida libre gracias a que colaboran entre ellos y y forman una familia, una manada".
La etapa del destete es cuando los cachorros aprenden a comer sólidos y es "bonito poder observarlos", dice el director general de Zoológicos de la Ciudad de México.
"Hay gente que podría estar aquí horas viéndolos y aprendiendo del comportamiento, es el destete, ahorita estamos viendo a los cachorros cómo aprenden a comer sólidos, están aprendiendo apenas a comer carne y lo que les damos a los adultos, ya que primero todo el tiempo están alimentándose de la mamá y posteriormente van aprendiendo a comer de las sobras que dejan los papás; o tanto el papá como la mamá cuando un cachorro les solicita y les lame los los belfos (labios) y la boca, eso se entiende como que quieren que les den de comer, entonces los lobos regurgitan parte de ese alimento que ya habían consumido para enseñarlos a comer".
"La gente puede ver esto aquí en en cautiverio, es importantísimo para que aprendan a apreciar cómo son buenos padres los lobos y poco a poco van sacando adelante a sus cachorros… es lo bonito de poder ver una manada y cómo se van desarrollando", agregó Gual Sill.
La batalla contra la extinción
Los zoológicos, explica el maestro en Ciencias, son una herramienta para la conservación de especies y dijo, el objetivo es que las personas aprendan de las visitas que hacen a estos recintos y seamos conscientes del impacto ecológico que todos tenemos diariamente.
"Hacia donde vamos es a un cambio de actitud positivo del cuidado del medio ambiente, aunque no nos dediquemos a la fauna silvestre todos tenemos un impacto, una huella ecológica que podemos minimizar todos los días, y eso va en beneficio del entorno de estos animales y algún día permitirá que más lobos vayan a vida libre que es donde deben de estar", indicó Gual Sill.
Seje y Rhi, así como sus crías, no pertenecen al zoológico de Chapultepec, sino que forman parte del programa para la recuperación de los lobos mexicanos, en el que participa tanto México como Estados Unidos.
El lobo mexicano es una especie en peligro extinción porque durante décadas los ganaderos realizaron una campaña de exterminio en su contra. Según ellos, interfería con sus producciones y atacaban a sus animales de crianza.
"Estuvo apunto de extinguirse por diferentes razones, la historia de la Caperucita Roja que como niños la hemos escuchado, donde parece que el lobo es el malo, malo para el humano y malo para nuestras actividades; sin embargo, esta especie estaba ahí antes de que llegará el hombre, el lobo mexicano, como un depredador natural, en su entorno cumple una función básica en la ecología de los lugares en donde habita y esta función se fue perdiendo con el paso de los años porque se consideraba que era una amenaza para para los humanos, para la ganadería, especialmente en el norte de México y sur de Estados Unidos y y hace algunos años se promovió su su erradicación", explicó el especialista.
Fue hasta finales de los años 80 que inició el programa binacional entre México y Estados Unidos para la recuperación de esta especie con la población casi extinta. Se llegaron a calcular solo siete ejemplares.
De acuerdo al funcionario, el programa ha dado buenos frutos. Actualmente hay 485 lobos mexicanos repartidos entre los dos países. En la iniciativa participan 17 instituciones, algunas con instalaciones para preparar la liberación a la vida silvestre.
Hoy en día hay alrededor de 140 lobos en cautiverio en México y se calculan 32 0 35 ejemplares en su hábitat natural.
"Eso es lo que promovemos hoy en día los zoológicos, la conservación de especies a través de este programa… aportamos con crías o simplemente manteniendo algunos animales que este año no se van a reproducir, y los mantenemos vivos para mantener viva su genética y en el momento que se requiera se van a reproducir aquí o en algún otro zoológico de México o de Estados Unidos".
Una de las aportaciones fundamentales de México para que fuera exitoso el programa de recuperación, fue que en el zoológico de Aragón se encontraron ejemplares del lobo mexicano de un linaje diferente al que tenían los que se encontraban en EEUU, de tal manera que se pudo hacer el complejo proceso de reproducción.
Tenemos la fortuna de tener una camada más aquí en el zoológico Chapultepec
Programa Binacional entre México y Estados Unidos para la recuperación del lobo mexicano
En México hubo seis camadas este año en cautiverio, 31 cachorros de lobo mexicano se encuentran en distintos puntos del país. "Si no hubiera sido por los zoológicos, muchas especies estarían extintas. Una de ellas es el lobo mexicano", expresó contundente al especialista.
La camada de seis cachorros que nació en el zoológico de Chapultepec se quedará posiblemente un año, eso se decide en las reuniones que especialistas de ambos países llevan a cabo anualmente en las que evalúan los avances, nuevos nacimientos y los movimientos que se harán de los ejemplares hacia otros zoológicos para su reproducción.
"Esta camada se podría quedar aquí un año más y luego ver si mueve o se deja que tengan una segunda camada. Por espacio ahorita estamos viendo hacia dónde se van todos, nacieron más de 30 (lobos) en México y hay que distribuirlos, entonces lo que queremos ahora a través de esta reunión es que otras instituciones se sumen para tener más espacio en cautiverio. Lo más difícil es contar con espacio para todos".
El objetivo de las especies que están en vías de recuperación, y se encuentran en zoológicos, no es la exhibición al público, sino la rehabilitación para que algún día puedan vivir en vida silvestre.
"No se pueden simplemente liberar, hay que entrenarlos rehabilitarlos y algunos de ellos algún día llegarán a vida libre, no todos pueden pero mientras tanto las poblaciones en cautiverio son fundamentales para mantener viva la especie, y de esta manera los hijos o los nietos de ellos puedan vivir en su hábitat natural", manifestó el director de zoológicos.
Los animales no saben de fronteras
Al cuestionar al experto sobre los efectos que tienen las barreras artificiales entre México y Estados Unidos en el hábitat del lobo mexicano, éste aseguró contundente que son perjudiciales.
"Los animales no conocen de fronteras, ellos habitan de un lado y otro, no importa si es Estados Unidos o México, depende de su hábitat. Especialmente al lobo mexicano porque comparten su hábitat, están muy separadas las zonas de liberación de Estados Unidos y México, pero originalmente el hábitat era continuo, entonces cualquier barda o lo que sea, afecta las poblaciones, las separa y genera un ecocidio", recalcó Gual Sill.
"Está asegurada la cantidad y calidad del alimento de los animales en los tres zoológicos de la CDMX"
El director de Zoológicos y de la Fauna Silvestre en la Ciudad de México aseguró que se atiende y se alimenta adecuadamente a todos los animales de los tres recintos.
"No hubo reducción (presupuestal), simplemente son procesos que van avanzado a lo largo del año. Hasta junio se han gastado 20 millones de pesos en alimentos, y tenemos 15 millones más, tenemos un presupuesto de más de 35 millones pero es variable, ahorita decir que se va a gastar tanto es imposible, porque acaban de nacer seis lobos que en dos o tres meses ya van a estar comiendo como un adulto, entonces hay que hacer una ampliación para añadir. Está asegurada cantidad y calidad del alimento de los animales en los tres zoológicos de la Ciudad de México", aclaró el funcionario.
"El comportamiento de los lobos es impresionante, porque son animales que se cuidan unos a otros y que se abocan a atender a las crías y asegurar que salgan adelante, es fabuloso ver el comportamiento de estos animales", concluyó el maestro en ciencias.