Brasil zanja con Alisson el debate histórico de la portería
El arquero de 26 años cerró la Copa América con apenas un gol recibido de penal y en la final. En Brasil hay futuro en una posición discutida históricamente.
Christian Ricardo González Villate
As
"Quema los palos Barbosa del arco de Brasil, la condena del Maracaná se paga hasta morir", el coro de la canción de Tabaré Cardozo que hasta la aparición de Alisson ha dejado de ser un karma en el arco de la selección brasileña desde el ‘Maracanazo’ que condenó de por vida a Moacyr Barbosa. 69 años después, el nacido en Novo Hamburgo que por poco es rechazado por cuestiones de peso en Inter de Porto Alegre, logró superarse para hoy ser campeón de América y convertirse en uno de los mejores arqueros de Brasil después del histórico Gilmar y su maestro Taffarel.
Alisson estuvo cerca de dejar una marca personal al salir campeón de la Copa sin recibir goles –solo tres lo han hecho en 103 años-. Sin embargo, Paolo Guerrero a los 43’ cortó el invicto de 726 minutos. En las últimas dos décadas han pasado más de 15 porteros por la selección y ninguno ha logrado convencer con su rendimiento pese a ser campeón del Mundo como: Marcos, Dida y Rogerio Ceni en 2002; Doni y Helton de Copa América en 2007 y Julio César de Confederaciones en 2013, donde también estuvieron Jefferson (Botafogo) y Diego Cavalieri (Fluminense).
Con los dedos se cuentan a los arqueros que han quedado en la historia de la ‘Canarinha’ desde 1914. La gente recuerda a Gilmar, Emerson Leao, Felix Mielli, Taffarel y ahora Alisson. Cinco de más de 70 que han defendido el arco de la selección. Además, a nivel de cubes tampoco han sido figuras determinantes, aunque Rogerio Ceni es ídolo de Sao Paulo, es más recordado por sus goles de pelota quieta que por sus atajadas.
El presente y futuro del arco de Brasil está en Alisson -campeón de Champions- y Ederson -campeón de Premier-, dos arqueros que brillan en una de las ligas más exigentes de Europa como la de Inglaterra. El ahora suplente y campeón con Guardiola en el City tiene una ventaja sobre el del Liverpool, la precisión en sus pases largos con los pies, según cuenta Taffarel. Además, tímido fuera de la cancha, pero una fiera bajo el arco. Brasil se ilusiona con ambos en una posición donde es muy difícil volverse ídolo.
Christian Ricardo González Villate
As
"Quema los palos Barbosa del arco de Brasil, la condena del Maracaná se paga hasta morir", el coro de la canción de Tabaré Cardozo que hasta la aparición de Alisson ha dejado de ser un karma en el arco de la selección brasileña desde el ‘Maracanazo’ que condenó de por vida a Moacyr Barbosa. 69 años después, el nacido en Novo Hamburgo que por poco es rechazado por cuestiones de peso en Inter de Porto Alegre, logró superarse para hoy ser campeón de América y convertirse en uno de los mejores arqueros de Brasil después del histórico Gilmar y su maestro Taffarel.
Alisson estuvo cerca de dejar una marca personal al salir campeón de la Copa sin recibir goles –solo tres lo han hecho en 103 años-. Sin embargo, Paolo Guerrero a los 43’ cortó el invicto de 726 minutos. En las últimas dos décadas han pasado más de 15 porteros por la selección y ninguno ha logrado convencer con su rendimiento pese a ser campeón del Mundo como: Marcos, Dida y Rogerio Ceni en 2002; Doni y Helton de Copa América en 2007 y Julio César de Confederaciones en 2013, donde también estuvieron Jefferson (Botafogo) y Diego Cavalieri (Fluminense).
Con los dedos se cuentan a los arqueros que han quedado en la historia de la ‘Canarinha’ desde 1914. La gente recuerda a Gilmar, Emerson Leao, Felix Mielli, Taffarel y ahora Alisson. Cinco de más de 70 que han defendido el arco de la selección. Además, a nivel de cubes tampoco han sido figuras determinantes, aunque Rogerio Ceni es ídolo de Sao Paulo, es más recordado por sus goles de pelota quieta que por sus atajadas.
El presente y futuro del arco de Brasil está en Alisson -campeón de Champions- y Ederson -campeón de Premier-, dos arqueros que brillan en una de las ligas más exigentes de Europa como la de Inglaterra. El ahora suplente y campeón con Guardiola en el City tiene una ventaja sobre el del Liverpool, la precisión en sus pases largos con los pies, según cuenta Taffarel. Además, tímido fuera de la cancha, pero una fiera bajo el arco. Brasil se ilusiona con ambos en una posición donde es muy difícil volverse ídolo.