Griezmann escenifica el final de la escapada camino del Barça
El Barcelona asume la fase final de la contratación del delantero francés, resultado de una negociación que empezó hace dos años.
Santi Giménez
As
En mayo de 2017 el Barcelona estuvo muy cerca de firmar a Griezmann en una operación que lideró Robert Fernández como secretario técnico del Barcelona. La idea de Robert era la de que el delantero francés desembarcara en el club junto a Ernesto Valverde, pero no se llevó a cabo porque desde dentro del propio club blaugrana no se acabó de ver la operación. Dos años después, el Barça encara la recta final de una maratón que salvo sorpresa mayúscula acabará con el francés como jugador del Barça el próximo viernes.
El Barcelona sigue con su plan previsto para traer a Griezmann a pesar del comunicado emitido por el Atlético de Madrid el pasado sábado en el que acusaba tanto al futbolista como a la entidad catalana de falta de respeto.
Hoy o a más tardar el martes los representantes del jugador depositarán en la sede de LaLiga el cheque por 120 millones de euros de la cláusula de rescisión del jugador y el miércoles se haría oficial la operación. El jueves llegaría el jugador a Barcelona para ser presentado el viernes en el Camp Nou. El domingo 14, fecha prevista para iniciar los entrenamientos, Griezmann ya se incorporaría al trabajo y junto a Frenkie de Jong sería la gran atracción de la gira del equipo blaugrana por Japón a la espera de que se incorporen ya en agosto los jugadores que han disputado la Copa América con Messi al frente.
Por el camino de estos dos años desde que Griezmann estuvo a punto de firmar (antes cuando jugaba en la Real Sociedad ya Txiki Begiristain estuvo muy interesado en él) ha pasado de todo. Desde documentales producidos por Piqué, hasta renovaciones pasando por comunicados y declaraciones desde el tendido de Las Ventas denunciando malas prácticas. Al final, el culebrón parece que llega a la fase final. La recta final de una maratón en la que mucha gente, la mayoría ya no están en el Barcelona, ha puesto su granito de arena para que al final Griezmann pueda vestirse de blaugrana, aunque sea a cuadros.
Santi Giménez
As
En mayo de 2017 el Barcelona estuvo muy cerca de firmar a Griezmann en una operación que lideró Robert Fernández como secretario técnico del Barcelona. La idea de Robert era la de que el delantero francés desembarcara en el club junto a Ernesto Valverde, pero no se llevó a cabo porque desde dentro del propio club blaugrana no se acabó de ver la operación. Dos años después, el Barça encara la recta final de una maratón que salvo sorpresa mayúscula acabará con el francés como jugador del Barça el próximo viernes.
El Barcelona sigue con su plan previsto para traer a Griezmann a pesar del comunicado emitido por el Atlético de Madrid el pasado sábado en el que acusaba tanto al futbolista como a la entidad catalana de falta de respeto.
Hoy o a más tardar el martes los representantes del jugador depositarán en la sede de LaLiga el cheque por 120 millones de euros de la cláusula de rescisión del jugador y el miércoles se haría oficial la operación. El jueves llegaría el jugador a Barcelona para ser presentado el viernes en el Camp Nou. El domingo 14, fecha prevista para iniciar los entrenamientos, Griezmann ya se incorporaría al trabajo y junto a Frenkie de Jong sería la gran atracción de la gira del equipo blaugrana por Japón a la espera de que se incorporen ya en agosto los jugadores que han disputado la Copa América con Messi al frente.
Por el camino de estos dos años desde que Griezmann estuvo a punto de firmar (antes cuando jugaba en la Real Sociedad ya Txiki Begiristain estuvo muy interesado en él) ha pasado de todo. Desde documentales producidos por Piqué, hasta renovaciones pasando por comunicados y declaraciones desde el tendido de Las Ventas denunciando malas prácticas. Al final, el culebrón parece que llega a la fase final. La recta final de una maratón en la que mucha gente, la mayoría ya no están en el Barcelona, ha puesto su granito de arena para que al final Griezmann pueda vestirse de blaugrana, aunque sea a cuadros.