El régimen de Irán dejará de limitar su stock de agua pesada y uranio enriquecido y dio un plazo de 60 días para negociar un nuevo acuerdo nuclear

El anuncio del presidente Rohani se produce un año después de que EEUU abandonara el Plan Integral de Acción Conjunta. No obstante, aseguró que la reducción de sus compromisos nucleares es una medida dirigida a "salvar" el pacto, y que el régimen "no ha elegido el camino de la guerra, sino el de la diplomacia"

Infobae
El presidente iraní, Hassan Rohani, anunció este miércoles que su país reduce sus compromisos adquiridos con el acuerdo nuclear de 2015 y da un plazo de 60 días al resto de firmantes del pacto para que cumplan con las exigencias de Irán.


En un discurso televisado, Rohani informó de que desde ahora no van a vender el uranio enriquecido ni el excedente de agua pesada y que sus exigencias para volver a la situación previa es que se levanten las limitaciones a las transacciones con el sistema bancario iraní y a la venta de petróleo.

El anuncio de Irán se produce justo un año después de que Estados Unidos abandonara el llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés), firmado también por Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania.

"Tras la violación de EEUU, Irán renunciará a dos acciones que realizaba hasta hoy. Es decir, cada vez que nuestra producción de uranio enriquecido alcanzaba los 300 kilos, lo vendíamos a dos países. Hoy lo suspendemos y también dejamos de vender agua pesada", explicó Rohani.

El mandatario precisó que esta medida tiene "una duración de 60 días", plazo en el que esperan una reacción positiva del resto de firmantes del JCPOA respecto a las exigencias planteadas.

Tras retirarse unilateralmente del acuerdo, Washington volvió a imponer sanciones a Irán en agosto y noviembre pasados, incluidos a su sector bancario y petrolero.

"Si durante estos 60 días se mantienen nuestros principales intereses, especialmente la venta del petróleo y la eliminación de sanciones bancarias, volveremos a las condiciones anteriores", apostilló Rohani.

De no ser así, advirtió de que adoptarán otros dos pasos: "El primero es que ya no tendremos un nivel limitado de enriquecimiento; es decir, ya no cumpliremos con el compromiso de mantener el enriquecimiento en el 3,67 por ciento", señaló.

El segundo paso consistirá en completar el reactor de agua pesada de Arak, cuya renovación iba a hacerse con la ayuda de la contraparte del pacto, el llamado Grupo 5+1.

No obstante, Rohani aseguró que la reducción de sus compromisos nucleares es una medida dirigida a "salvar" el JCPOA, y que Irán "no ha elegido el camino de la guerra, sino el de la diplomacia".

"El acuerdo sigue en pie. Anunciamos nuestra reducción, no nuestra salida (…) El acuerdo necesita una cirugía, esta es para salvarlo y no para destruirlo", aseveró.

El presidente insistió en que Irán no ha abandonado la mesa de negociaciones y siempre está dispuesto a dialogar "en el marco del acuerdo nuclear, ni una palabra más ni una menos".

"Hoy estamos empezando la negociación con un nuevo lenguaje. Ahora es jurídico, mientras que ayer era diplomático y amistoso", indicó Rohaní, quien hizo hincapié en que Irán ha tenido mucha paciencia y ha esperado todo un año.

En este sentido, recordó que los puntos 26 y 36 del JCPOA precisan que Irán tiene derecho a reducir sus compromisos si las otras partes no cumplen con sus obligaciones.

Sobre el resto de firmantes del acuerdo, Rohani afirmó que dieron "buenos pasos", pero sobre todo de palabra y no prácticos, ya que -lamentó- en el plano económico los europeos son "cautivos" de EEUU.

El JCPOA limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero desde la salida de EEUU se ha visto debilitado.

Europa ha adoptado una serie de medidas para contrarrestar las sanciones estadounidenses, entre ellas un canal especial de pagos, pero por ahora no han tenido éxito.

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