La cárcel modelo de Caracas de la que se fugan los narcos más poderosos

El Centro de Reclusión Simón Bolívar, antes conocido como La Planta, ha sido el escenario de varios escapes de alto perfil en los últimos años, incluyendo el de tres miembros del cartel de Sinaloa y un traficante español buscado intensamente por Madrid. el chavismo lo muestra como un ícono de su gestión

Sebastiana Barráez
desde Caracas, Venezuela
Se llama La Planta y está ubicada en Caracas, la capital del país, y forma parte de las cárceles que la ministra de Asuntos Penitenciarios, María Iris Varela Rangel, enseña como modelo de su gestión. Recientemente se fugaron de ahí tres narcos del mexicano cartel de Sinaloa, por quienes la ministra ofreció recompensa. Pero no es la primera vez que eso sucede, aunque anteriormente no hubo ni noticia ni recompensa. Hubo silencio cuando en los primeros días de diciembre pasado también se fugó el español Vicente Lamarca Sánchez, solicitado por lavado de dinero y múltiples delitos; junto con él huyó un dominicano que aunque tenía boleta de excarcelación no lo dejaban salir.


La ministra Varela Rangel, al anunciar la fuga de los mexicanos Luis Fiol, Enrique Gastelum y Jorge Alarcón, publicó en twitter: "Daré recompensa a quien aporte pistas efectivas para la recaptura de los tres narcotraficantes mexicanos evadidos anoche".

El retén La Planta, ahora es llamado Centro de Reclusión Simón Bolívar, fue cerrado en el 2012 y reabierto en el 2017 con nombre nuevo y como centro de reeducación para reclusos extranjeros. Pero no sirve precisamente para reeducar y ahí han instalado a varios de los detenidos venezolanos por las Operaciones Manos de Papel y Manos de Metal.

Supuestamente es una cárcel de máxima seguridad pero ninguno de los custodios tiene armas de fuego, más allá de una vieja escopeta pajiza, de manera que no hay cómo hacerle frente a un grupo organizado de rescate, como ocurrió con el que liberó a los narcos mexicanos; después de esa fuga fueron detenidos el director suplente Valentín Angarita Pineda, y los custodios José Manuel Guaparuma Tovar, Enderson Alexander Estrada Vielma, Eiyer Zuleivy Chacón de Sánchez, Manuel Andrés Chacón Sojo, Rosaura Rojas, Rainer José Araujo Blanco y Yerick Rafael Liendo Smith. Lo curioso es que el subdirector apenas tenía unos días en el cargo como encargado de la Dirección, porque al titular Gleyner Betancurt fue a quien se le escapó, el 30 de abril 2019, el mayor (GNB) Carlos Alberto Marcano Vásquez, preso por participar en la Operación Manos de Metal y a quien el ministro de la Defensa Vladimir Padrino López le había revocado en el 2018 el ascenso después de haber sido ascendido a teniente coronel. Ese 30A Marcano Vásquez se escapa y corre a uniformarse y a hacer acto de presencia en las inmediaciones de la Base Aérea La Carlota, en momentos en que Juan Guiadó recibía el apoyo de más de un centenar de militares activos.

Se fuga Lamarca

El entonces director de la cárcel era Julio César Pérez y mantenía separado del resto de los detenidos a Vicente Lamarca Sánchez. Algunos reclusos lograron hablar con él porque para buscar el agua en los tobos, debían subir hasta donde él estaba y lograron conversar con el hombre de apariencia envejecida, con el pelo completamente blanco y de hablar pausado.

Ninguno sabía quién era él, a excepto del director Pérez. Lejos estaban los otros detenidos de sospechar que Lamarca era uno de los 10 hombres más buscados por el Estado español, por ser parte del Caso Malaya, la mayor trama de corrupción conocida en un Ayuntamiento en España, acusado de tráfico de drogas, delito contra la hacienda pública, blanqueo de capitales y quebrantamiento de condena en España.

El poderoso hombre era buscado desde el 5 de enero 2016, cuando en España le concedieron la posibilidad de visitar a su mamá, quien estaba enferma; pidió permiso a los custodios para entrar al baño y desde ahí saltó a través de una ventana en una huída al estilo Hollywood.

No se supo nada de él hasta que un año y nueves meses después, la Guardia Nacional Bolivariana lo detuvo en Barinas, el 17 de octubre 2017, con pasaporte español robado y cédula de identidad venezolana. Al consultar a las autoridades españolas descubren que se trata del poderoso narcotraficante. España solicita de inmediato la extradición y el Tribunal Supremo de Justicia la aprueba, de manera que el 20 de diciembre sería extraditado a su país de origen.

Entre los hechos extraños que rodearon el caso es que un mes antes aproximadamente el director de La Planta hizo un viaje a Europa. Y el día en que Lamarca se fugó, un recluso cuenta que Julio César Pérez les hizo una parrillada a todos los custodios de guardia. "Compró carne y les dio todo el licor que quisieron. Esa parrillada fue en un terreno adyacente, es decir los terrenos que quedaron de la demolición de la antigua Planta. De guardia para todo el penal solo quedaron 2 o 3 custodios".

"Sin ayuda es muy difícil fugarse, pero a él le facilitaron todo. Las rejas las dejaron sin candado, la mayoría de los custodios activos ese día estaban comiendo y bebiendo. Él se fuga porque le abrieron un hueco en un bloque de ventilación de uno de los baños de los custodios pero ellos se fugaron por la puerta principal sin que nadie les pusiera obstáculo alguno".

A quien sí extraditaron a España ese 20 de diciembre fue a Juan, compañero de habitación de Lamarca, a quien asesinaron una semana después en España. Por el caso Lamarca detuvieron a 8 custodios, entre ellos 7 hombres y una mujer. Dos de ellos admitieron los hechos y los condenaron a menos de cinco años. Al director Julio César Pérez le dictaron detención después que había huido, luego de una semana en que sacó sus pertenencias de la Dirección.

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