Luis Almagro exigió a la dictadura de Nicolás Maduro permitir el ingreso de una comisión de DDHH de la ONU a la sede del Dgcim
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió constatar el estado de salud de los presos políticos que se encuentran en las instalaciones de la Dirección de Contrainteligencia chavista
Infobae
En medio de las crecientes denuncias por violación a los derechos humanos y torturas en Venezuela, este miércoles Luis Almagro exigió a la dictadura de Nicolás Maduro permitir el ingreso de una comisión de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió el ingreso de esa comisión para constatar el estado de salud de los militares que se encuentran detenidos como presos políticos del régimen.
"Exigimos permiso de ingreso para comisión de @UNHumanRights a DGCIM para comprobar estado de salud y fe de vida de presos políticos Coronel Luis De La Sotta, Tenientes Coroneles Ruperto Molina y Marín Chaparro y civil Carlos Marrón", indicó el diplomático uruguayo en su cuenta de Twitter.
Almagro se unió así al desesperado pedido de Molly De La Sotta, hermana del coronel Luis De La Sotta, quien exigió fe de vida tanto de su hermano como del resto de los presos políticos.
"Están siendo torturados por protestar para que la comisión de Michelle Bachelet ingrese en el DGCIM", denunció De La Sotta, también vía Twitter.
Asimismo, agradeció a la diputada opositora Delsa Solórzano, quien se hizo eco de esta situación, durante una entrevista con Shirley Radio: "La realidad es que los emisarios de la ONU están aquí, atienden a las familias, a los denunciantes y a nosotros. Toman notas, elaboran informes, pero no lo dejan entrar a ningún lado".
Las presiones por las torturas del régimen han ido en aumento tras la publicación del lapidario informe de la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que reflejó la verdadera realidad que atraviesa Venezuela.
En el marco de la visita de la ex presidente de Chile a Venezuela, agentes de las fuerzas de seguridad chavistas torturaron hasta la muerte al capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Desde entonces, organismos internacionales defensores de derechos humanos han hecho más hincapié en la necesidad de verificar el estado de salud de los presos políticos.
Este martes, tras la XV reunión celebrada en Buenos Aires, el Grupo de Lima decidió "remitir el informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a la oficina de la Fiscal de la Corte Penal Internacional", y que se trate en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El reporte de Bachelet, aseguró el bloque en su resolución final, "no deja margen para que algunos países sigan apoyando al régimen ilegítimo de Maduro"
En medio de las crecientes denuncias por violación a los derechos humanos y torturas en Venezuela, este miércoles Luis Almagro exigió a la dictadura de Nicolás Maduro permitir el ingreso de una comisión de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió el ingreso de esa comisión para constatar el estado de salud de los militares que se encuentran detenidos como presos políticos del régimen.
"Exigimos permiso de ingreso para comisión de @UNHumanRights a DGCIM para comprobar estado de salud y fe de vida de presos políticos Coronel Luis De La Sotta, Tenientes Coroneles Ruperto Molina y Marín Chaparro y civil Carlos Marrón", indicó el diplomático uruguayo en su cuenta de Twitter.
Almagro se unió así al desesperado pedido de Molly De La Sotta, hermana del coronel Luis De La Sotta, quien exigió fe de vida tanto de su hermano como del resto de los presos políticos.
"Están siendo torturados por protestar para que la comisión de Michelle Bachelet ingrese en el DGCIM", denunció De La Sotta, también vía Twitter.
Asimismo, agradeció a la diputada opositora Delsa Solórzano, quien se hizo eco de esta situación, durante una entrevista con Shirley Radio: "La realidad es que los emisarios de la ONU están aquí, atienden a las familias, a los denunciantes y a nosotros. Toman notas, elaboran informes, pero no lo dejan entrar a ningún lado".
Las presiones por las torturas del régimen han ido en aumento tras la publicación del lapidario informe de la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que reflejó la verdadera realidad que atraviesa Venezuela.
En el marco de la visita de la ex presidente de Chile a Venezuela, agentes de las fuerzas de seguridad chavistas torturaron hasta la muerte al capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo. Desde entonces, organismos internacionales defensores de derechos humanos han hecho más hincapié en la necesidad de verificar el estado de salud de los presos políticos.
Este martes, tras la XV reunión celebrada en Buenos Aires, el Grupo de Lima decidió "remitir el informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a la oficina de la Fiscal de la Corte Penal Internacional", y que se trate en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El reporte de Bachelet, aseguró el bloque en su resolución final, "no deja margen para que algunos países sigan apoyando al régimen ilegítimo de Maduro"
