MUNDIAL SUB-20 | Ucrania campeón

Un doblete le dio la vuelta al penalti del valencianista Kangin Lee. El meta del Madrid, nombrado Mejor Portero, salvó el empate en el 70'.


Mario Cortegana
As
Ucrania saboreó las mieles de la primera vez, remontándole a Corea del Sur para auparse a la cima del mundo de la categoría. Nunca antes había alcanzado esa cota la selección europea, que se llevó el campeonato revolviéndose ante un hándicap que le era desconocido hasta la final, el de ir por detrás en el marcador. Del 0-1 al 3-1, demostró así tener el cuajo que exige este tipo de torneos para salir en la última foto.



Desde España se miraba más como un Lunin-Kangin Lee que un Ucrania-Corea del Sur, y al inicio del partido ya quedó aliviada esa expectativa. Previo paso por el VAR, Elfath pitó penalti a favor de los asiáticos en el 5'. Eso dejó el primer y último duelo entre el portero del Madrid y el atacante del Valencia (dos goles y tres asistencias), con el segundo engañando al primero: 0-1. Ahí fijó su punto cumbre en la tarde la perla de Paterna, a la postre consolado con el trofeo al Mejor Jugador.

Con ese gol que les convertía virtualmente en los primeros campeones de siempre en su continente empezaron a perder los surcoreanos, que se tomaron la ventaja como si fuera eterna. Sin embargo, los minutos les descubrieron su error. Algo debieron de temerse en el 34', cuando Supriaha, el más listo tras varias carambolas, empató: 1-1. Tenía mejores intenciones Ucrania, con una propuesta que no obstante tampoco le dio para crear peligro. Le fue suficiente, en cualquier caso, para ponerse por delante, nuevamente gracias a Supriaha: 2-1. El delantero del Dinamo de Kiev eligió el día más señalado para brillar: sus dos primeros y únicos tantos en Polonia valen un Mundial Sub-20.

Lunin apareció con 2-1

El doblete le abrió a Ucrania la puerta del triunfo, por la que se intentó colar sin tino Corea del Sur. Despertaron los asiáticos para examinar a Lunin, que se lució con un palmeo decisivo en el 70', todavía con 2-1, a un balón botado desde el córner por Kangin Lee y cabeceado en el área por Lee Jae-Ik, y que embolsó un remate cercano de Sehun Oh en el 85'. Contuvo esas embestidas Lunin y sentenció en el 89' el eléctrico Tsitaishvili con una potentísima carrera que coronó con un tiro ajustado: 3-1.

Fueron esos los últimos sellos del meta en tres semanas que no olvidará: encajó cuatro goles en seis partidos, levantó el trofeo y fue reconocido como Mejor Portero de la competición, con tiempo entre medias para unirse a la absoluta de su país aunque fuese sin minutos. Es lo que le espera a Zidane desde esta pretemporada, un portero que se ha hecho mayor a lo grande, como si hubiera crecido en Valdebebas: ganando.

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