No más 'Boatengs' en el futuro
El área deportiva del Barça se impone no volver a fichar jugadores que no sean más que un parche. Si hay urgencias y no hay recambios fiables en el mercado, cantera.
Juan Jiménez
As
Puede que desde un punto de vista algo rebuscado, pero las cesiones de Murillo y Boateng han dejado una enseñanza en el Barça. En el club y en el área de fútbol que dirige Pep Segura se ha llegado a la conclusión de que no se volverá a fichar a ningún jugador cedido con las características de los dos que han venido que, en el fondo, lo hacían para ser apenas un número. El caso de Murillo pudo tener un matiz de necesidad. Fue una petición exprés de Valverde porque con Umtiti en Qatar lesionado y con Vermaelen permanentemente en la enfermería, cualquier problema en defensa podía ser un caos. Murillo, no obstante, era un objetivo. Boateng fue un parche con mayúsculas porque la opción de Morata chocaba con el ecosistema feliz de Suárez y el fichaje de Carlos Vela no salió.
No habrá más parches en el Barça. Si hay huecos pendientes y a tiro no están jugadores de nivel, esta vez sí habrá hueco para la cantera, sea el puesto que sea. Eso permite poner el foco en varias posiciones donde el Barça tendrá que tomar decisiones. Iñaki Peña podría ser el segundo portero la próxima temporada si es que no se encuentra un recambio barato para Cillessen. En la delantera, es posible que se abra un hueco para Abel Ruiz y Carles Pérez. En el puesto donde el Barça no se va a conformar es en lateral izquierdo, donde se quiere un jugador de perfil físico que mejore las prestaciones de Alba en los partidos europeos de fuera de casa.
No obstante, esta premisa de terminar con los parches está especialmente pensada para el mercado de invierno. La planificación de la temporada andará por unos parámetros y será cuando aparezcan las dificultades en forma de lesiones largas cuando el club implemente esta filosofía de no fichar jugadores por fichar. La experiencia de Boateng ha sido demasiado traumática como para no tenerla en cuenta.
Juan Jiménez
As
Puede que desde un punto de vista algo rebuscado, pero las cesiones de Murillo y Boateng han dejado una enseñanza en el Barça. En el club y en el área de fútbol que dirige Pep Segura se ha llegado a la conclusión de que no se volverá a fichar a ningún jugador cedido con las características de los dos que han venido que, en el fondo, lo hacían para ser apenas un número. El caso de Murillo pudo tener un matiz de necesidad. Fue una petición exprés de Valverde porque con Umtiti en Qatar lesionado y con Vermaelen permanentemente en la enfermería, cualquier problema en defensa podía ser un caos. Murillo, no obstante, era un objetivo. Boateng fue un parche con mayúsculas porque la opción de Morata chocaba con el ecosistema feliz de Suárez y el fichaje de Carlos Vela no salió.
No habrá más parches en el Barça. Si hay huecos pendientes y a tiro no están jugadores de nivel, esta vez sí habrá hueco para la cantera, sea el puesto que sea. Eso permite poner el foco en varias posiciones donde el Barça tendrá que tomar decisiones. Iñaki Peña podría ser el segundo portero la próxima temporada si es que no se encuentra un recambio barato para Cillessen. En la delantera, es posible que se abra un hueco para Abel Ruiz y Carles Pérez. En el puesto donde el Barça no se va a conformar es en lateral izquierdo, donde se quiere un jugador de perfil físico que mejore las prestaciones de Alba en los partidos europeos de fuera de casa.
No obstante, esta premisa de terminar con los parches está especialmente pensada para el mercado de invierno. La planificación de la temporada andará por unos parámetros y será cuando aparezcan las dificultades en forma de lesiones largas cuando el club implemente esta filosofía de no fichar jugadores por fichar. La experiencia de Boateng ha sido demasiado traumática como para no tenerla en cuenta.