Brasil sigue huérfano de un 9

Carlos Meneses Sánchez
Sao Paulo, EFE
Con dos goles de un centrocampista como Philippe Coutinho, el seleccionador brasileño Adenor Leonardo Bacchi Tite sigue sin dar con la tecla para encontrar un delantero puro que le garantice a Brasil goles sin un esfuerzo hercúleo.


El técnico salió en el partido inaugural de la Copa América de este viernes frente a Bolivia (3-0) con un tridente formado por el joven David Neres, al que muchos señalan como el heredero de Neymar, Richarlison y Roberto Firmino, pero los tres se fueron de vacío esta noche.

A Neres le vencieron los nervios, estuvo errático en la izquierda y se fue sustituido en el minuto 80 por Everton, quien marcaría el tercero para cerrar la cuenta y sellar el primer triunfo de los dueños de casa.

El futbolista del Ájax de Ámsterdam ocupó el extremo izquierdo, el mismo desde donde arrancaba Neymar, desconvocado en las vísperas de la competición por una lesión en los ligamentos del tobillo derecho que sufrió en una amistoso preparatorio frente a Catar.

Richarlison, del Everton, puso garra al trío atacante desde el flanco derecho. Lo intentó hasta dos veces desde fuera del área, pero en ambas ocasiones se topó con las manoplas del guardameta boliviano Lampe.

En el 82 se marchó del estadio Morumbí por Willian, quien fue llamado para ocupar el lugar que dejó Neymar, aunque ha empezado esta Copa América en el banquillo.

Firmino fue quizá el que registró un mejor balance de los tres. Suya fue la asistencia para el segundo gol de Coutinho, hoy erigido como líder del equipo y reconvertido en el delantero que tanto echa de menos Brasil, incluso hasta ocupó la posición de falso '9' en algunas fases del partido.

La sequía en los delanteros puros de la Canarinha se ha convertido en algo crónico en los últimos años. En el Mundial de Rusia 2018, Gabriel Jesús llegó con la vitola de '9' y se despidió de la competición con cero goles en su cuenta particular.

Brasil lo acabó pagando y cayó en los cuartos de final frente a Bélgica.

A partir de ahí, Gabriel Jesús, poco a poco, fue perdiendo la titularidad con la selección y Tite decidió optar finalmente por Roberto Firmino para esta Copa América como la referencia en el ataque de la pentacampeona del mundo.

El ariete del Liverpool viene de firmar una campaña espectacular con el conjunto inglés. Luchó mano a mano con el Manchester City por el título de la Premier y consiguió levantar la Liga de Campeones tras vencer al Tottenham en la final.

Con la selección brasileña su efectividad y determinación en el juego es menor. Son 9 goles en 32 partidos con la camiseta de la absoluta.

Como Richarlison y Neres, Firmino cedió su lugar en el campo por precisamente Gabriel Jesús, quien también se fue de vacío y ahora lucha por recuperar la titularidad y la confianza del seleccionador.

Sin Neymar, que al fin y al cabo es uno de los máximos goleadores de la historia de Brasil, la necesidad de un 9 efectivo se convierte en algo imperioso y más en una competición tan corta como la Copa América.

A la memoria vienen los Ronaldo, Romario, Bebeto y hasta Adriano 'El Emperador', futbolistas que se hicieron dueños y señores del área con la capacidad de fusilar sin la necesidad de un juego muy elaborado. Bastaba un pequeño chispazo o una carrera al espacio para encarrilar un partido y hasta una competición.

Las dos goles de un centrocampista como Coutinho, quien viene de una temporada más que discreta con el Barcelona, evidencian que la selección brasileña, la misma que asombraba al mundo por su poderío ofensivo, continúa pidiendo a gritos un delantero de pura raza.

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