Las estatuas de Cochabamba protestan por la contaminación del aire
La acción se atribuye a un colectivo de la ciudad que decidió protestar desde el lunes bajo la firma '#loshéroeshanhablado'.
EFE
Varios monumentos de la ciudad de Cochabamba permanecieron este martes con barbijos e inscripciones intrépidamente atribuidas a próceres de Bolivia que claman por el respeto al medio ambiente, tras que un monitoreo reciente mostró un aumento de 62 % de los niveles de contaminación en el aire.
La acción se atribuye a un colectivo de la ciudad que decidió protestar desde el lunes bajo la firma "#loshéroeshanhablado", en la jornada posterior a la tradicional noche de San Juan, cuando más se ha sentido el rigor de la polución.
"¿Para qué queremos el mar si ni el aire podemos cuidar?", señala una inscripción en papel junto al monumento de Eduardo Abaroa, el máximo líder boliviano en la Guerra del Pacífico contra Chile en la que Bolivia perdió su acceso al mar.
"La alegría del mundo es breve, el cambio climático viene", es el texto al pie de un monumento de San Juan de La Salle.
"Sí al deporte (menos el que se hace al aire libre porque te jode los pulmones)", dice otro texto en la estatua de un deportista con piernas y brazos extendidos, al lado de un emblema de los anillos olímpicos, que refuerza el sarcasmo del texto.
Una esfinge de la poetiza boliviana Adela Zamudio tiene a su lado el mensaje que hace notar el tiempo que los árboles necesitan "para corregir la torpeza de sus habitantes".
Esa vía de protesta trata de interpelar a la población para concienciar sobre la realidad ambiental por medio de iconos de sus héroes.
Las autoridades bolivianas han procurado extirpar desde hace varios años las fogatas que cada 23 de junio se encienden por la noche de San Juan, que se cree es la más fría del año en Bolivia.
Esa mención justificaba el encendido de las hogueras que se prendían en las puertas de las casas y que servían para quemar lo malo, que fue una tradición extendida el siglo pasado pero que no ha desaparecido por completo.
En declaraciones a Efe, el responsable de la red de monitoreo ambiental de Cochabamba, Alaín Terán, manifestó que la urbe ha tenido un "ascenso de la contaminación atmosférica de un 62 por ciento".
El resultado se basa en el reporte de las estaciones que han tomado medidas de la calidad del aire y que han registrado hasta los 350 microgramos por centímetro cúbico como nivel contaminante.
Terán afirmó gran parte de la polución que todavía se mantiene y se prevé se elimine recién este miércoles se debe a "humos foráneos", que provienen de incendios o chaqueos que se producen en la parte oriental del país y que se atascan en el valle de Cochabamba, a 2.670 metros de altitud.
El chaqueo es una práctica agraria de quemas de vegetación para preparar terrenos de cultivo y pastoreo.
La Alcaldía ha intervenido 25 fogatas en el área urbana, pero no se compara con lo que puede provocar un chaqueo que equivale a unas 100.000, aseguró el funcionario.
La situación ha empeorado este año, cuando los niveles de contaminación han sobrepasado los valores permitidos por la normativa nacional y la Organización Mundial de la Salud, debido a "temperaturas bajas, ausencia de lluvia" que favorecen al aire contaminado.
Cochabamba, de unos 800.000 habitantes, está en medio de una cordillera y varias serranías que, a juicio del especialista, está "mal ubicada" porque "encierra" los humos contaminantes y hacen que sea difícil que se disipen.
A esto se suma la actividad propia de la ciudad, que por estar en el centro del país es un eje del transporte pesado nacional, a lo se añade la actividad de canteras y ladrilleras que operan en sus márgenes.
Los niveles altos de polución del aire se mantendrán hasta este miércoles, concluyó Terán.
Varios monumentos de la ciudad de Cochabamba permanecieron este martes con barbijos e inscripciones intrépidamente atribuidas a próceres de Bolivia que claman por el respeto al medio ambiente, tras que un monitoreo reciente mostró un aumento de 62 % de los niveles de contaminación en el aire.
La acción se atribuye a un colectivo de la ciudad que decidió protestar desde el lunes bajo la firma "#loshéroeshanhablado", en la jornada posterior a la tradicional noche de San Juan, cuando más se ha sentido el rigor de la polución.
"¿Para qué queremos el mar si ni el aire podemos cuidar?", señala una inscripción en papel junto al monumento de Eduardo Abaroa, el máximo líder boliviano en la Guerra del Pacífico contra Chile en la que Bolivia perdió su acceso al mar.
"La alegría del mundo es breve, el cambio climático viene", es el texto al pie de un monumento de San Juan de La Salle.
"Sí al deporte (menos el que se hace al aire libre porque te jode los pulmones)", dice otro texto en la estatua de un deportista con piernas y brazos extendidos, al lado de un emblema de los anillos olímpicos, que refuerza el sarcasmo del texto.
Una esfinge de la poetiza boliviana Adela Zamudio tiene a su lado el mensaje que hace notar el tiempo que los árboles necesitan "para corregir la torpeza de sus habitantes".
Esa vía de protesta trata de interpelar a la población para concienciar sobre la realidad ambiental por medio de iconos de sus héroes.
Las autoridades bolivianas han procurado extirpar desde hace varios años las fogatas que cada 23 de junio se encienden por la noche de San Juan, que se cree es la más fría del año en Bolivia.
Esa mención justificaba el encendido de las hogueras que se prendían en las puertas de las casas y que servían para quemar lo malo, que fue una tradición extendida el siglo pasado pero que no ha desaparecido por completo.
En declaraciones a Efe, el responsable de la red de monitoreo ambiental de Cochabamba, Alaín Terán, manifestó que la urbe ha tenido un "ascenso de la contaminación atmosférica de un 62 por ciento".
El resultado se basa en el reporte de las estaciones que han tomado medidas de la calidad del aire y que han registrado hasta los 350 microgramos por centímetro cúbico como nivel contaminante.
Terán afirmó gran parte de la polución que todavía se mantiene y se prevé se elimine recién este miércoles se debe a "humos foráneos", que provienen de incendios o chaqueos que se producen en la parte oriental del país y que se atascan en el valle de Cochabamba, a 2.670 metros de altitud.
El chaqueo es una práctica agraria de quemas de vegetación para preparar terrenos de cultivo y pastoreo.
La Alcaldía ha intervenido 25 fogatas en el área urbana, pero no se compara con lo que puede provocar un chaqueo que equivale a unas 100.000, aseguró el funcionario.
La situación ha empeorado este año, cuando los niveles de contaminación han sobrepasado los valores permitidos por la normativa nacional y la Organización Mundial de la Salud, debido a "temperaturas bajas, ausencia de lluvia" que favorecen al aire contaminado.Cochabamba, de unos 800.000 habitantes, está en medio de una cordillera y varias serranías que, a juicio del especialista, está "mal ubicada" porque "encierra" los humos contaminantes y hacen que sea difícil que se disipen.
A esto se suma la actividad propia de la ciudad, que por estar en el centro del país es un eje del transporte pesado nacional, a lo se añade la actividad de canteras y ladrilleras que operan en sus márgenes.
Los niveles altos de polución del aire se mantendrán hasta este miércoles, concluyó Terán.
