River fue goleado en Tucumán y Atlético encaminó la serie
El equipo de Gallardo fue de mayor a menor, sufrió la efectividad del Decano y con la caída 3-0 quedó al borde de la eliminación en la Copa Superliga.
Nicolás Mirelman
As
En el marco de la ida de los cuartos de final de la Copa Superliga, River tropezó en el José Fierro y cayó 3-0 en manos de Atlético Tucumán, un marcador que complica su futuro en la competición, a la espera del desquite del próximo martes en Núñez.
El comienzo del encuentro fue favorable al Millonario desde el desarrollo. Los dirigidos por Marcelo Gallardo se propusieron imponer las condiciones y llevar el juego a campo rival, atacando principalmente por la banda izquierda, donde los dueños de casa daban alguna ventaja en la marca.
Con Exequiel Palacios como eje a la hora de la generación, Ignacio Fernández participativo en tres cuartos de cancha y las proyecciones de Fabrizio Angileri por su carril, de a poco las aproximaciones empezaron a sucederse, aunque sin precisión en la última puntada.
Por su parte, el Decano intentaba emparejar el trámite con garra en el mediocampo y apostaba a la fortaleza física de sus atacantes para hacer daño, sin éxito hasta la media hora de la etapa inicial.
Sin embargo, en una ráfaga de potencia ofensiva, y sin haber exigido antes a Franco Armani, los de Ricardo Zielinski sacaron dos goles de ventaja. Primero una buena combinación entre Leandro Díaz y David Barbona fue culminada por este último con una definición de sobrepique. Enseguida, el propio Díaz peinó un tiro de esquina y Javier Toledo corrigió la trayectoria para anotar el 2-0.
La exagerada diferencia obligó a la visita a asumir una postura aún más ofensiva en el complemento, pero las malas decisiones en los metros finales se repitieron. Llegando al cuarto de hora, el DT optó por incluir a Nicolás De La Cruz y a Matías Suárez con la intención de cambiarle la cara a su equipo.
Pero el Millonario no lo logró y, para colmo, un Atlético que ya resistía con bastante comodidad, volvió a golpear después de un pelotazo largo, un remate que Armani no pudo controlar y una definición del oportunista Toledo.
Los locales, siendo compactos y efectivos en cada una de las chances que tuvieron, lograron un resultado que los deja muy bien parados para la revancha. Aunque la serie no está liquidada, el panorama para River es muy adverso con vistas al duelo en el Monumental.
Nicolás Mirelman
As
En el marco de la ida de los cuartos de final de la Copa Superliga, River tropezó en el José Fierro y cayó 3-0 en manos de Atlético Tucumán, un marcador que complica su futuro en la competición, a la espera del desquite del próximo martes en Núñez.
El comienzo del encuentro fue favorable al Millonario desde el desarrollo. Los dirigidos por Marcelo Gallardo se propusieron imponer las condiciones y llevar el juego a campo rival, atacando principalmente por la banda izquierda, donde los dueños de casa daban alguna ventaja en la marca.
Con Exequiel Palacios como eje a la hora de la generación, Ignacio Fernández participativo en tres cuartos de cancha y las proyecciones de Fabrizio Angileri por su carril, de a poco las aproximaciones empezaron a sucederse, aunque sin precisión en la última puntada.
Por su parte, el Decano intentaba emparejar el trámite con garra en el mediocampo y apostaba a la fortaleza física de sus atacantes para hacer daño, sin éxito hasta la media hora de la etapa inicial.
Sin embargo, en una ráfaga de potencia ofensiva, y sin haber exigido antes a Franco Armani, los de Ricardo Zielinski sacaron dos goles de ventaja. Primero una buena combinación entre Leandro Díaz y David Barbona fue culminada por este último con una definición de sobrepique. Enseguida, el propio Díaz peinó un tiro de esquina y Javier Toledo corrigió la trayectoria para anotar el 2-0.
La exagerada diferencia obligó a la visita a asumir una postura aún más ofensiva en el complemento, pero las malas decisiones en los metros finales se repitieron. Llegando al cuarto de hora, el DT optó por incluir a Nicolás De La Cruz y a Matías Suárez con la intención de cambiarle la cara a su equipo.
Pero el Millonario no lo logró y, para colmo, un Atlético que ya resistía con bastante comodidad, volvió a golpear después de un pelotazo largo, un remate que Armani no pudo controlar y una definición del oportunista Toledo.
Los locales, siendo compactos y efectivos en cada una de las chances que tuvieron, lograron un resultado que los deja muy bien parados para la revancha. Aunque la serie no está liquidada, el panorama para River es muy adverso con vistas al duelo en el Monumental.