Los fantasmas de Brasil y Argentina en el Mineirao
Carlos Meneses Sánchez
Belo Horizonte, EFE
El estadio Mineirao de Belo Horizonte no trae buenos recuerdos ni a Brasil, ni a Argentina, pero es el escenario donde se enfrentarán el próximo martes en busca de un billete para la gran final de la Copa América 2019.
Para la Albiceleste enfrentarse a la Canarinha en el "Gigante da Pampulha" es sinónimo de sufrimiento con un balance histórico nada prometedor: cuatro derrotas y un solo empate.
El trauma también vale para los brasileños, que aún recuerdan en las tertulias de bar el humillante 1-7 ante Alemania en las semifinales del Mundial de 2014.
Algo cambió ese 8 de julio de 2014 en el país del fútbol. Desde entonces, la hinchada verde-amarilla ya no se involucra emocionalmente al 100 % con su selección, se acerca con poca fe, temerosa de un nuevo batacazo.
La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 no borró de la memoria la afronta teutona y la eliminación en los cuartos de final en el Mundial de Rusia 2018, solo constató que Brasil, la del 'jogo bonito', ya no era la misma.
En esta Copa América tampoco ha terminado de despegar. La selección ha salido abucheada en dos de los cuatro partidos que ha jugado hasta la fecha y solo pasaron a semifinales tras eliminar a Paraguay en la tanda de penaltis.
Afortunadamente para ellos, la Argentina de Lionel Messi también enfrenta sus propios fantasmas en el Mineirao, con capacidad para unos 62.000 espectadores, fundado en 1965 y cuyo nombre oficial es Gobernador Magalhaes Pinto.
Los números no animan al optimismo. Nunca han ganado a la selección brasileña sobre el césped del histórico feudo de Belo Horizonte.
El último precedente fue el 10 de noviembre de 2016, en un partido por las eliminatorias suramericanas para Rusia 2018.
Con Tite ya en el banquillo de Brasil, la superioridad de los dueños de casa fue aplastante con un triunfo por 3-0 con goles de Philippe Coutinho, Neymar y Paulinho.
De los tres, hoy solo está el centrocampista del Barcelona. Neymar fue desconvocado por lesión y Paulinho ni siquiera fue llamado para esta Copa América.
Por Argentina, sí estuvo Messi, aunque no se esforzara por demostrarlo, pues apenas apareció en el juego.
El astro argentino también participó en el duelo precedente entre ambos combinados jugado en el Mineirao y que terminó con un empate sin goles.
Fue en 2008, en las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, en el único partido en el que, hasta ahora, han conseguido salir vivos de allí.
Ese encuentro estuvo marcado por los gritos de "burro" y "adiós Dunga" que tuvo escuchar el entonces técnico de la selección brasileña de su propio público, insatisfecha con la presencia del excentrocampista en el banquillo del combinado nacional.
Argentina recibió otros tres goles en el Mineirao en 2004 en las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006.
Con Dida, Cafú, Roberto Carlos, Kaká y Ronaldo, la base del equipo que se proclamó campeón mundial dos años antes, Brasil barrió a su máximo rival por 3-1 con una actuación estelar del camisa 9, autor de los tres goles, todos ellos de penalti, aunque fabricados por el propio delantero.
"Yo sé que la gente de Belo Horizonte tiene un cariño especial por mí y por eso vibré mucho con este retorno después de diez años sin jugar en este estadio. Fue excelente. Hacer tres goles ante Argentina es un sueño. No lo esperaba", decía Ronaldo al terminar el partido. Juan Pablo Sorín recortó para los argentinos.
Ya hay que remontarse hasta la Copa América de 1975, que no tuvo una sede fija, para ver otro Brasil-Argentina en el Mineirao.
En la fase de grupos, los brasileños ganaron por 2-1 con un doblete de Nelinho a una Albiceleste que contaba entre sus filas con varios de los jugadores que tres años más tarde levantarían la Copa del Mundo en el estado Monumental de Buenos Aires, como Américo Gallego, Osvaldo Ardiles, Mario Kempes o Leopoldo Luque.
El primer precedente entre ambos equipos en el Mineirao fue en un amistoso en 1968 con victoria para los locales por 3-2. Como curiosidad, la selección brasileña estaba formada solo por jugadores del América Mineiro, Atlético Mineiro y Cruzeiro, los tres principales equipos de Belo Horizonte.
Con ese histórico de traumas y pesadillas, Brasil y Argentina se verán de nuevo las caras el próximo martes en el Mineirao a las 21.30 hora local (00.30 GMT del miércoles) en unas semifinales de la Copa América 2019 que prometen emoción a raudales.
