Los enviados de Maduro y Guaidó retoman un diálogo que pende de un hilo

Las delegaciones chocan sobre los tiempos: el chavismo quiere una mesa "permanente" y la oposición, una negociación expedita

Francesco Manetto
Caracas, El País
Los representantes de Nicolás Maduro y Juan Guaidó enviados a Barbados para explorar una negociación reanudaron este lunes los contactos con distintas expectativas sobre la filosofía de ese acercamiento. El Gobierno chavista quiere que las conversaciones promovidas por Noruega se conviertan en una mesa de diálogo “permanente”. Es decir, su objetivo consiste en rebajar posiciones y, a la vez, ganar tiempo. La delegación de la Asamblea Nacional lo rechaza y busca una solución rápida que abra la puerta a una transición.


Es urgente, para la oposición, que comience una etapa de renovación de algunos organismos públicos, empezando por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que ejerce el control de los procesos electorales. La meta es, en última instancia, una convocatoria de presidenciales libres. Los comicios celebrados en mayo de 2018 en los que el sucesor de Hugo Chávez revalidó su mandato fueron rechazados por la gran mayoría de las formaciones políticas críticas con el chavismo por carecer de garantías. Sus principales dirigentes estaban privados de libertad o inhabilitados y el bloque alternativo a Maduro no tenía un líder claro. Así las cosas, este acudió a las urnas sin competencia real, lo que generó, según la interpretación del Parlamento, una situación de usurpación del poder.

Pese al escepticismo generalizado y las abiertas quejas de algunos sectores opositores, Guaidó, jefe del Legislativo con el apoyo de la mayoría de los países americanos y europeos, pretende aprovechar ahora la mediación noruega para lograr una renuncia del mandatario. Asegura que ese no es su único "frente de lucha". Sin embargo, tras meses de estancamiento, quiere al menos intentarlo. Sus argumentos: “Tenemos la fuerza de la calle, el respaldo de la gente, el reconocimiento internacional y un plan país definido”. “El desespero los lleva a reaccionar, pero ya es inevitable: vamos rumbo a la transición”, señaló. Su gabinete de comunicación anunció que la delegación designada retorna a Barbados, después de los encuentros mantenidos la semana pasada, “para continuar, de manera expedita, con el mecanismo de negociación de Oslo para lograr el cambio que le ponga fin al sufrimiento de los venezolanos”.

La postura del régimen se sitúa, de entrada, muy lejos de esa posición. “La delegación del Gobierno bolivariano de Venezuela ya ha arribado a la solidaria tierra de Barbados para continuar con el diálogo de paz con las oposiciones venezolanas”, dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, en un vídeo difundido en las redes sociales. Este viajó a la isla con un equipo integrado, entre otros, por el titular de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, y el gobernador del Estado Miranda, Héctor Rodríguez uno de los activos políticos en alza del chavismo. Todos ellos llevan meses reclamando que la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, levante las sanciones a las que el Gobierno achaca la gravísima crisis económica pese a sus dos décadas de gestión, la corrupción estructural de PDVSA y una hiperinflación sin precedentes.

“Sostenemos lo que ha sido el norte, lo que ha sido el planteamiento fundamental del presidente Nicolás Maduro. Un diálogo permanente para la paz, para la coexistencia pacífica, para la resolución constitucional democrática de las controversias políticas y sociales”, continuó. Con estas premisas, los enviados encaran un diálogo que pende de un hilo y que por ahora consiste en una agenda de seis puntos que aún no han sido especificados.

La fragilidad de estas conversaciones quedó reflejada la semana pasada al término de la primera ronda de contactos en las palabras de Stalin González, representante de la delegación de Guaidó. "No caeremos en las provocaciones de quienes solo quieren permanecer en el poder. Los ojos de la comunidad internacional están puestos en nuestra patria. Al menor intento de un nuevo fraude por parte de factores del régimen, este mecanismo será descartado y las consecuencias serán incalculables", afirmó el vicepresidente segundo del Parlamento. Defenderá sus planteamientos con la ayuda del exrector del Consejo Nacional Electoral Vicente Díaz el exministro del Gobierno de Carlos Andrés Pérez Fernando Martínez Mottola y el exalcalde opositor Gerardo Blyde.

Entretanto, Guaidó continuó el fin de semana con su gira por el interior del país. Las regiones periféricas son las más golpeadas por la catástrofe económica y los cortes de suministros. El político intenta mantener altos los ánimos de sus seguidores mientras mantiene activo el respaldo internacional. Este lunes, avanzó en Twitter, habló con Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego desde hace una semana. "Apreciamos el apoyo de Grecia en la Unión Europea para la recuperación de la democracia en Venezuela. Desde hoy trabajaremos juntos en la cooperación entre ambas naciones".

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