Estados Unidos destruye un dron iraní en plena escalada de tensión en el estrecho de Ormuz

Trump justifica la acción militar con que el avión no tripulado estaba “muy, muy cerca” de un buque de guerra estadounidense

Antonia Laborde
Washington, El País
La escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán avanzó varios metros este jueves. El presidente Donald Trump informó de que un barco de la marina estadounidense "destruyó" un dron iraní en el estrecho de Ormuz. El mandatario explicó en la Casa Blanca que el avión no tripulado ignoró los "múltiples" llamamientos a que se retirara del área, pero este siguió avanzando hasta estar "muy, muy cerca" del buque de guerra USS Boxer. El aparato "amenazaba la seguridad de la nave y a su tripulación" por lo que fue "destruido de inmediato", comentó el republicano. Cinco semanas atrás Teherán derribó un dron de EE UU, denunciando que había entrado en su espacio aéreo en misión de espionaje, algo que desmintió Washington. El episodio casi desencadena un ataque aéreo de represalia, pero Trump canceló la misión porque iba a costar 150 vidas y le pareció "desproporcionado".


"Esta es la última de muchas acciones provocativas y hostiles de Irán contra los buques que operan en aguas internacionales", sostuvo Trump. El mandatario hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que condenaran "los intentos de Irán de perturbar la libertad de navegación y el comercio mundial". Además, defendió que EE UU se reserva "el derecho de defender a nuestro personal, nuestras instalaciones e intereses", que en este caso se vieron amenazadas por un dron que llegó a estar a menos de 900 metros de un buque de guerra estadounidense. El portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, confirmó lo ocurrido y reiteró que la acción militar buscó a "garantizar la seguridad de la nave y su tripulación".

Cuando la Guardia Revolucionaria de Irán derribó el dron estadounidense en el estrecho de Ormuz, el general Hosein Salami, citado por PressTV, sostuvo que era "un claro mensaje a América [de que] nuestras fronteras son la línea roja de Irán y que reaccionaremos enérgicamente contra cualquier agresión". A pesar de que aclaró que Irán no estaba buscando guerra, sí remarcó que estaban "plenamente preparados para defender la patria". La respuesta de Washington se abortó. "Estábamos preparados para responder desde tres posiciones cuando pregunté cuántos morirían. '150, señor', fue la respuesta de un general. Diez minutos antes de la ofensiva, lo paré. No era proporcionado al derribo de un dron no tripulado. No tengo prisa", dijo Trump el pasado 22 de junio.

La acción militar de Washington tuvo lugar el mismo día que la Guardia Revolucionaria iraní interceptó "un petrolero extranjero" cuya nacionalidad no ha identificado y al que acusa de "contrabando de carburante" en el golfo Pérsico. Hace poco más de un mes, Estados Unidos y sus aliados árabes responsabilizaron a Teherán del ataque a dos petroleros en el golfo de Omán, donde otros cuatro buques habían sufrido un sabotaje semanas atrás, aumentando la tensión en la región. A esto hay que sumarle la política de "máxima presión" aplicada por Washington desde mayo de 2018, cuando Trump optó por abandonar el acuerdo nuclear de 2015 y restableció las sanciones paralizantes sobre la economía iraní.

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