Más allá de la pelota...

Toranzo y Mancinelli se van del Globo y dejan mucho más que buenos recuerdos: claves en el sentido de pertenencia, en un par de títulos y en el ascenso. El adiós a dos históricos que sin dudas quedarán en el corazón de todos los Quemeros.

Nicolás Migliavacca
Olé
Más allá de cualquier análisis, de cualquier plan a futuro que pueda cranear el técnico de turno, hay despedidas que duelen muchísimo. Y tal vez este sea el caso de Patricio Toranzo y Federico Mancinelli, a quienes en las últimas horas les comunicaron con no renovarán sus contratos y que no jugarán más en Huracán.


El caso del Pato fue a lo mejor el más resonante y también curioso, ya que el propio Alejandro Nadur le había asegurado su continuidad pese a que después la decisión fue otra. Y si se creía que el ídolo de 37 años podía seguir en el club del que es hincha y el que lleva tatuado es porque justamente la situación estaba dada para que jugara su último año, se retirara con todos los honores y luego siguiera ligado al Globo desde otra área. Aunque evidentemente Vojvoda y parte de la dirigencia no pensaron lo mismo.

La salida de Toranzo y de Mancinelli (también de 37 años) va más allá de la pelota, ya que Huracán pierde mucho más que un par jugadores: los dos fueron parte fundamental del sentido de pertenencia que se generó en Parque Patricios desde hace algunos años. Porque ambos terminaron siendo claves en los logros de la Copa Argentina y Supercopa (nada menos que ante el River de Gallardo) y por supuesto porque asomaron como pilares del ascenso a Primera, en el que el Pelado convirtió un gol determinante en el desempate contra Atlético Tucumán. Además, y pese a que el desenlace en Colombia no fue el soñado, llegaron a la final de la Copa Sudamericana dejando en el camino -otra vez- al Millonario.

En el medio de esto, y si del Pato de trata, fue uno de los mas perjudicados en el accidente que sufrió el plantel del Globo en 2016 en Caracas cuando el micro que lo trasladaba volcó: a Toranzo casi le cortan el pie derecho, aunque finalmente se trató de las falanges 3, 4 y 5. Sin embargo, y lejos de pensar en dejar lo que más le gusta, volvió... Y el Palacio Ducó, como él y todos los hinchas, se emocionaron hasta las lágrimas después de tres meses de recuperación.

Toda una vida en el club -si de hecho el central está casi desde que asumió Nadur en 2011-, Mancinelli (197 PJ y seis goles) llegó en el 2012 y Toranzo (212 PJ y 21 tantos) arrastra un par de ciclos que incluyeron el tiki tiki de Cappa en el 2009 y también su regreso de la mano del Turco Mohamed en 2013, etapa que con el correr de los años sumaría un par de goles a San Lorenzo y otro muy importante a River en la semifinal de la Sudamericana. Por eso, y apesar de cualquier elección y decisión futbolística del cuerpo técnico y de los dirigentes, el Globo y su gente despidieron a dos grandes, dos de esos que será muy difícil olvidar.

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