La inusual enfermedad que convierte a este gato en el más triste del mundo

Padece un síndrome que afecta su piel, lo que le da una apariencia de tristeza permanente y mal humor. Sus dueños sólo quieren darle una mejor vida

Infobae
Toby, un gato que vive con sus dueños Chris Lardner y Georgina Price en Gloucestershire, Reino Unido, tiene el síndrome de Ehlers-Danlos que afecta su piel, dejándola floja y dándole una apariencia de mal humor o de que está permanentemente triste, pero la realidad es que es muy feliz y su aspecto se debe a una condición genética.


Chris y Georgina no dejaron que su condición los detuviera, y adoptaron a Toby y a su mejor amigo Quinton, luego de que ambos fueron rescatados de la casa de un acaparador por la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA).

Toby tardó cuatro semanas en salir de abajo de la cama porque estaba muy nervioso cuando llegó a su nuevo hogar.

Georgina, una asistente de cuentas, dijo que esta condición también afecta a los humanos: "Básicamente tiene colágeno defectuoso".

"Solo le afecta la piel más que a cualquier otra cosa, es bastante frágil, por eso se corta y también su piel está tan caída. (Toby) no está triste, pero puede hacer una mueca cuando quiere", dijo Georgina al británico Daily Mail.

"Toby está enamorado de las pelotas inflables, los cordones de zapatos y cualquier cosa que pueda arrastrar", expresó.

La única cosa que puede hacerlo enojar es que interrumpan su siesta, según Chris, un trabajador de la construcción.

"Cuando estuvo en el refugio fue ignorado por los otros gatos. No estaba socializado porque le tenía tanto miedo a todos que vivía aislado ", expresó.

"Después de un comienzo difícil en la vida, nos alegramos de haberlos encontrado cuando lo hicimos. Podemos evitar que Toby sufra más daños y aliviar cualquier problema potencial que su EDS pueda traer ", señaló Chris.

Georgina agregó: "Estos gatos con necesidades especiales muestran aprecio y amor en abundancia con un poco de paciencia y tiempo, por lo que esperamos que nuestro gato triste y feliz anime a otros, capaces y dispuestos, a adoptar y no a comprar".

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