Isco y Marcelo espabilan
El malagueño, que destacó la pasada madrugada ante el Arsenal, y el brasileño, MVP del partido, acaparan elogios tras una temporada de críticas.
Mario Cortegana
As
Este contenido tiene un vídeo que no está disponible en tu zona geográfica
La irrupción conjunta de Isco y Marcelo en la final de la Décima les convirtió en siameses de aquel éxito. Su recordada imagen chocando las manos en el 59', justo antes de salir al campo y revolucionarlo todo, fue un spoiler de lo que pasaría y del que el Atleti no se enteró. Aunque los principales protagonistas de aquella película fuesen, sobre ellos, Ramos y Bale, al malagueño y al brasileño les han conectado desde entonces la magia y las críticas, casi siempre en alternancia. Ahora ambos están en lo primero. Se han quitado el polvo gracias especialmente a una nueva aparición oxigenadora, esta ante el Arsenal.
La pretemporada, que otros veranos era un foco habitual de reproches para los dos por sus dificultades para ponerse a tono, está mostrándoles finísimos en forma y fútbol. Contra el Bayern ya dejaron pinceladas, frente al Arsenal mejoraron esas prometedoras sensaciones. Después de su última temporada, sin alcanzar un buen punto físico y castigados especialmente por Solari, es como si el madridismo se hubiera encontrado la pasada madrugada con dos fichajes de excepción.
Presentes en los dos goles
Marcelo, de quien ha trascendido que ha perdido seis kilos con un método que podría ser algo así como la 'Dieta anti-Mendy', inició la jugada del 1-2 y asistió en el 2-2. Y pese a ello sorprendió y gustó más por dos acciones en los minutos finales, cuando más pesan las botas, defensivas. En sendas transiciones de esas en las que antes quedaba retratado porque hasta el tiro de cámara le dejaba atrás, apareció veloz y providencial. Así se ganó el MVP del partido. El brasileño ha regresado a tiempo: cuando ha llegado Mendy.
Isco también lució, muy pegado al balón y con mucha movilidad. Volvió a demostrar que cuando él está a gusto contagia al equipo esa misma sensación. Estuvo en el ajo en el primer gol con un detalle de pura clase en el área y también en el segundo, conectando decisivamente en la mediapunta. Si hay dudas sobre su continuidad, las podrá enterrar con estos golpazos de jugador diferencial.
Mario Cortegana
As
Este contenido tiene un vídeo que no está disponible en tu zona geográfica
La irrupción conjunta de Isco y Marcelo en la final de la Décima les convirtió en siameses de aquel éxito. Su recordada imagen chocando las manos en el 59', justo antes de salir al campo y revolucionarlo todo, fue un spoiler de lo que pasaría y del que el Atleti no se enteró. Aunque los principales protagonistas de aquella película fuesen, sobre ellos, Ramos y Bale, al malagueño y al brasileño les han conectado desde entonces la magia y las críticas, casi siempre en alternancia. Ahora ambos están en lo primero. Se han quitado el polvo gracias especialmente a una nueva aparición oxigenadora, esta ante el Arsenal.
La pretemporada, que otros veranos era un foco habitual de reproches para los dos por sus dificultades para ponerse a tono, está mostrándoles finísimos en forma y fútbol. Contra el Bayern ya dejaron pinceladas, frente al Arsenal mejoraron esas prometedoras sensaciones. Después de su última temporada, sin alcanzar un buen punto físico y castigados especialmente por Solari, es como si el madridismo se hubiera encontrado la pasada madrugada con dos fichajes de excepción.
Presentes en los dos goles
Marcelo, de quien ha trascendido que ha perdido seis kilos con un método que podría ser algo así como la 'Dieta anti-Mendy', inició la jugada del 1-2 y asistió en el 2-2. Y pese a ello sorprendió y gustó más por dos acciones en los minutos finales, cuando más pesan las botas, defensivas. En sendas transiciones de esas en las que antes quedaba retratado porque hasta el tiro de cámara le dejaba atrás, apareció veloz y providencial. Así se ganó el MVP del partido. El brasileño ha regresado a tiempo: cuando ha llegado Mendy.
Isco también lució, muy pegado al balón y con mucha movilidad. Volvió a demostrar que cuando él está a gusto contagia al equipo esa misma sensación. Estuvo en el ajo en el primer gol con un detalle de pura clase en el área y también en el segundo, conectando decisivamente en la mediapunta. Si hay dudas sobre su continuidad, las podrá enterrar con estos golpazos de jugador diferencial.