Por qué se incendió el avión ruso que dejó 41 muertos en Moscú: el protocolo básico que no cumplió el piloto
Denis Yevdokimov es el hombre en la mira de quienes analizan la tragedia y creen que pudo haberse evitado
Infobae
Poco después de despegar del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo, en Rusia, el Sukhoi Superjet 100 de Aerflot fue alcanzado por un rayo que lo forzó a solicitar un aterrizaje de emergencia, explicó este lunes Denis Yevdokimov, el piloto de la aeronave.
El incidente había dejado al avión sin su sistema primario de comunicación, por lo que retornó a Sheremetyevo. Pero en el aterrizaje de emergencia, lleno de combustible, el Superjet 100 se incendió y al menos 41 personas murieron, de un total de 73 pasajeros y cinco tripulantes.
El vuelo SU-1492 tenía como destino a Murmansk y despegó a las 6:02 pm (hora local), y los investigadores rusos acaban de iniciar la pesquisa penal para entender exactamente qué ocurrió, sin descartar una posible violación en los protocolos de seguridad.
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Pero el comandante Yevdokimov ya indicó a los medios locales que su Superjet 100 matrícula RA-89098 había perdido su sistema de radio a causa de un rayo, sin especificar si la descarga había golpeado al avión o si había generado una interferencia.
"Logramos restablecer la comunicación a través de una frecuencia de emergencia. Pero el contacto se cortaba y finalmente dejó de funcionar. Sólo pudimos decir algunas palabras", dijo el piloto al periódico Komsomolskaya Pravda
Muchos entre los 37 sobrevivientes dijeron haber visto en vuelo un relámpago de luz blanca, de acuerdo a la agencia RIA Novosti.
Según el sitio de monitorio aéreo Flightradar24, el avión dio vueltas en círculos sobre Moscú antes de emprender el descenso, posiblemente en un intento de gastar combustible o esperando el permiso para aterrizar.
A las 6:30 pm el vuelo SU-1492 intentó realizar un aterrizaje de emergencia. Como no lo logró, intentó hacerlo de nuevo y entonces el tren de aterrizaje pareció colapsar y el avión cayó sobre la pista con violencia.
"El avión rebotó como un saltamontes y después explotó en llamas cuando estaba en el suelo. Fue un aterrizaje muy duro y casi me desmayo del miedo", contó Pyotr Egorov, uno de los pasajeros.
El Sukhoi Superjet 100 rápidamente quedó envuelto en el fuego, ya que estaba cargado a tope de combustible.
El protocolo que no siguió el piloto
El procedimiento para un aterrizaje de emergencia normalmente establece que un avión debe vaciar sus tanques de combustible antes de intentar el descenso, ya que el peso extra dificulta la maniobra y el material inflamable aumenta las chances de un incendio.
De acuerdo a la agencia Interfax, que citó a una fuente anónima cercana a la investigación, el piloto decidió no vaciar sus tanques ya que el avión estaba directamente sobre la ciudad de Moscú y hacerlo hubiera sido peligroso para los residentes.
Al respecto, las autoridades han abierto una investigación penal por un posible quiebre de reglas de seguridad. Entre las causas que causas que se investigan están el error humano y una formación deficiente del piloto, problemas en los controladores aéreos, problemas técnicos y el estado del clima, indicó The Moscow Times.
Sin embargo, los primeros reportes indicaban que una falla eléctrica había causado el inicio del incendio antes del aterrizaje, e incluso Aeroflot señaló que los motores podrían haber estallado en el aire. Esto no ha sido confirmado.
El brusco aterrizaje y el incendio ocurrido justo detrás de las alas significó que la mayoría de las personas que viajaban en la parte trasera de la aeronave murieron. Mientras que quienes estaban en el frente, incluyendo la tripulación, lograron evacuar por los toboganes en las puertas delanteras.
