La guerra del contrabando: paramilitares atacaron un puesto de la Guardia Nacional venezolana en la frontera con Colombia

Es la tercera vez en el último año en que ese puesto militar ha sido atacado. Es por ese lugar por donde más mercancías sin declarar están pasando, ya que hay menos control del lado colombiano

Sebastiana Barráez
desde Caracas, Venezuela
Mientras los jefes del Alto Mando Militar están en estos días bastante ocupados en actividades de celebración y abrazos, en la frontera sigue la guerra por el control del territorio. Es así como en horas de la tarde de este miércoles, un grupo paramilitar atacó a tiros al puesto fronterizo La Mulata, de la Tercera Compañía del Destacamento 212 de la Guardia Nacional Bolivariana, en el municipio "Pedro María Ureña", del estado Táchira.


Es la tercera vez en el último año en que ese puesto militar ha sido atacado por grupos paramilitares porque es por ese lugar por donde más contrabando está pasando, ya que hay menos control del lado colombiano, lo que permite que los contrabandistas tomen esa vía y pasen por La Mulata.

De Ureña hasta La Mulata se llega en unos diez minutos. El río está pegado a la carretera del lado venezolano y el puesto militar está ahí mismo, junto al río. Los contrabandistas han mantenido un negocio constante con los militares para que les permitan el paso de la mercancía.

Pero este miércoles, los militares habían recibido la queja de los paramilitares que controlan el negocio del contrabando por esa ruta, porque estaban haciendo un cobro elevado de vacuna (soborno). Los ánimos se caldearon y los irregulares atacaron el puesto militar.

El sargento William Alberto Contreras, adscrito al Segundo Pelotón Puesto Fronterizo, La Mulata, fue quien informó a sus superiores en San Cristóbal que estaban siendo atacados por un grupo armado.

La Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) se activó y enviaron a un Oficial subalterno con 30 hombres de la Tropa Profesional, que al mando del capitán Juan Francisco Hernández Gil llegaron hasta La Mulata para reforzar a los funcionarios militares que estaban siendo atacados. Poco después, los paramilitares, al darse cuenta de que llegaron refuerzos, se retiraron del lugar.

De este ataque resultaron dos efectivos militares heridos: el teniente Luis Ramos con herida abierta por esquirla en el brazo izquierdo y el S1 Darwin Armas Crespo con herida abierta en el cráneo por roce de proyectil. Los dos militares están adscritos a la 62 Brigada de Ingenieros de Combate.

Los irregulares no tuvieron ninguna baja, pero los militares quisieron hacer creer que dos personas que murieron por el cruce del fuego eran paramilitares. Uno de ellos, Franklin Geovany Velazco Chacón, de 39 años y con cédula venezolana, solo fue víctima colateral del enfrentamiento, porque estaba pasando por el río en el momento en que ocurría el tiroteo. Igual sucedió con un maletero de quien no se tienen mayores datos.

A La Mulata llegó posteriormente el Tcnel. Javier Parra López, comandante del 251 Batallón de Infantería con cuatro Oficiales Subalternos, 26 efectivos de Tropa Profesional y 30 efectivos de Tropa Alistada, así como también se presentó el Tcnel. Franklin Rivero Bayone, Comandante del D- 212, con un Oficial superior y 12 efectivos de Tropa Profesional.

Dos ataques previos

En febrero, con toda la expectativa creada para la entrada de la ayuda humanitaria, la frontera estaba particularmente agitada con fuerte presencia militar, muchos periodistas nacionales y extranjeros, la llegada de grupos armados en defensa de la revolución, diputados, líderes sociales, etcétera.

El 24 de febrero de 2019, un grupo de paramilitares se presentó al puesto militar La Mulata en el municipio "Pedro María Ureña" del estado Táchira y lo atacó con armas largas tratando de tomar el puesto militar. Ya en octubre de 2018 había ocurrido un hecho similar.

Muy cerca de La Mulata está la Aldea Las Cumbres. El 10 de septiembre de 2018, llegó a esa aldea un grupo de casi un centenar de hombres armados con granadas, armas largas, lanza granadas, fusiles y tiras cruzadas con muchas municiones. Se instalaron ahí. Mes y medio después ocurre el ataque contra el comando de la Guardia Nacional.

Pero en el primer ataque hubo ciertos hechos que no se dieron a conocer en ese momento. Según reportaron los funcionarios, el comando había sido tomado y el jefe del puesto secuestrado por los paramilitares, quienes exigían la libertad de unos compinches de su banda que habían sido detenidos en horas de la mañana.

Poco después se evidenció que el jefe de puesto no estaba secuestrado, sino que actuaba en connivencia con los paramilitares para liberar a los detenidos.

Cuando les enviaron refuerzos, los paramilitares decidieron abandonar el comando. En mayo de 2015, en Ureña del Táchira, fueron descubiertos 12 cadáveres en tres fosas comunes. El Gobierno Nacional y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se declararon en emergencia ante lo que estaría evidenciando la falta de Estado en la frontera.

El hallazgo lo hizo el Ejército Bolivariano, quien encontró 12 cadáveres en el sector La Mulata, específicamente en El Mamón. En una de las fosas había cráneos, en otra había cadáveres descuartizados, tiroteados y con las manos amarradas con alambre de púa, de integrantes del grupo de alias "Cara de Niña". Allí estaban desde el año 2014, como parte de la guerra entre Los Rastrojos y Los Urabeños.

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