Página Siete: Wilstermann no ganó, el DT Vigevani lo perdió
El técnico de los celestes puso ayer un equipo distinto al que entrenó durante la semana y así le fue.
Marco Mejía / La Paz
Bolívar tuvo una noche para el olvido en Cochabamba al caer por 3-2 frente a Wilstermann, por la segunda fecha del torneo Clausura.
¿Qué lectura tiene Vigevani de los partidos? Hace una semana admitía que se había equivocado en la conformación del equipo que ganó agónicamente a Oriente Petrolero por 3-2, pero ayer reiteró los mismos errores.
Frente a los refineros, Juan José Orellana y Mauricio Prieto le salvaron a la Academia, pero ayer los dos jugadores estaban en el banco de suplentes de forma inexplicable.
Durante la semana, el técnico de Bolívar entrenó con un equipo y a la hora del encuentro jugó otro. Orellana era titular hasta el jueves, pero en la víspera se incluyó al juvenil Luis Rivas, en el medio aparecía como gran alternativa Christian Machado y ayer no fue convocado. Finalmente en la zaga central Luis Gutiérrez reapareció después de tener sólo tres días de trabajo con la plantilla, volvía de una lesión y se notó la falta de ritmo que tiene el zaguero.
En el medio campo los celestes extrañan, cada jornada que pasa, más a Leonel Justiniano, ya que el uruguayo Ángel Rodríguez todavía no aparece y el equipo deambula en la cancha porque falta conexión con el ataque.
Rivas marca a Ramiro Ballivián, de filas de Wilster.
Con todos estos problemas, los rojos aprovecharon al máximo los “horrores” de la última línea celeste, en especial del golero Saidt Mustafá en los dos primeros goles.
A los ocho minutos Chávez sacó un centro desde la derecha, el juvenil Rivas bajó la pelota con la cabeza para que la agarre Mustafá, que estaba desubicado, y batió su propia meta.
Sobre los 25, el golero celeste salió a despejar un balón fuera de su área, el DT rival se avivó al apurar el lateral y Gilbert Álvarez colgó a Mustafá para el segundo de la tarde. En la jugada los celestes se descontrolaron porque el DT Cristian Díaz les grito el tanto en la cara y Mauricio Prieto y el entrenador de Wilster fueron expulsados.
La primera etapa de terror para los celestes terminó a los 41 con un balón que perdió Angel Rodríguez, Álvarez cedió el pase al centro y definió Víctor Melgar para el tercero, a los 41.
Errores reiterativos
El cuerpo técnico de la Academia no pudo corregir en el segundo tiempo los errores que tuvo en la confección del equipo. El DT hizo ingresar a Jorge Flores, que volvía luego de siete meses y con poco ritmo de competencia, además de Vladimir Castellón, que tuvo tres entrenamientos con el equipo.
Los rojos se conformaron con los tres goles de diferencia y dejaron crecer a su rival. El descuento llegó a los 28 de esta etapa con una serie de rebotes en el área chica de Wilster que fue aprovechado por Luis Gutiérrez. A dos minutos del final Callejón puso el segundo para Bolívar mediante tiro penal y no le alcanzó el tiempo para lograr la igualdad.
Los rojos son punteros del campeonato con dos triunfos consecutivos, Bolívar no es el mismo del primer semestre, su técnico tampoco es el mismo, ya que comete muchos errores en el armado de los oncenos.
Bolívar tuvo una noche para el olvido en Cochabamba al caer por 3-2 frente a Wilstermann, por la segunda fecha del torneo Clausura.
¿Qué lectura tiene Vigevani de los partidos? Hace una semana admitía que se había equivocado en la conformación del equipo que ganó agónicamente a Oriente Petrolero por 3-2, pero ayer reiteró los mismos errores.
Frente a los refineros, Juan José Orellana y Mauricio Prieto le salvaron a la Academia, pero ayer los dos jugadores estaban en el banco de suplentes de forma inexplicable.
Durante la semana, el técnico de Bolívar entrenó con un equipo y a la hora del encuentro jugó otro. Orellana era titular hasta el jueves, pero en la víspera se incluyó al juvenil Luis Rivas, en el medio aparecía como gran alternativa Christian Machado y ayer no fue convocado. Finalmente en la zaga central Luis Gutiérrez reapareció después de tener sólo tres días de trabajo con la plantilla, volvía de una lesión y se notó la falta de ritmo que tiene el zaguero.
En el medio campo los celestes extrañan, cada jornada que pasa, más a Leonel Justiniano, ya que el uruguayo Ángel Rodríguez todavía no aparece y el equipo deambula en la cancha porque falta conexión con el ataque.
Rivas marca a Ramiro Ballivián, de filas de Wilster.
Con todos estos problemas, los rojos aprovecharon al máximo los “horrores” de la última línea celeste, en especial del golero Saidt Mustafá en los dos primeros goles.
A los ocho minutos Chávez sacó un centro desde la derecha, el juvenil Rivas bajó la pelota con la cabeza para que la agarre Mustafá, que estaba desubicado, y batió su propia meta.
Sobre los 25, el golero celeste salió a despejar un balón fuera de su área, el DT rival se avivó al apurar el lateral y Gilbert Álvarez colgó a Mustafá para el segundo de la tarde. En la jugada los celestes se descontrolaron porque el DT Cristian Díaz les grito el tanto en la cara y Mauricio Prieto y el entrenador de Wilster fueron expulsados.
La primera etapa de terror para los celestes terminó a los 41 con un balón que perdió Angel Rodríguez, Álvarez cedió el pase al centro y definió Víctor Melgar para el tercero, a los 41.
Errores reiterativos
El cuerpo técnico de la Academia no pudo corregir en el segundo tiempo los errores que tuvo en la confección del equipo. El DT hizo ingresar a Jorge Flores, que volvía luego de siete meses y con poco ritmo de competencia, además de Vladimir Castellón, que tuvo tres entrenamientos con el equipo.
Los rojos se conformaron con los tres goles de diferencia y dejaron crecer a su rival. El descuento llegó a los 28 de esta etapa con una serie de rebotes en el área chica de Wilster que fue aprovechado por Luis Gutiérrez. A dos minutos del final Callejón puso el segundo para Bolívar mediante tiro penal y no le alcanzó el tiempo para lograr la igualdad.
Los rojos son punteros del campeonato con dos triunfos consecutivos, Bolívar no es el mismo del primer semestre, su técnico tampoco es el mismo, ya que comete muchos errores en el armado de los oncenos.
