Así le fue a Leo Messi con la Selección en la Copa América
De nuevo ante su cuenta pendiente más importante. La que más le pesa. La mancha que quiere limpiar de su carrera: ganar un gran título con Argentina.
Jorge Castro
As
Lionel Messi, de nuevo ante su cuenta pendiente más importante. La que más le pesa. La mancha que quiere limpiar de su carrera: ganar un gran título con Argentina. En la Copa América de Brasil tiene una nueva oportunidad de hacer grande a la Albiceleste, algo que no ha podido lograr desde que debutó en el año 2005. En todas estas temporadas, Messi ha jugado cuatro ediciones de la Copa América, llegando a la final en tres de ellas.
Leo llega en un buen momento personal, pero Argentina ha perdido potencial con el paso de los años. Tras la decepción de no pasar de octavos en el en Rusia se ha deshecho parte del grupo que rozó la gloria en el Mundial de Brasil. Ahora, el combinado nacional vive un proceso de regeneración, con algunos veteranos y muchos jóvenes que aportan frescura. Sin embargo, muchos de ellos no están todavía en el primer nivel europeo y les falta experiencia para una competición tan exigente como la Copa América.
Messi, en todo este proceso, vuelve a tomar la responsabilidad de ser líder, aunque lo hace desde una perspectiva más madura, sabiendo que no sólo debe cargar con el peso del equipo en el terreno de juego, sino que también deberá ser un ejemplo y un apoyo para los más inexpertos en el vestuario.
En 2007, la primera gran decepción
Argentina había hecho una Copa América perfecta. Había goleado en casi todos sus partidos, y gozaba de uno de los mejores planteles de la historia con Alfio Basile como seleccionador y con jugadores de la talla de Riquelme, Mascherano, los hermanos Milito o Ayala. Messi, que ya por aquel entonces era indiscutible, jugaba acompañando al delantero. Marcó dos goles en aquel torneo, uno en cuartos contra Perú y otro en semifinales contra México.
En la final esperaba Brasil, que sin haber sido tan sobresaliente, había dejado grandes sensaciones. La Albiceleste, que era favorita, se estrelló de forma estrepitosa ante un equipo de menos calidad pero que demostró una pegada superlativa. Un 3-0 que fue la primera gran derrota de Messi con la absoluta.
Como local comenzó la maldición de los penales
Con muchas caras nuevas, Argentina era anfitriona de la Copa América de 2011. Sería la primera edición que jugarían futbolistas como Sergio Agüero, Ángel Di María o Gonzalo Higuaín, que habían sufrido un tremendo golpe en el Mundial de 2010 pero llegaban con ganas de revancha. Messi, que ya llevaba el mítico número '10' a su espalda, lideraba un equipo que mezclaba veteranos y noveles.
La fase de grupos dejó mucho que desear. Dos empates en las dos primeras jornadas obligaban prácticamente a ganar a Costa Rica para pasar a cuartos, y cuando más se necesitaba apareció el mejor Messi, dando dos asistencias. La aventura de Argentina no duró mucho más. Contra Uruguay, en la primera fase de eliminación directa, se empató a uno y se definió en penales. Leo anotó el suyo, pero el fallo de Tevez condenó a la Albiceleste ante el que días después se coronó campeón.
Chile, la bestia negra en 2015
El de 2015 no fue el mejor torneo de Leo Messi. Al crack del FC Barcelona le empezaba a pesar de más la camiseta del combinado nacional, especialmente después de perder la final de la Copa del Mundo el año anterior ante Alemania en Brasil. El equipo, dirigido por Gerardo Martino, estaba dispuesto a demostrar que podía levantar un gran trofeo, y cuajó un correcto torneo, a pesar de que la 'Pulga' sólo marcó un gol de los 10 de la selección hasta la final.
Tras derrotas a Colombia en penales y golear a Paraguay en semifinales, en la final esperaba el anfitrión, Chile, un equipo temible por su presión asfixiante y transiciones veloces. En un partido muy duro, con todo en contra, Argentina consiguió mantener el cero a cero durante 120 minutos y forzó los penales. Desde los 11 metros volvió a romperse el sueño en la tercera final perdida de Messi, la segunda de Copa América.
Las lagrimas de Messi en una nueva final perdida
La Copa América Centenario disputada en Estados Unidos fue la derrota más dura de todas. Para aquella edición, todavía con Martino en el banco, Argentina era claramente favorita. Sus mejores jugadores, Messi entre ellos, llegaban en un gran momento. Por si fuera poco, empezaba con victoria ante Chile en la fase de grupos, una de las candidatas, y sin Messi, que se perdía el debut por lesión.
Tras cuatro goleadas y varias exhibiciones de Messi (cinco goles y cuatro asistencias), Argentina se plantaba en la final contra el equipo que le había derrotado hacía sólo un año. Chile, con el cambio de Pizzi por Sampaoli en el banco, venía jugando bien pero había perdido potencial. Tras otro cero a cero en un partido que mereció ganar la Albiceleste, todo se decidió en los penales. Messi fallaba el suyo y Chile volvía a llevarse el título. Por primera vez se vieron las lagrimas del '10' por perder una final, y aquella derrota estuvo cerca de precipitar su adiós a la selección.
