Los dos Messi: 34 de 64 en el Barça... 0 de 9 con Argentina
Leo ha ganado 34 títulos de los 64 disputados con el conjunto culé, un asombroso 53,1%. Con Argentina este porcentaje es del 0%, pues no ganó ninguno.
Aritz Gabilondo
As
Los dos Messi: 34 de 64 en el Barça... 0 de 9 con Argentina
Perdió Argentina y ya no es noticia. La eliminación ante Brasil en semifinales de la Copa América es una más de la Albiceleste estos años, una más también de Messi como líder del equipo. Argentina no gana un título en categoría absoluta desde 1993 (si conquistó los JJ OO -torneo Sub-23- en 2004 y 2008). Es decir, el país de Maradona, Kempes, Fillol, Riquelme o Batistuta va camino de los 30 años sin levantar un Mundial o una Copa América.
Tres décadas que han arrastrado también por completo a Messi, algo insólito a la vista de su capacidad para levantar trofeos con el Barça. Leo ha ganado 34 títulos de los 64 disputados con el conjunto culé, un asombroso 53,1%. Por eso es igual de asombroso o más que con Argentina este porcentaje sea del 0%.
Han sido nueve grandes torneos los jugados por él hasta la fecha: cinco Copas América (2007, 2011, 2015, 2016 y2019) y cuatro Mundiales (2006, 2010, 2014 y 2018). Todos ellos acabaron en decepción. Entre estas nueve citas, Messi disputó 46 encuentros, anotó 15 goles y repartió 19 asistencias. Su media de goles en fases finales, por lo tanto, es de uno cada tres partidos (33%), mientras que con el Barça suma 614 tantos en 719 choques (un 85%).
Messi no ha hecho una gran Copa América, pero sí fue el mejor en la semifinal ante Brasil. Quizá por eso la sensación final es de tristeza y no de abatimiento como en otras ocasiones. Después de perder la final de la Copa América Centenario en 2016, la tercera seguida en tres años consecutivos, anunció su adiós a la selección, algo de lo que meses después se desdijo.
Volvió para meter a Argentina en el Mundial de 2018, aunque nuevamente sin suerte en la fase final. Después de un tiempo ausente, también regresó para abanderar a la Albiceleste en esta Copa América de Brasil. Pero nada. Ahora el discurso de Messi e incluso del país argentino es otro. El 10 se centró en criticar al árbitro en su duro análisis y ensalzó a algunos jugadores jóvenes (Paredes, Lo Celso, Lautaro...) que han ayudado a que el equipo haya alcanzado las semifinales. “No dejes de intentarlo”, tituló Olé un artículo para describir su futuro a partir de ahora.
Messi, que acaba de cumplir 32 años, tiene dos balas más en la recámara. Parece que serán las últimas. Una es la Copa América del próximo año a celebrarse de manera conjunta en Colombia y Argentina, precisamente. La CONMEBOL pasa el torneo a los años pares que no sean de Mundial y eso favorece a Messi, que tendrá una opción más para romper su sequía con la selección; el otro es el Mundial de Qatar, cuyo largo camino empieza en marzo de 2020 con las Eliminatorias.
Si Leo no logra conquistar ninguno de estos dos próximos torneos, se podrá dar casi por zanjada su carrera internacional. Tendrá 34 años y recuerdos innumerables de lo que pudo haber sido y no fue. Como la actual Copa América de Brasil. Tampoco esta vez hubo suerte. La pesadilla continúa.
Aritz Gabilondo
As
Los dos Messi: 34 de 64 en el Barça... 0 de 9 con Argentina
Perdió Argentina y ya no es noticia. La eliminación ante Brasil en semifinales de la Copa América es una más de la Albiceleste estos años, una más también de Messi como líder del equipo. Argentina no gana un título en categoría absoluta desde 1993 (si conquistó los JJ OO -torneo Sub-23- en 2004 y 2008). Es decir, el país de Maradona, Kempes, Fillol, Riquelme o Batistuta va camino de los 30 años sin levantar un Mundial o una Copa América.
Tres décadas que han arrastrado también por completo a Messi, algo insólito a la vista de su capacidad para levantar trofeos con el Barça. Leo ha ganado 34 títulos de los 64 disputados con el conjunto culé, un asombroso 53,1%. Por eso es igual de asombroso o más que con Argentina este porcentaje sea del 0%.
Han sido nueve grandes torneos los jugados por él hasta la fecha: cinco Copas América (2007, 2011, 2015, 2016 y2019) y cuatro Mundiales (2006, 2010, 2014 y 2018). Todos ellos acabaron en decepción. Entre estas nueve citas, Messi disputó 46 encuentros, anotó 15 goles y repartió 19 asistencias. Su media de goles en fases finales, por lo tanto, es de uno cada tres partidos (33%), mientras que con el Barça suma 614 tantos en 719 choques (un 85%).
Messi no ha hecho una gran Copa América, pero sí fue el mejor en la semifinal ante Brasil. Quizá por eso la sensación final es de tristeza y no de abatimiento como en otras ocasiones. Después de perder la final de la Copa América Centenario en 2016, la tercera seguida en tres años consecutivos, anunció su adiós a la selección, algo de lo que meses después se desdijo.
Volvió para meter a Argentina en el Mundial de 2018, aunque nuevamente sin suerte en la fase final. Después de un tiempo ausente, también regresó para abanderar a la Albiceleste en esta Copa América de Brasil. Pero nada. Ahora el discurso de Messi e incluso del país argentino es otro. El 10 se centró en criticar al árbitro en su duro análisis y ensalzó a algunos jugadores jóvenes (Paredes, Lo Celso, Lautaro...) que han ayudado a que el equipo haya alcanzado las semifinales. “No dejes de intentarlo”, tituló Olé un artículo para describir su futuro a partir de ahora.
Messi, que acaba de cumplir 32 años, tiene dos balas más en la recámara. Parece que serán las últimas. Una es la Copa América del próximo año a celebrarse de manera conjunta en Colombia y Argentina, precisamente. La CONMEBOL pasa el torneo a los años pares que no sean de Mundial y eso favorece a Messi, que tendrá una opción más para romper su sequía con la selección; el otro es el Mundial de Qatar, cuyo largo camino empieza en marzo de 2020 con las Eliminatorias.
Si Leo no logra conquistar ninguno de estos dos próximos torneos, se podrá dar casi por zanjada su carrera internacional. Tendrá 34 años y recuerdos innumerables de lo que pudo haber sido y no fue. Como la actual Copa América de Brasil. Tampoco esta vez hubo suerte. La pesadilla continúa.