Belo Horizonte, EFE
El estadio Mineirao de Belo Horizonte no trae buenos recuerdos ni a Brasil, ni a Argentina, pero es el escenario donde se enfrentarán el próximo martes en busca de un billete para la gran final de la Copa América 2019.
Para la Albiceleste enfrentarse a la Canarinha en el "Gigante da Pampulha" es sinónimo de sufrimiento con un balance histórico nada prometedor: cuatro derrotas y un solo empate.
El trauma también vale para los brasileños, que aún recuerdan en las tertulias de bar el humillante 1-7 ante Alemania en las semifinales del Mundial de 2014.
Algo cambió ese 8 de julio de 2014 en el país del fútbol. Desde entonces, la hinchada verde-amarilla ya no se involucra emocionalmente al 100 % con su selección, se acerca con poca fe, temerosa de un nuevo batacazo.
La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 no borró de la memoria la afronta teutona y la eliminación en los cuartos de final en el Mundial de Rusia 2018, solo constató que Brasil, la del 'jogo bonito', ya no era la misma.
En esta Copa América tampoco ha terminado de despegar. La selección ha salido abucheada en dos de los cuatro partidos que ha jugado hasta la fecha y solo pasaron a semifinales tras eliminar a Paraguay en la tanda de penaltis.
Afortunadamente para ellos, la Argentina de Lionel Messi también enfrenta sus propios fantasmas en el Mineirao, con capacidad para unos 62.000 espectadores, fundado en 1965 y cuyo nombre oficial es Gobernador Magalhaes Pinto.
Los números no animan al optimismo. Nunca han ganado a la selección brasileña sobre el césped del histórico feudo de Belo Horizonte.
El último precedente fue el 10 de noviembre de 2016, en un partido por las eliminatorias suramericanas para Rusia 2018.
Con Tite ya en el banquillo de Brasil, la superioridad de los dueños de casa fue aplastante con un triunfo por 3-0 con goles de Philippe Coutinho, Neymar y Paulinho.
De los tres, hoy solo está el centrocampista del Barcelona. Neymar fue desconvocado por lesión y Paulinho ni siquiera fue llamado para esta Copa América.
Por Argentina, sí estuvo Messi, aunque no se esforzara por demostrarlo, pues apenas apareció en el juego.
El astro argentino también participó en el duelo precedente entre ambos combinados jugado en el Mineirao y que terminó con un empate sin goles.
Fue en 2008, en las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, en el único partido en el que, hasta ahora, han conseguido salir vivos de allí.
Ese encuentro estuvo marcado por los gritos de "burro" y "adiós Dunga" que tuvo escuchar el entonces técnico de la selección brasileña de su propio público, insatisfecha con la presencia del excentrocampista en el banquillo del combinado nacional.
Argentina recibió otros tres goles en el Mineirao en 2004 en las eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006.
Con Dida, Cafú, Roberto Carlos, Kaká y Ronaldo, la base del equipo que se proclamó campeón mundial dos años antes, Brasil barrió a su máximo rival por 3-1 con una actuación estelar del camisa 9, autor de los tres goles, todos ellos de penalti, aunque fabricados por el propio delantero.
"Yo sé que la gente de Belo Horizonte tiene un cariño especial por mí y por eso vibré mucho con este retorno después de diez años sin jugar en este estadio. Fue excelente. Hacer tres goles ante Argentina es un sueño. No lo esperaba", decía Ronaldo al terminar el partido. Juan Pablo Sorín recortó para los argentinos.
Ya hay que remontarse hasta la Copa América de 1975, que no tuvo una sede fija, para ver otro Brasil-Argentina en el Mineirao.
En la fase de grupos, los brasileños ganaron por 2-1 con un doblete de Nelinho a una Albiceleste que contaba entre sus filas con varios de los jugadores que tres años más tarde levantarían la Copa del Mundo en el estado Monumental de Buenos Aires, como Américo Gallego, Osvaldo Ardiles, Mario Kempes o Leopoldo Luque.
El primer precedente entre ambos equipos en el Mineirao fue en un amistoso en 1968 con victoria para los locales por 3-2. Como curiosidad, la selección brasileña estaba formada solo por jugadores del América Mineiro, Atlético Mineiro y Cruzeiro, los tres principales equipos de Belo Horizonte.
Con ese histórico de traumas y pesadillas, Brasil y Argentina se verán de nuevo las caras el próximo martes en el Mineirao a las 21.30 hora local (00.30 GMT del miércoles) en unas semifinales de la Copa América 2019 que prometen emoción a raudales.