Jorge Castro
As
Lionel Messi, de nuevo ante su cuenta pendiente más importante. La que más le pesa. La mancha que quiere limpiar de su carrera: ganar un gran título con Argentina. En la Copa América de Brasil tiene una nueva oportunidad de hacer grande a la Albiceleste, algo que no ha podido lograr desde que debutó en el año 2005. En todas estas temporadas, Messi ha jugado cuatro ediciones de la Copa América, llegando a la final en tres de ellas.
Leo llega en un buen momento personal, pero Argentina ha perdido potencial con el paso de los años. Tras la decepción de no pasar de octavos en el en Rusia se ha deshecho parte del grupo que rozó la gloria en el Mundial de Brasil. Ahora, el combinado nacional vive un proceso de regeneración, con algunos veteranos y muchos jóvenes que aportan frescura. Sin embargo, muchos de ellos no están todavía en el primer nivel europeo y les falta experiencia para una competición tan exigente como la Copa América.
Messi, en todo este proceso, vuelve a tomar la responsabilidad de ser líder, aunque lo hace desde una perspectiva más madura, sabiendo que no sólo debe cargar con el peso del equipo en el terreno de juego, sino que también deberá ser un ejemplo y un apoyo para los más inexpertos en el vestuario.
En 2007, la primera gran decepción
Argentina había hecho una Copa América perfecta. Había goleado en casi todos sus partidos, y gozaba de uno de los mejores planteles de la historia con Alfio Basile como seleccionador y con jugadores de la talla de Riquelme, Mascherano, los hermanos Milito o Ayala. Messi, que ya por aquel entonces era indiscutible, jugaba acompañando al delantero. Marcó dos goles en aquel torneo, uno en cuartos contra Perú y otro en semifinales contra México.
En la final esperaba Brasil, que sin haber sido tan sobresaliente, había dejado grandes sensaciones. La Albiceleste, que era favorita, se estrelló de forma estrepitosa ante un equipo de menos calidad pero que demostró una pegada superlativa. Un 3-0 que fue la primera gran derrota de Messi con la absoluta.
Como local comenzó la maldición de los penales
Con muchas caras nuevas, Argentina era anfitriona de la Copa América de 2011. Sería la primera edición que jugarían futbolistas como Sergio Agüero, Ángel Di María o Gonzalo Higuaín, que habían sufrido un tremendo golpe en el Mundial de 2010 pero llegaban con ganas de revancha. Messi, que ya llevaba el mítico número '10' a su espalda, lideraba un equipo que mezclaba veteranos y noveles.
La fase de grupos dejó mucho que desear. Dos empates en las dos primeras jornadas obligaban prácticamente a ganar a Costa Rica para pasar a cuartos, y cuando más se necesitaba apareció el mejor Messi, dando dos asistencias. La aventura de Argentina no duró mucho más. Contra Uruguay, en la primera fase de eliminación directa, se empató a uno y se definió en penales. Leo anotó el suyo, pero el fallo de Tevez condenó a la Albiceleste ante el que días después se coronó campeón.
Chile, la bestia negra en 2015
El de 2015 no fue el mejor torneo de Leo Messi. Al crack del FC Barcelona le empezaba a pesar de más la camiseta del combinado nacional, especialmente después de perder la final de la Copa del Mundo el año anterior ante Alemania en Brasil. El equipo, dirigido por Gerardo Martino, estaba dispuesto a demostrar que podía levantar un gran trofeo, y cuajó un correcto torneo, a pesar de que la 'Pulga' sólo marcó un gol de los 10 de la selección hasta la final.
Tras derrotas a Colombia en penales y golear a Paraguay en semifinales, en la final esperaba el anfitrión, Chile, un equipo temible por su presión asfixiante y transiciones veloces. En un partido muy duro, con todo en contra, Argentina consiguió mantener el cero a cero durante 120 minutos y forzó los penales. Desde los 11 metros volvió a romperse el sueño en la tercera final perdida de Messi, la segunda de Copa América.
Las lagrimas de Messi en una nueva final perdida
La Copa América Centenario disputada en Estados Unidos fue la derrota más dura de todas. Para aquella edición, todavía con Martino en el banco, Argentina era claramente favorita. Sus mejores jugadores, Messi entre ellos, llegaban en un gran momento. Por si fuera poco, empezaba con victoria ante Chile en la fase de grupos, una de las candidatas, y sin Messi, que se perdía el debut por lesión.
Tras cuatro goleadas y varias exhibiciones de Messi (cinco goles y cuatro asistencias), Argentina se plantaba en la final contra el equipo que le había derrotado hacía sólo un año. Chile, con el cambio de Pizzi por Sampaoli en el banco, venía jugando bien pero había perdido potencial. Tras otro cero a cero en un partido que mereció ganar la Albiceleste, todo se decidió en los penales. Messi fallaba el suyo y Chile volvía a llevarse el título. Por primera vez se vieron las lagrimas del '10' por perder una final, y aquella derrota estuvo cerca de precipitar su adiós a la selección.