Hemorroides o almorranas: cómo prevenir ese molesto compañero de viaje
Se trata de una patología muy habitual entre la población que se produce por la inflamación de arterias y venas al final del tubo digestivo, y causa picazón, malestar y sangrado.
Álvaro Piqueras
As
El final del tubo digestivo está formado por unas estructuras vasculares similares a unas ‘almohadillas’, cuya función fisiológica es la de mantener una continencia perfecta. El problema surge cuando estos pequeñas arterias y venas se inflaman dando lugar a la temidas hemorroides o almorranas, un molesto compañero de viaje muy habitual entre la población adulta.
“Las hemorroides son una patología que trae muchos dolores de cabeza y que suelen estar acompañados de mala prensa. Son estructuras anatómicas y fisiológicas que todo el mundo tiene, desde niños hasta adultos, todos tenemos hemorroides. Hasta un 10% de la población está sufriendo en estos momentos por las hemorroides y más del 50% de los pacientes van a sufrir por esta patología a lo largo de su vida, ya sea por síntomas livianos o por inflamaciones agudas”, explica José Luis Elósegui, cirujano general y digestivo de la Unidad Integral de Obesidad y la Unidad de Enfermedades Digestivas de Policlínica Gipuzkoa.
Síntomas y causas
Los principales síntomas que indican su aparición comprenden el sangrado, picazón o irritación, dolor y molestias, inflamación y la aparición de un bulto cerca del ano. Entre las causas que pueden explicar su aparición, podemos enumerar las siguientes fruto, sobre todo, de situaciones en las que aumenta la presión de la zona y agravadas por la edad:
Tensión durante el esfuerzo defecatorio.
Permanecer sentado por largos períodos de tiempo en el baño.
Diarrea crónica o estreñimiento.
Obesidad.
Embarazo.
Dieta baja en fibras.
Prevención
Nadie está a salvo de este incómodo compañero de viaje, pero en todo caso pueden seguirse unas sencillas recomendaciones para tratar de prevenir su aparición:
Ingerir alimentos con alto contenido de fibra.
Buena hidratación.
Evitar los alimentos con muchas especias, estimulantes o alcohol de alta graduación.
Es recomendable no pasar mucho tiempo sentado, especialmente en el inodoro para evitar una presión innecesaria.
Hacer ejercicio.
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Álvaro Piqueras
As
El final del tubo digestivo está formado por unas estructuras vasculares similares a unas ‘almohadillas’, cuya función fisiológica es la de mantener una continencia perfecta. El problema surge cuando estos pequeñas arterias y venas se inflaman dando lugar a la temidas hemorroides o almorranas, un molesto compañero de viaje muy habitual entre la población adulta.
“Las hemorroides son una patología que trae muchos dolores de cabeza y que suelen estar acompañados de mala prensa. Son estructuras anatómicas y fisiológicas que todo el mundo tiene, desde niños hasta adultos, todos tenemos hemorroides. Hasta un 10% de la población está sufriendo en estos momentos por las hemorroides y más del 50% de los pacientes van a sufrir por esta patología a lo largo de su vida, ya sea por síntomas livianos o por inflamaciones agudas”, explica José Luis Elósegui, cirujano general y digestivo de la Unidad Integral de Obesidad y la Unidad de Enfermedades Digestivas de Policlínica Gipuzkoa.
Síntomas y causas
Los principales síntomas que indican su aparición comprenden el sangrado, picazón o irritación, dolor y molestias, inflamación y la aparición de un bulto cerca del ano. Entre las causas que pueden explicar su aparición, podemos enumerar las siguientes fruto, sobre todo, de situaciones en las que aumenta la presión de la zona y agravadas por la edad:
Tensión durante el esfuerzo defecatorio.
Permanecer sentado por largos períodos de tiempo en el baño.
Diarrea crónica o estreñimiento.
Obesidad.
Embarazo.
Dieta baja en fibras.
Prevención
Nadie está a salvo de este incómodo compañero de viaje, pero en todo caso pueden seguirse unas sencillas recomendaciones para tratar de prevenir su aparición:
Ingerir alimentos con alto contenido de fibra.
Buena hidratación.
Evitar los alimentos con muchas especias, estimulantes o alcohol de alta graduación.
Es recomendable no pasar mucho tiempo sentado, especialmente en el inodoro para evitar una presión innecesaria.
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