La negativa de los líderes del Barcelona al arribo de Griezmann: del elogio público al silencio con sabor a enojo
Hace un año, Messi, Suárez y Piqué le abieron la puerta a su llegada y él terminó cerrándola con un particular anuncio. En las últimas semanas decidió volver sobre sus pasos y coquetea con el Barcelona, pero los líderes parecen tomar una postura irreversible
Infobae
Menos de un año de distancia entre una declaración y la otra. Apenas unos pocos días en los que la superficie no mostró la herida pero, aunque no se vea, el tajo parece ser profundo e incurable. Antoine Griezmann ya anunció que abandonará el Atlético de Madrid y todo hacía indicar que el próximo paso sería la presentación en el Barcelona. Sin embargo, las reacciones en torno a su figura por parte de los referentes del club catalán parecen cerrarle la puerta.
Hace unos cuantos meses atrás, Lionel Messi se estrenaba como capitán y advertía en una entrevista con Sport sobre los rumores del arribo del francés: "Para ganar la Champions necesitamos a los mejores y Griezmann es uno de ellos". Aquella transferencia se truncó, el agua pasó debajo del puente y el nombre del delantero volvió a sonar en el Blaugrana. Esta vez, la reacción de Leo fue bien diferente: "No opinaremos sobre Griezmann".
¿Qué pasó entre esa alfombra roja para su ingreso al tridente ofensivo y este helado silencio?
El disgusto radica en que Messi, Luis Suárez y Gerard Piqué habían ofrendado públicamente su bienvenida al francés pero quedaron en fuera de juego cuando el atacante del Atlético de Madrid decidió anunciar su negativa por intermedio de un mini documental titulado "La decisión" en el que informaba los motivos de su continuidad en el Colchonero.
"Un jugador de esta calidad siempre es bienvenido. No viene para quitarle el puesto a nadie, sino con la ambición de querer ganar cosas importantes", llegó a decir Suárez en un medio uruguayo, dando por hecha la transferencia. Todos quedaron expuestos cuando Antoine se bajó.
El escenario cambió durante los últimos meses. Atlético quedó rápido afuera de la Champions League y el atacante comprendió que necesitaba cambiar de aire si quería ganar títulos importantes a los 28 años. Según informaron desde Francia, él mismo se contactó con el entorno catalán para advertir que su mirada se había modificado. La catástrofe de Liverpool aceleró las negociaciones. El siguiente gesto fue el de confirmar que no continuaría en Madrid. Todo estaba dado para su llegada.
Algo cambió: desde el vestuario del Camp Nou empezaron a filtrar su disgusto. El capitán Messi lo cristalizó ayer ante la prensa. "No opinaremos", se limitó a decir cuando lo consultaron, respondiendo incluso por el propio Piqué que se encontraba a su lado. Tajante. No hubo elogios públicos esta vez; sólo un gesto adusto y unas pocas palabras veloces para pasar al próximo tema. Dijo poco, pero en realidad comunicó mucho.
Mientras tanto, el Manchester United planea meterse en la negociación y ya inició los contactos. El escenario sigue abierto. Barcelona necesita jugadores de calidad para dar un vuelco al mal presente y Griezmann es uno de ellos. ¿Podrá torcer el rumbo del vestuario catalán? ¿habrá algún anunció luego de la final de la Copa del Rey?
Esto no significa el punto final en la novela. El próximo 1 de julio la cláusula de salida pasará de 200.000.000 de euros a 120.000.000 de euros. Tal vez, el capitán Messi sea parte de una estrategia dirigencial para depreciar el costo del atacante francés. O quizás el enojo le ganó a la formalidad.
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Menos de un año de distancia entre una declaración y la otra. Apenas unos pocos días en los que la superficie no mostró la herida pero, aunque no se vea, el tajo parece ser profundo e incurable. Antoine Griezmann ya anunció que abandonará el Atlético de Madrid y todo hacía indicar que el próximo paso sería la presentación en el Barcelona. Sin embargo, las reacciones en torno a su figura por parte de los referentes del club catalán parecen cerrarle la puerta.
Hace unos cuantos meses atrás, Lionel Messi se estrenaba como capitán y advertía en una entrevista con Sport sobre los rumores del arribo del francés: "Para ganar la Champions necesitamos a los mejores y Griezmann es uno de ellos". Aquella transferencia se truncó, el agua pasó debajo del puente y el nombre del delantero volvió a sonar en el Blaugrana. Esta vez, la reacción de Leo fue bien diferente: "No opinaremos sobre Griezmann".
¿Qué pasó entre esa alfombra roja para su ingreso al tridente ofensivo y este helado silencio?
El disgusto radica en que Messi, Luis Suárez y Gerard Piqué habían ofrendado públicamente su bienvenida al francés pero quedaron en fuera de juego cuando el atacante del Atlético de Madrid decidió anunciar su negativa por intermedio de un mini documental titulado "La decisión" en el que informaba los motivos de su continuidad en el Colchonero.
"Un jugador de esta calidad siempre es bienvenido. No viene para quitarle el puesto a nadie, sino con la ambición de querer ganar cosas importantes", llegó a decir Suárez en un medio uruguayo, dando por hecha la transferencia. Todos quedaron expuestos cuando Antoine se bajó.
El escenario cambió durante los últimos meses. Atlético quedó rápido afuera de la Champions League y el atacante comprendió que necesitaba cambiar de aire si quería ganar títulos importantes a los 28 años. Según informaron desde Francia, él mismo se contactó con el entorno catalán para advertir que su mirada se había modificado. La catástrofe de Liverpool aceleró las negociaciones. El siguiente gesto fue el de confirmar que no continuaría en Madrid. Todo estaba dado para su llegada.
Algo cambió: desde el vestuario del Camp Nou empezaron a filtrar su disgusto. El capitán Messi lo cristalizó ayer ante la prensa. "No opinaremos", se limitó a decir cuando lo consultaron, respondiendo incluso por el propio Piqué que se encontraba a su lado. Tajante. No hubo elogios públicos esta vez; sólo un gesto adusto y unas pocas palabras veloces para pasar al próximo tema. Dijo poco, pero en realidad comunicó mucho.
Mientras tanto, el Manchester United planea meterse en la negociación y ya inició los contactos. El escenario sigue abierto. Barcelona necesita jugadores de calidad para dar un vuelco al mal presente y Griezmann es uno de ellos. ¿Podrá torcer el rumbo del vestuario catalán? ¿habrá algún anunció luego de la final de la Copa del Rey?
Esto no significa el punto final en la novela. El próximo 1 de julio la cláusula de salida pasará de 200.000.000 de euros a 120.000.000 de euros. Tal vez, el capitán Messi sea parte de una estrategia dirigencial para depreciar el costo del atacante francés. O quizás el enojo le ganó a la formalidad.