Se van muchos, llega Camello

El Atleti, con un gol del canterano en el 78', cierra un ciclo en el Ciutat en un día en el que se despiden como rojiblancos Godín, Griezmann y Juanfran.

Patricia Cazón
As
Es la vida. Unos se van, otros llegan. Queda para la historia lo de Godín, Juanfran, Filipe, Pedro López. Y quizá también que un 18 de mayo de 2019 debutó con el Atleti un chico llamado Sergio Camello. Tirillas, pelo rizoso, moreno, un juvenil con el número 55 a la espalda, un Niño del Siglo XXI como aquel rubio del Calderón llamado Fernando.


Saltó Juanfran con un homenaje en el brazo. De su vestuario y capitán: el brazalete de Godín era suyo. Son Atleti. Y los dos titulares en la mañana fresca en Valencia. También Rodrigo, también Fili, ambos con un nudo, por si fuera el último aunque qué importante es que se quedaran. También de Griezmann. Último partido como rojiblanco vestido de azul (oficial, queda un bolo el martes), con banda sonora en el Ciutat. Pitos, pitos, pitos. De las dos aficiones.

El Levante encontró pronto el gol, con su primer remate a una portería defendida por Adán y no Jan, víctima del último parte médico. Lo marcó Cabaco, la zaga rojiblanca transparente, de espuela. La vieja maldición del Ciutat sobrevolaba ese banco del que se creía espantada. Ahí estaba, enterita sobre el Cholo. El Atleti presionaba sin robar. Bardhi afeitaba el palo en una falta, Grizi imitaba en la otra portería. Entre medias, aplausos: minuto 19, dorsal de Pedro López, la manera en que la afición le decía adiós a su capitán, oh capitán.

El Levante le regaló la pelota al Atleti para que su Koke se luciera en la portería. Le buscó por dos veces Filipe, un Filipe que era el de siempre, con mucho balón, dando salida al juego y subiendo infinito, con una ocasión que repelió Koke. Juanfran también era muy Juanfran. Ganando la línea de fondo, centrando de primeras atrás. Tuvo otro par de ellas Lemar, chutando y llegando desde la mediapunta, probando cómo puede quedarle la capa. Pero, aunque mandaba, el Atleti no marcaba. En cuanto agarró un balón el Levante le mostró cómo. Para ti el dominio, mía la efectividad. Si tengo una que queme. Dracarys. Muy Cholo.

Un balón, por cierto, que le regaló Thomas a Roger. Un Thomas que al descanso se quedó en la ducha. Adán paraba lo que podía entre una defensa blandiblu. El Levante se iba 2-0 al descanso. Entonces llegó Camello y en el partido de los adioses entró de golpe el futuro.
El VAR y el pasarse el testigo

Está llamado a llenar los titulares de los próximos diez años con su desparpajo y descaro. Y de esta tarde. También lo hizo el VAR. Una patada de Correa a Chema que primero el árbitro castigó con amarilla. Corrección con pantalla: roja. Correa a la ducha. No es titular siempre por cosas como ésta.

Griezmann estaba, pero ya se ha ido. Su reverso era Camello. Todo moreno, todo ganas. Casi marca en la primera pelota que toca. Los demás acusaban aún la expulsión de Correa. Hasta Montero se había quitado las gafas. Entonces, Rodrigo.

El heredero del 14 de Gabi disparó desde fuera del área a la escuadra y el corazón de la maldición del Ciutat. Su adiós dolería toneladas más que el de Griezmann. Regresó el pulso al partido. Ocasión de Campaña, Mollejo, desbordes de Moses. Entró Morales, se fue Pedro, ovacionó el Ciutat. Lo acalló Camello. Que los jugadores del siglo XXI han crecido viendo al Atleti en Neptuno, Godín, Juanfran, Filipe mediante.

Y Camello lograba el empate al cazar un rebote de un tiro de Koke. La controló con el muslo y adentro. Simeone celebró puños al aire y su habitual afonía. “Parece que se mueve todo pero no se mueve nada”, que dijo. Él sigue. Y aquí está el futuro. Camello, Mollejo. En el 92’, Griezmann tocaba el último balón, tras un palo de Roger. Godín y Juanfran se van, como él, Pedro López también, y Filipe y Rodrigo quizá. La vida sigue y el partido de los adioses fue en realidad un pasarse el testigo. Vuestro legado queda en buenas piernas. Así empezó un tal Fernando.

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