La Ligue 1 busca paulatinamente acercarse a las grandes ligas
La llegada de Mediapro en 2020 para televisar la competición en Francia abre la posibilidad de que, poco a poco, los equipos franceses reciban más dinero y puedan competir con otras ligas.
Andrés Onrubia
As
Uno de los principales motivos por los que la Ligue 1 no consigue retener a los mejores jugadores de fútbol en las últimas temporadas es por los ingresos que reciben los clubes en materia televisiva. El campeonato francés, muy lejos de la Premier y también de Italia o España, está buscando fórmulas para que las pérdidas económicas del campeonato sean menores y, de este modo, poder hacer frente a las ofertas millonarias que llegan temporada tras temporada por los talentos jóvenes que emergen.
En la última temporada, las pérdidas de los equipos en Ligue 1 ascendieron a 150 millones de euros, 26 menos que en el curso 2017/2018, pero todavía lejos del objetivo de la DNCG de equilibrar todas las cuentas financieras. En la 2018/2019, 15 fueron los equipos que no tuvieron pérdidas en la Ligue 1, una noticia que puede tomarse positivamente pero que engaña en el trasfondo del asunto: la mayoría de los equipos del campeonato francés no superaron los 40 millones de € en inversiones, algo que se explica también desde la perspectiva de las tasas impositivas que existen en Francia.
En Italia se ha aprobado recientemente una ley que beneficia a las estrellas que jueguen en la Serie A y, por el contrario, en Francia los impuestos son muy elevados para ingresos superiores a 150.000€: mientras que en Alemania se paga un 45% de impuestos a partir 300.000€, en Francia, a partir de la mitad, se está gravando con un tipo impositivo elevado. Es la causa de que Francia sea un país complicado para realizar inversiones. En Mónaco, los jugadores extranjeros no pagan impuestos y es la causa de que en los últimos años hayan llegado jugadores como Falcao, James, Moutinho, o Fàbregas en 2019.
En inversiones, en Francia han desembarcado importantes fortunas en clubs de fútbol. El Stade Rennais, por ejemplo, tiene a François-Henri Pinault como propietario, una de las mayores fortunas del mundo, esposo de Salma Hayek. El empresario volvió a ser el centro de atención cuando hace unos meses donó 200 millones de € para reconstruir la catedral de Notre Damme tras el incendio reciente. Por el contrario, en el club, por otras razones -aparentemente fiscales- no se ha invertido lo suficiente como para hacer del Stade Rennais un equipo competitivo. Aunque hay que matizar que en 2019 ganó la Coupe de France y llegó a los octavos de final de la Europa League por primera vez en su historia.
Los salarios son una de las principales fuentes de gastos en Francia y los elevados impuestos son una importante carga para los clubs, por aquello de pactase salarios netos. Incluso en Mónaco, donde los jugadores de otras nacionalidades están exentos de pagar impuestos, se están fichando jóvenes jugadores debido a las trabas que se pone al fútbol en Francia en materia fiscal. Otro ejemplo es el de Frank McCourt, que aterrizó en el Olympique de Marseille en 2017 pisando fuerte, teniendo pérdidas de 80 millones de euros en las dos últimas temporadas, por lo que se ha visto obligado a reducir sus inversiones para ajustar el fair-play financiero. En Francia, las pocas ayudas externas que reciben los inversores vienen de la televisión y patrocinadores, y triste es que el PSG, pese a recibir la mayoría de estas ayudas, no percibe más de 60 millones de € en materia televisiva.
Mediapro, ¿una nueva era para la Ligue 1?
En los últimos años, el PSG ha sido el equipo que más dinero ha recibido en materia de derechos televisivos, pero los 57 millones que recibe el equipo parisino están a muy lejos de los más de 170 millones de € que se embolsa el Manchester United. Es más, el Huddersfield, el equipo que menos dinero recibió de la Premier en materia televisiva, se embolsó 40 millones de € más que el mejor pagado en Ligue 1. Los 96 millones abonados al Huddersfield en la última temporada son muy superiores a los 51 que percibió el Olympique Lyonnais, o los 46 que del Olympique de Marseille. La balanza está muy desequilibrada, pero también habla muy bien de la Premier League en este aspecto.
Mediapro anunció el pasado mes de marzo que adquirirá los derechos de la Ligue 1 a partir de la 2020/2021. No en su totalidad, pero la competición francesa sacó a subasta los derechos televisivos con el objetivo de incrementar la cifra de ingresos de la Ligue 1, y vaya si lo consiguió. La empresa creada por Roures pagó 1.153 millones de euros por adquirir los derechos, un 60% más que en la última temporada y que dice mucho del impacto que puede tener el canal en el crecimiento de la Ligue 1.
Mientras que España consolidará en la temporada 2019/2020 su distancia respecto a la Bundesliga en los derechos televisivos, el boom en Francia tendrá que esperar a la 2020/2021, cuando Mediapro emitirá por televisión cuatro partidos importantes por jornada y abonará cantidades muy superiores a las que han venido percibiendo los clubes de Ligue 1 en las últimas temporadas. Es cierto que no será suficiente para compararse con la Premier por ahora, pero sí será una ayuda importante para los clubes que, año tras año, tienen que vender a sus mejores jugadores por incapacidad económica para retenerlos.
