Neymar-Madrid: motivos para creer en un fichaje imposible

Madrid, AS
El fichaje de Neymar por el Real Madrid es a día de hoy un imposible... siempre y cuando el jugador no tense la cuerda hasta el límite de arriesgarse a romperla, la única posibilidad que tiene para que el PSG acceda a dejarle salir. El futbolista brasileño no gusta en el Santiago Bernabéu, claramente; su pasado culé, la cantidad de polémicas que suelen rodearle y su carácter excesivamente festivo no cuajan entre la afición blanca, que preferiría con mucho margen el fichaje de Mbappé.


Pero Florentino sigue deseando al brasileño, pieza clave para abrir de par en par el mercado del país sudamericano (más de 200 millones de población) y el jugador ha ido de conflicto en conflicto desde que aterrizó en París. Pequeñas semillas que ha plantado deseando que germinen en un futuro fuera del PSG, ya sea en el Madrid o en su ex, el Barcelona. Son las razones para creer en un fichaje prácticamente imposible.


Dos lesiones seguidas
De esto no tiene la culpa nadie más que la mala fortuna, pero la realidad es que Neymar se ha lesionado dos años seguidos en la misma zona y en el mismo momento, cuando llegan los octavos de final de la Champions League. Y en ambos casos, el PSG no ha pasado de esa instancia. El club parisino pagó 222 millones por Neymar (y otros 180 por Mbappé) para lograr algo más que ganar la Ligue 1, que ya le cae casi por defecto (le saca 16 puntos al segundo a dos jornadas del final). Y la realidad es que Neymar no ha sido capaz todavía de llevar al PSG a superar ese rubicón y alcanzar, al menos, hasta las semifinales. Ambas lesiones y las recuperaciones de las mismas, alejadas del entorno médico francés, le han creado al brasileño una fama cuestionable entre la afición del PSG, sobre todo en el entorno de los ultras.

Conflictos en el vestuario

La relación de Neymar con buena parte de la plantilla del PSG no es la mejor, como la prensa francesa se ha encargado de contar en infinidad de ocasiones. Su mayor conflicto lo vive con Cavani, con el que se disputó el lanzamiento de penaltis el curso pasado, hecho por el que obligó a Emery, entonces técnico del PSG, a tomar una decisión salomónica: un penalti para cada uno. Recientemente trascendió también una discusión con Draxler, que le acusó de ser excesivamente individualista: "¿Quién eres tú para hablarme así, que sólo das pases para atrás?", le dijo el brasileño al alemán. En la caseta parisina sienta mal su excesivo sueldo (por encima de los 35 millones netos) y las concesiones que le hace el club, como permitirle recuperarse de sus lesiones en Brasil (donde se fue de carnaval cuando debía guardar reposo) o elegir descansar en un partido de liga para irse a ver a un amigo surfista a Portugal.

Tensión con Al Khelaifi
Hasta ha tenido conflictos con el presidente del PSG, Nasser Al Khelaifi, por la renovación de su amigo Dani Alves. El club le ofrecía al lateral, de 36 años, un contrato con un sueldo variable en función de los partidos que disputase, a lo que Alves se negaba. La intervención de Neymar en favor de su compañero de equipo y de selección cambió el plan: la oferta del PSG ya es de un año con opción a un segundo, con salario fijo, y el acuerdo está cercano, aunque no sea oficial aún. Al Khelaifi viajó el pasado verano a Brasil para colaborar con Neymar y su padre en un evento solidario, en un claro intento de frenar sus intenciones de salir en dirección al Madrid. Y de hecho ya ha entrado en juego hasta el estado de Qatar, dueño a su vez del PSG: la banca nacional del país árabe se incorporó a la nómina de patrocinadores del jugador, complementando su salario para hacerlo inalcanzable para el resto de equipos del mundo (y atrayendo la mirada de la FIFA por el Fair Play Financiero).

La FIFA, vigilante
Ése es el principal motivo para creer en el fichaje de Neymar: la FIFA vigila de cerca las cuentas del PSG, al que varios actores desde España (Florentino suele hacerlo de forma velada, Javier Tebas mucho más abiertamente) acusan de ser un club-estado financiado de forma irregular por la casa real de Qatar. De momento, la FIFA no ha sido capaz de descubrir ninguna irregularidad, pero sigue investigando las cuentas del PSG de la temporada 2017-18, en la que firmó a Neymar y se hizo con la cesión de Mbappé (su fichaje computó en el verano de 2018). La sospecha principal está en unos contratos de patrocinio que, consideran en la FIFA, podrían estar inflados por encima de lo que el mercado estipula. Si las investigaciones acabasen con algún tipo de sanción para el PSG, podría verse forzado a vender. De hecho, ya suele tener problemas para cuadrar las cuentas del Fair Play Financiera año a año.

Lejos de Cristiano y Messi
Neymar abandonó el Barcelona, en teoría, para deshacerse de la sombra de Messi y poder brillar como el líder de un proyecto (además de para engordar su cuenta bancaria con un salario muy superior al que percibía en Barcelona). Pero el tiempo le ha quitado la razón: cuando se fue del PSG, disputaba junto a Griezmann sentarse a la mesa de Cristiano y Messi; hoy tiene a varios jugadores del fútbol europeo (el propio Griezmann, Mbappé, Salah, De Bruyne, Hazard...) por delante, como demuestra la última votación del Balón de Oro: fue 12º, por detrás de futbolistas como Varane, Kane o Kanté. Un fichaje por el Madrid podría darle el impulso necesario para volver a los primeros puestos de este tipo de premios, lo que sin duda significaría que su influencia en las grandes competiciones habría crecido.

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