Además, Interfax reportó que algunos pasajeros retrasaron el proceso de evacuación ya que intentaron recolectar su equipaje de los compartimentos superiores, una práctica prohibida en situaciones de emergencia. Otras personas se detuvieron para filmar con sus celulares, impidiendo la salida de quienes estaba por detrás.
Al menos 40 pasajeros y un miembro de la tripulación perdieron la vida, y hay además un número no especificado de heridos, algunos de gravedad.
El Sukhoi Superjet 100 es un avión mediano de uso regional, la primera aeronave civil desarrollada en Rusia desde la caída de la Unión Soviética. Voló por primera vez en 2008 y entró en servicio en 2011, mientras que la unidad que se incendió el domingo estaba fabricada en 2017.
Fue algunas vez un motivo de orgullo para la industria aeronáutica rusa, pero lo cierto es que Sukhoi ha tenido serios problemas para encontrar compradores fuera de Rusia, donde además el gobierno ofrece generosos subsidios para que las aerolíneas locales lo utilicen.
Algunas unidades del Superjet 100 fueron vendidas a empresas low cost de Europa e incluso la mexicana Interjet emplea cinco unidades, pero en los últimos años las órdenes se han reducido debido a presuntos problemas de confiabilidad, sumado a dificultades para conseguir repuestos, lo que ha significado enormes problemas para competir con la estadounidense Boeing o la europea Airbus.
El de este domingo es el segundo accidente fatal sufrido por un Superjet 100 desde su entrada en servicio. El primero ocurrió en 2012, cuando un avión que se encontraba haciendo una demostración ante posibles compradores en Indonesia se estrelló contra una montaña, presuntamente por un error del piloto. Murieron 45 personas.
Por otro lado, en el 2013 un Sukhoi resultó levemente dañado durante un aterrizaje de prueba en Islandia, sin que hubiera víctimas. Y en 2018 otro Superjet 100 sufrió un incidente cuando su tren de aterrizaje colapsó en una alejada y deteriorada pista de Rusia. Tampoco se registraron muertos ni heridos, aunque la aeronave quedó inutilizable.
En tanto la nave accidentada este domingo había tenido un problema en uno de sus flaps en enero de 2018, indicó el periódico Kommersant.
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Poco después de despegar del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo, en Rusia, el Sukhoi Superjet 100 de Aerflot fue alcanzado por un rayo que lo forzó a solicitar un aterrizaje de emergencia, explicó este lunes Denis Yevdokimov, el piloto de la aeronave.
El incidente había dejado al avión sin su sistema primario de comunicación, por lo que retornó a Sheremetyevo. Pero en el aterrizaje de emergencia, lleno de combustible, el Superjet 100 se incendió y al menos 41 personas murieron, de un total de 73 pasajeros y cinco tripulantes.
El vuelo SU-1492 tenía como destino a Murmansk y despegó a las 6:02 pm (hora local), y los investigadores rusos acaban de iniciar la pesquisa penal para entender exactamente qué ocurrió, sin descartar una posible violación en los protocolos de seguridad.
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Pero el comandante Yevdokimov ya indicó a los medios locales que su Superjet 100 matrícula RA-89098 había perdido su sistema de radio a causa de un rayo, sin especificar si la descarga había golpeado al avión o si había generado una interferencia.
"Logramos restablecer la comunicación a través de una frecuencia de emergencia. Pero el contacto se cortaba y finalmente dejó de funcionar. Sólo pudimos decir algunas palabras", dijo el piloto al periódico Komsomolskaya Pravda
Muchos entre los 37 sobrevivientes dijeron haber visto en vuelo un relámpago de luz blanca, de acuerdo a la agencia RIA Novosti.
Según el sitio de monitorio aéreo Flightradar24, el avión dio vueltas en círculos sobre Moscú antes de emprender el descenso, posiblemente en un intento de gastar combustible o esperando el permiso para aterrizar.
A las 6:30 pm el vuelo SU-1492 intentó realizar un aterrizaje de emergencia. Como no lo logró, intentó hacerlo de nuevo y entonces el tren de aterrizaje pareció colapsar y el avión cayó sobre la pista con violencia.
