Uruguay y la regeneración lenta

La nueva generación charrúa tiene cada vez más presencia en el plan del profe Tabárez. Sin embargo, son los veteranos los que siguen llevando el peso.

Jorge Castro
As
Para la generación dorada de la selección uruguaya, la Copa América de Brasil será uno de los últimos torneos. Aunque muchos ya han dado un paso al costado, todavía quedan algunos de los jugadores que han devuelto al equipo a lo más alto del fútbol mundial, consiguiendo unas semifinales en la Copa del Mundo de 2010 y levantando la Copa América en 2011. Luis Suárez, Edison Cavani o Diego Godín están cada vez más cerca de la retirada y afrontan esta edición como una buena oportunidad de volver a hacer algo grande.


Sin embargo, Óscar Washington Tabárez, gran artífice de lo conseguido por Uruguay en los últimos años, ya prepara el sorpasso. El profe lleva desde el Mundial de Rusia dando cada vez más importancia a jugadores más jóvenes, que deberán tomar el relevo más pronto que tarde. Un genio que, a pesar de disfrutar también de sus últimos años como seleccionador, quiere dejarle a los hinchas el mejor legado posible, que en este caso pasa por dotar al equipo de un futuro a medio y largo plazo.

Las tradiciones no se pierden: el técnico quiere mantener en este torneo el 4-4-2 que tan buenos resultados le ha dado a lo largo de los años. Priorizar el orden táctico y el juego directo, dándole libertad a los dos atacantes, que volverán a ser Suárez y Cavani. Será el séptimo torneo que jueguen juntos. Una pareja que pasará a la historia de Uruguay. Junto a ellos, otros veteranos como Muslera o Godín, todo con un peso específico en el plantel.

Los 'nuevos' cada vez son más conocidos. Matías Vecino (más veterano que el resto) y José María son los dos jugadores más reconocibles de una generación que quiere estar a la altura. Futbolistas de la talla de Bentancur, De Arrascaeta o Torreira han aportado calidad y talento a Uruguay, y ahora deben ponerse a la altura competitiva de sus predecesores. En Rusia ya tuvieron mucha presencia y volverán a tenerla en Brasil, aunque con un año más de experiencia.

Si hubiese que apostar por un once sería Muslera; Cáceres, Giménez, Godín, Saracchi; Nández, Torreira, Vecino, Bentancur; Suárez, Cavani. Es el mismo que utilizó en el último partido del Mundial de Rusia con el cambio de Laxalt por Saracchi en el lateral diestro. Un equipo en el que se mezclan jóvenes y veteranos, y que nos enseña que Tabárez ya prepara el cambio, pero lo hace poco a poco. Mientras den el nivel, los 'viejos' seguirán teniendo protagonismo y los que vayan llegando deberán ganarse el puesto. Una regeneración natural, sin necesidad de forzar.

Por si fuera poco, nuevos futbolistas se han sumado a la ecuación. Gastón Pereiro, Maxi Gómez o Fede Valverde llegan pidiendo un sitio después de una gran temporada. Esto aumenta la competitividad por un hueco en el equipo y acelera el proceso. Todo parece darse para que los veteranos, en un futuro den un paso al costado con la confianza de que dejan a Uruguay en las mejores manos posibles.

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