Venezolanos realizan artesanías con los billetes de su país para solventarse en Bolivia

“Yo siempre les mando dinero a mi familia”, expresó el joven que reúne lo que le dan para también mantenerse

Wanda Torrico / La Paz
Yorman Antonio, un joven de 20 años que llegó a Bolivia hace un mes con varios billetes desde Venezuela. Estos le sirven para hacer artesanías que vende por el centro paceño. Él recurre a esto para sustentarse en el país.


Las artesanías que vende también son para reunir dinero y enviarlo a su familia que aún está en Venezuela. “Yo siempre les mando dinero a mi familia”. Con los billetes venezolanos (bolívares) Yorman elabora monederos, billeteras, bolsas, “cachuchas” y carteras .

“Son cosas que nos inventamos buscando por internet”, indica Yorman al hablar de la iniciativa en sus creaciones que varían en precios. “El bolso se vende ahorita en 300 bolivianos, los monederos grandes los vendemos en 50 bolivianos y los pequeños en 30 bolivianos”.

Comenta que por el material de los billetes venezolanos, sus artesanías son resistentes e impermeables. “Si lo mojas el material no se te va a dañar porque al mojarlo, lo pones en el sol y se seca”.

El joven recuerda que dejó a su familia en Venezuela porque se vio obligado a emigrar por la crisis económica que se vive ahí desde hace cinco años. Hace un año viene recorriendo varios países como Colombia, Ecuador y Perú para llegar finalmente a Bolivia. Refiere que su estadía acá está apoyada por la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE).

Todos los días desde las 10:00 de la mañana hasta las 06:00 de la tarde. Él sale a las calles de La Paz y al día logra recaudar 350 bolivianos con sus ventas. Con lo que obtiene paga su hospedaje y comida. En medio de risas indica que le parece una maravilla la ciudad de La Paz, “lo que no me parece es el frío”.

Aparte de las artesanías, también vende la colección completa de los bolívares, desde el más antiguo al más actual. La colección cuesta 40 bolivianos. Ante la pregunta de ¿cuánto cuesta un solo billete ? responde “lo que desee colaborar, lo que salga su voluntad”. Yorman resalta que cualquier billete de la colección de bolívares equivale menos de 1 boliviano, inclusive el del monto más alto.




Solamente salió bachiller porque no pudo estudiar en la universidad. “Estar en la universidad es como no comer”, indica y comenta que quería estudiar idiomas e informática. Haber salido de su país para él significa “volver a nacer, volver a un nuevo comienzo”.

El joven de 20 años por el momento prefiere quedarse en Bolivia. “Al menos aquí uno come bien, come tres veces al día. Allá vas a comer una sola vez al día”.

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