Andrés Onrubia
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Uno de los principales motivos por los que la Ligue 1 no consigue retener a los mejores jugadores de fútbol en las últimas temporadas es por los ingresos que reciben los clubes en materia televisiva. El campeonato francés, muy lejos de la Premier y también de Italia o España, está buscando fórmulas para que las pérdidas económicas del campeonato sean menores y, de este modo, poder hacer frente a las ofertas millonarias que llegan temporada tras temporada por los talentos jóvenes que emergen.
En la última temporada, las pérdidas de los equipos en Ligue 1 ascendieron a 150 millones de euros, 26 menos que en el curso 2017/2018, pero todavía lejos del objetivo de la DNCG de equilibrar todas las cuentas financieras. En la 2018/2019, 15 fueron los equipos que no tuvieron pérdidas en la Ligue 1, una noticia que puede tomarse positivamente pero que engaña en el trasfondo del asunto: la mayoría de los equipos del campeonato francés no superaron los 40 millones de € en inversiones, algo que se explica también desde la perspectiva de las tasas impositivas que existen en Francia.
En Italia se ha aprobado recientemente una ley que beneficia a las estrellas que jueguen en la Serie A y, por el contrario, en Francia los impuestos son muy elevados para ingresos superiores a 150.000€: mientras que en Alemania se paga un 45% de impuestos a partir 300.000€, en Francia, a partir de la mitad, se está gravando con un tipo impositivo elevado. Es la causa de que Francia sea un país complicado para realizar inversiones. En Mónaco, los jugadores extranjeros no pagan impuestos y es la causa de que en los últimos años hayan llegado jugadores como Falcao, James, Moutinho, o Fàbregas en 2019.
En inversiones, en Francia han desembarcado importantes fortunas en clubs de fútbol. El Stade Rennais, por ejemplo, tiene a François-Henri Pinault como propietario, una de las mayores fortunas del mundo, esposo de Salma Hayek. El empresario volvió a ser el centro de atención cuando hace unos meses donó 200 millones de € para reconstruir la catedral de Notre Damme tras el incendio reciente. Por el contrario, en el club, por otras razones -aparentemente fiscales- no se ha invertido lo suficiente como para hacer del Stade Rennais un equipo competitivo. Aunque hay que matizar que en 2019 ganó la Coupe de France y llegó a los octavos de final de la Europa League por primera vez en su historia.
Los salarios son una de las principales fuentes de gastos en Francia y los elevados impuestos son una importante carga para los clubs, por aquello de pactase salarios netos. Incluso en Mónaco, donde los jugadores de otras nacionalidades están exentos de pagar impuestos, se están fichando jóvenes jugadores debido a las trabas que se pone al fútbol en Francia en materia fiscal. Otro ejemplo es el de Frank McCourt, que aterrizó en el Olympique de Marseille en 2017 pisando fuerte, teniendo pérdidas de 80 millones de euros en las dos últimas temporadas, por lo que se ha visto obligado a reducir sus inversiones para ajustar el fair-play financiero. En Francia, las pocas ayudas externas que reciben los inversores vienen de la televisión y patrocinadores, y triste es que el PSG, pese a recibir la mayoría de estas ayudas, no percibe más de 60 millones de € en materia televisiva.
Mediapro, ¿una nueva era para la Ligue 1?
En los últimos años, el PSG ha sido el equipo que más dinero ha recibido en materia de derechos televisivos, pero los 57 millones que recibe el equipo parisino están a muy lejos de los más de 170 millones de € que se embolsa el Manchester United. Es más, el Huddersfield, el equipo que menos dinero recibió de la Premier en materia televisiva, se embolsó 40 millones de € más que el mejor pagado en Ligue 1. Los 96 millones abonados al Huddersfield en la última temporada son muy superiores a los 51 que percibió el Olympique Lyonnais, o los 46 que del Olympique de Marseille. La balanza está muy desequilibrada, pero también habla muy bien de la Premier League en este aspecto.
Mediapro anunció el pasado mes de marzo que adquirirá los derechos de la Ligue 1 a partir de la 2020/2021. No en su totalidad, pero la competición francesa sacó a subasta los derechos televisivos con el objetivo de incrementar la cifra de ingresos de la Ligue 1, y vaya si lo consiguió. La empresa creada por Roures pagó 1.153 millones de euros por adquirir los derechos, un 60% más que en la última temporada y que dice mucho del impacto que puede tener el canal en el crecimiento de la Ligue 1.
Mientras que España consolidará en la temporada 2019/2020 su distancia respecto a la Bundesliga en los derechos televisivos, el boom en Francia tendrá que esperar a la 2020/2021, cuando Mediapro emitirá por televisión cuatro partidos importantes por jornada y abonará cantidades muy superiores a las que han venido percibiendo los clubes de Ligue 1 en las últimas temporadas. Es cierto que no será suficiente para compararse con la Premier por ahora, pero sí será una ayuda importante para los clubes que, año tras año, tienen que vender a sus mejores jugadores por incapacidad económica para retenerlos.