Portugal se enfrentó al jefe de los ultras del Wilstermann y ha rescindido contrato para huir
Madrid, AS
Según relata en El Larguero, el técnico español pasó demasiado miedo y acordó su marcha del equipo para regresar a España y estar a salvo de los Barras Bravas.
Miguel Ángel Portugal no solo ha entrenado en España. Lo ha hecho en Brasil, Argelia o India, pero nada que ver con lo que le ha sucedido en su segunda etapa en Bolivia, esta vez dirigiendo al Wilstermann. El técnico español relata en El Larguero de la Cadena SER cómo se enfrentó sin darse cuenta al jefe de los ultras del equipo y el pánico que ha tenido desde entonces. La situación le ha llevado a rescindir su contrato para volver a España, ya que siente que nadie le ha respaldado ni por parte de la prensa ni de la directiva.
Se enfrentó a ellos: "Allí hay un tipo de afición que son los Barras Bravas que están en auge. No tenía ni idea de cómo era aquello. Inconscientemente un día me enfrenté al jefe entrenando".
Su plantilla no daba crédito: "Los jugadores se quedaron sorprendidos de que me enfrentase a ellos. Estaba claro que la cosa no pintaba bien".
No se sintió respaldado: "Nadie de la directiva ni de la prensa salió en defensa del entrenador, me vi solo. El presidente me decía que lo dominaba todo, pero no decía nada públicamente".
Situación de pánico: "Yo cuando me metí en internet y vi sus antecedentes sentí verdadero miedo. Es algo que nunca me ha pasado ni en Bolivia antes ni en Brasil. Nunca".
No garantizaban su seguridad: "El presidente llegó a decir que no garantizaba mi seguridad. Yo ahí me quedé perplejo"
Son más de 300: "El resto de la afición me daba ánimo y me respetaba. Los Barras Bravas son más de 300 y 400".
Racismo: "A un jugador mío le profirieron gritos racistas y todos se volcaron bien, cosa que me parece bien, pero a mí nadie me trató de defender ¿Volver a Bolivia? En Bolivia he estado muy bien, pero en Wilstermann tienen que atajar ese problema".
Según relata en El Larguero, el técnico español pasó demasiado miedo y acordó su marcha del equipo para regresar a España y estar a salvo de los Barras Bravas.
Miguel Ángel Portugal no solo ha entrenado en España. Lo ha hecho en Brasil, Argelia o India, pero nada que ver con lo que le ha sucedido en su segunda etapa en Bolivia, esta vez dirigiendo al Wilstermann. El técnico español relata en El Larguero de la Cadena SER cómo se enfrentó sin darse cuenta al jefe de los ultras del equipo y el pánico que ha tenido desde entonces. La situación le ha llevado a rescindir su contrato para volver a España, ya que siente que nadie le ha respaldado ni por parte de la prensa ni de la directiva.
Se enfrentó a ellos: "Allí hay un tipo de afición que son los Barras Bravas que están en auge. No tenía ni idea de cómo era aquello. Inconscientemente un día me enfrenté al jefe entrenando".
Su plantilla no daba crédito: "Los jugadores se quedaron sorprendidos de que me enfrentase a ellos. Estaba claro que la cosa no pintaba bien".
No se sintió respaldado: "Nadie de la directiva ni de la prensa salió en defensa del entrenador, me vi solo. El presidente me decía que lo dominaba todo, pero no decía nada públicamente".
Situación de pánico: "Yo cuando me metí en internet y vi sus antecedentes sentí verdadero miedo. Es algo que nunca me ha pasado ni en Bolivia antes ni en Brasil. Nunca".
No garantizaban su seguridad: "El presidente llegó a decir que no garantizaba mi seguridad. Yo ahí me quedé perplejo"
Son más de 300: "El resto de la afición me daba ánimo y me respetaba. Los Barras Bravas son más de 300 y 400".
Racismo: "A un jugador mío le profirieron gritos racistas y todos se volcaron bien, cosa que me parece bien, pero a mí nadie me trató de defender ¿Volver a Bolivia? En Bolivia he estado muy bien, pero en Wilstermann tienen que atajar ese problema".