El Supremo deja en suspenso la investigación por corrupción contra Flavio Bolsonaro

El senador e hijo del presidente está acusado de malversación de fondos públicos, lavado de dinero y organización delictiva

Naiara Galarraga Gortázar
São Paulo, El País
El presidente del Tribunal Supremo de Brasil ha dictado este martes un fallo que supone dejar cautelarmente en suspenso la investigación por corrupción contra Flavio Bolsonaro, 38 años, senador y primogénito del presidente. La decisión del magistrado Antonio Dias Toffoli se produce en respuesta a un recurso presentado por la defensa de Bolsonaro hijo, al que la Fiscalía del Estado de Río de Janeiro investiga por malversación de fondos públicos, lavado de dinero y organización delictiva. El caso, que estalló antes de que Jair Bolsonaro ganara las elecciones, adquirió evidentemente relevancia tras su victoria y le ha supuesto un cierto daño político al mandatario porque en campaña presumió de limpieza frente a una legión de políticos que están presos o son sospechosos de corrupción.


La investigación sobre Flavio Bolsonaro comenzó por una serie de pagos supuestamente irregulares a Fabricio Queiroz, un chófer y asesor que trabajaba en su gabinete cuando era diputado estatal de Río de Janeiro. Y dentro de esa investigación, el Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf), un organismo público que lucha contra el blanqueo de dinero, pidió y obtuvo años de movimientos bancarios realizados por Bolsonaro hijo y otros investigados.

El Tribunal Supremo de Brasil tiene un enorme poder para gestionar sus propios tiempos, para decidir si es urgente analizar una causa o aplazarla con o sin plazo, lo que en la práctica le concede una enorme influencia sobre la política.

El presidente del más alto tribunal de Brasil sostiene ahora que, para evitar una posible nulidad futura de los casos, deja en suspenso cautelarmente todas las investigaciones en marcha en el país en las que el Ministerio Público haya obtenido información, sin autorización judicial, de la citada Coaf, de Hacienda y del Banco Central, según informa el diario Estadão. Todos los casos quedan en suspenso hasta noviembre, cuando el pleno del Supremo pretende analizar el fondo de la cuestión. Los abogados de Flavio recurrieron con el argumento de que la Coaf usó un atajo para obtener 10 años de movimientos bancarios de su cliente.

El fallo de Toffoli supone una bocanada de oxígeno para Bolsonaro y para su hijo senador, que ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses a diferencia de sus dos hermanos políticos. La suspensión temporal del caso que salpica a su hijo mayor en un caso que incluye vínculos con grupos paramilitares de Río de Janeiro, es la tercera buena noticia que recibe en los últimos días tras una primera aprobación en la Cámara de Diputados de la reforma de las pensiones —la ley clave de su mandato que debe ser votada de nuevo en la Cámara baja antes de ir a la alta— y del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. Lo que no está tan claro es que el mandatario logre nombrar embajador en Washington a su tercer hijo, Eduardo, porque no tiene los votos necesarios en el Senado y porque las acusaciones de nepotismo no amainan.

Queiroz, un policía jubilado que ejercía de jefe de gabinete informal de Flavio, está acusado por la Coaf de haber movido en 1,2 millones de reales (284.000 euros) entre 2016 y 2017, algo incompatible con su salario. Y entre las transacciones, hizo un cheque para la esposa del presidente, Michelle. Flavio ya intentó, infructuosamente, paralizar las investigaciones sobre él apelando a su aforamiento.

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