"El avión rebotó como un saltamontes y después explotó en llamas cuando estaba en el suelo. Fue un aterrizaje muy duro y casi me desmayo del miedo", contó Pyotr Egorov, uno de los pasajeros.
El Sukhoi Superjet 100 rápidamente quedó envuelto en el fuego, ya que estaba cargado a tope de combustible.
El protocolo que no siguió el piloto
El procedimiento para un aterrizaje de emergencia normalmente establece que un avión debe vaciar sus tanques de combustible antes de intentar el descenso, ya que el peso extra dificulta la maniobra y el material inflamable aumenta las chances de un incendio.
De acuerdo a la agencia Interfax, que citó a una fuente anónima cercana a la investigación, el piloto decidió no vaciar sus tanques ya que el avión estaba directamente sobre la ciudad de Moscú y hacerlo hubiera sido peligroso para los residentes.
Al respecto, las autoridades han abierto una investigación penal por un posible quiebre de reglas de seguridad. Entre las causas que causas que se investigan están el error humano y una formación deficiente del piloto, problemas en los controladores aéreos, problemas técnicos y el estado del clima, indicó The Moscow Times.
Sin embargo, los primeros reportes indicaban que una falla eléctrica había causado el inicio del incendio antes del aterrizaje, e incluso Aeroflot señaló que los motores podrían haber estallado en el aire. Esto no ha sido confirmado.
El brusco aterrizaje y el incendio ocurrido justo detrás de las alas significó que la mayoría de las personas que viajaban en la parte trasera de la aeronave murieron. Mientras que quienes estaban en el frente, incluyendo la tripulación, lograron evacuar por los toboganes en las puertas delanteras.
Además, Interfax reportó que algunos pasajeros retrasaron el proceso de evacuación ya que intentaron recolectar su equipaje de los compartimentos superiores, una práctica prohibida en situaciones de emergencia. Otras personas se detuvieron para filmar con sus celulares, impidiendo la salida de quienes estaba por detrás.
Al menos 40 pasajeros y un miembro de la tripulación perdieron la vida, y hay además un número no especificado de heridos, algunos de gravedad.
El Sukhoi Superjet 100 es un avión mediano de uso regional, la primera aeronave civil desarrollada en Rusia desde la caída de la Unión Soviética. Voló por primera vez en 2008 y entró en servicio en 2011, mientras que la unidad que se incendió el domingo estaba fabricada en 2017.
Fue algunas vez un motivo de orgullo para la industria aeronáutica rusa, pero lo cierto es que Sukhoi ha tenido serios problemas para encontrar compradores fuera de Rusia, donde además el gobierno ofrece generosos subsidios para que las aerolíneas locales lo utilicen.
Algunas unidades del Superjet 100 fueron vendidas a empresas low cost de Europa e incluso la mexicana Interjet emplea cinco unidades, pero en los últimos años las órdenes se han reducido debido a presuntos problemas de confiabilidad, sumado a dificultades para conseguir repuestos, lo que ha significado enormes problemas para competir con la estadounidense Boeing o la europea Airbus.
El de este domingo es el segundo accidente fatal sufrido por un Superjet 100 desde su entrada en servicio. El primero ocurrió en 2012, cuando un avión que se encontraba haciendo una demostración ante posibles compradores en Indonesia se estrelló contra una montaña, presuntamente por un error del piloto. Murieron 45 personas.
Por otro lado, en el 2013 un Sukhoi resultó levemente dañado durante un aterrizaje de prueba en Islandia, sin que hubiera víctimas. Y en 2018 otro Superjet 100 sufrió un incidente cuando su tren de aterrizaje colapsó en una alejada y deteriorada pista de Rusia. Tampoco se registraron muertos ni heridos, aunque la aeronave quedó inutilizable.
En tanto la nave accidentada este domingo había tenido un problema en uno de sus flaps en enero de 2018, indicó el periódico Kommersant.