Neymar divide al club
Mientras el vestuario aprueba sin fisuras su retorno, la directiva no ve nada claro un hipotético regreso del brasileño, que sigue ofreciéndose para volver a vestir de blaugrana.
Santi Giménez
As
Que la mayoría de veces los vestuarios no piensan lo mismo que las directivas es un hecho habitual en el mundo del fútbol. Pero en pocas ocasiones como en el supuesto retorno de Neymar al Barcelona la diferencia de criterio entre el camerino y el palco es tan clara.
Neymar divide al Barcelona. El jugador brasileño que se marchó hace casi tres años al París Saint-Germain tras abonar los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión al regreso de la gira americana en el primer año en el que Valverde tomaba las riendas del vestuario sigue ofreciéndose para regresar al Camp Nou.
En el vestuario su retorno es visto con muy buenos ojos. Neymar es muy querido entre la plantilla y cuando regresa a Barcelona, hecho que sucede con relativa frecuencia, entra en Sant Joan Despí como Pedro por su casa y se fotografía con Suárez y Messi, los dos principales valedores de su posible retorno. De hecho, Messi confesaba la madrugada del viernes en una entrevista en Fox que sigue manteniendo un grupo de Whatsapp con el uruguayo y el brasileño.
No sólo las dos grandes figuras del equipo ven con buenos ojos su retorno, sigue manteniendo una gran relación con Piqué y con los brasileños del equipo. Arthur es habitual en sus fiestas y con Coutinho se conocen desde las selecciones inferiores de Brasil.
El entrenador Ernesto Valverde, por su parte, jamás ha escondido que Neymar es un jugador de su agrado y siempre lamentó no haberlo tenido a su disposición más que diez días en una agitada gira de pretemporada por los Estados Unidos.
En el otro lado de la balanza está la directiva, y más concretamente la presidencia, que de ninguna manera ven con buenos ojos su retorno. De entrada, su posible regreso obligaría a replantear la política deportiva que se emprendió con la contratación de Coutinho y de Dembélé, de quien el presidente dijo no hace mucho que “está a un nivel superior al brasileño”.
Por otra parte, pero no menos importante, está el conflicto que enfrenta al jugador y a la entidad en los juzgados. Dejando a un lado que el Barça ya asumió la comisión de dos delitos fiscales en su contratación cuando llegó del Santos, Neymar y el Barcelona tienen dos frentes abiertos ante la judicatura. Por un lado la demanda de la empresa brasileña DIS ante la Audiencia Nacional por las comisiones del fichaje y por otro las demandas cruzadas entre jugador y entidad por el impago de su prima de renovación, que fue congelada en cuanto fichó por el equipo francés.
Santi Giménez
As
Que la mayoría de veces los vestuarios no piensan lo mismo que las directivas es un hecho habitual en el mundo del fútbol. Pero en pocas ocasiones como en el supuesto retorno de Neymar al Barcelona la diferencia de criterio entre el camerino y el palco es tan clara.
Neymar divide al Barcelona. El jugador brasileño que se marchó hace casi tres años al París Saint-Germain tras abonar los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión al regreso de la gira americana en el primer año en el que Valverde tomaba las riendas del vestuario sigue ofreciéndose para regresar al Camp Nou.
En el vestuario su retorno es visto con muy buenos ojos. Neymar es muy querido entre la plantilla y cuando regresa a Barcelona, hecho que sucede con relativa frecuencia, entra en Sant Joan Despí como Pedro por su casa y se fotografía con Suárez y Messi, los dos principales valedores de su posible retorno. De hecho, Messi confesaba la madrugada del viernes en una entrevista en Fox que sigue manteniendo un grupo de Whatsapp con el uruguayo y el brasileño.
No sólo las dos grandes figuras del equipo ven con buenos ojos su retorno, sigue manteniendo una gran relación con Piqué y con los brasileños del equipo. Arthur es habitual en sus fiestas y con Coutinho se conocen desde las selecciones inferiores de Brasil.
El entrenador Ernesto Valverde, por su parte, jamás ha escondido que Neymar es un jugador de su agrado y siempre lamentó no haberlo tenido a su disposición más que diez días en una agitada gira de pretemporada por los Estados Unidos.
En el otro lado de la balanza está la directiva, y más concretamente la presidencia, que de ninguna manera ven con buenos ojos su retorno. De entrada, su posible regreso obligaría a replantear la política deportiva que se emprendió con la contratación de Coutinho y de Dembélé, de quien el presidente dijo no hace mucho que “está a un nivel superior al brasileño”.
Por otra parte, pero no menos importante, está el conflicto que enfrenta al jugador y a la entidad en los juzgados. Dejando a un lado que el Barça ya asumió la comisión de dos delitos fiscales en su contratación cuando llegó del Santos, Neymar y el Barcelona tienen dos frentes abiertos ante la judicatura. Por un lado la demanda de la empresa brasileña DIS ante la Audiencia Nacional por las comisiones del fichaje y por otro las demandas cruzadas entre jugador y entidad por el impago de su prima de renovación, que fue congelada en cuanto fichó por el equipo francés.