BCB reconoce que la "guerra comercial" entre EEUU y China impactará en Bolivia

El presidente del BCB, Pablo Ramos, dijo que el modelo económico boliviano desarrolló ciertas resistencias a los impactos externos.

ANF / La Paz
El Banco Central de Bolivia (BCB) reconoció que la incertidumbre económica mundial provocada por la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, impactará en los precios de materias primas y commodities de América Latina, donde Bolivia no queda exenta.


Sin embargo, dijo que el modelo económico desarrolló ciertas resistencias a los impactos externos, basado en un modelo que apostó a elementos internos de la dinámica económica.

“Es indudable que esa guerra comercial está afectando a América Latina, y nosotros sentimos a través de los precios internacionales, precios que se han vuelto fluctuantes, oscilantes a través de la incertidumbre de corrientes de capitales, donde los tipos de cambio se mueven con mucha celeridad, afectan los cálculos de costos de producción”, dijo en conferencia de prensa.

Ramos señaló que esta incertidumbre en la economía mundial crea un panorama difícil para todas las economías. “La incertidumbre por el conflicto de la guerra económica entre las grandes potencias que lideran la economía mundial está generando repercusiones muy fuertes”, indicó.

Uno de los commodity más impactado por la guerra comercial ha sido el grano de soya que este mes llegó a $us 290 dólares la toneladas, uno de los niveles más bajos de los últimos años.

Dijo que la guerra comercial está dañando no solo la economía norteamericana y la china, lo cual ha repercutido en la ralentización (económica) con una disminución en las tasas de crecimiento en muchos sectores, como el tecnológico, sino también en la economía europea.


“En el dinamismo de la economía mundial implica menor demanda en materias primas, y atenta al comercio, por eso es indudable que esa guerra comercial está afectando a América Latina, y nosotros sentimos a través de los precios internacionales, precios que se han vuelto fluctuantes, oscilantes a través de la incertidumbre de corrientes de capitales, los tipos de cambios se mueven con mucha celeridad, afectan los cálculos de costos de producción”, explicó.

Sin embargo, señaló que el modelo económico boliviano se ha ido liberando del condicionamiento de la economía internacional. “No es que la economía internacional no afecte, sino que los pilares de la economía han ido trasladándose hacia factores internos”, dijo.

Destacó que elementos internos han surgido de la demanda interna, concretamente del consumo público y privado y de la inversión que han permitido dinamizar los sectores productivos y a partir de ellos alcanzar la tasa de crecimiento que es la más alta de los últimos años en la región.

“Es un modelo que ha ido trasladando la base de sustentación hacia los factores internos sin descuidar que los factores externos obviamente son importantes, en la base del modelo está la respuesta”, señaló.

Según Ramos, si Bolivia hubiera seguido dependiendo exclusivamente de los sectores extractivistas y explotadores, las repercusiones del conflicto mundial hubieran sido mayores, pero se tiene afortunadamente una orientación hacia los factores internos como el de agricultura que ha permitido la estabilidad de precios, la industria y los servicios.


La guerra comercial entre China y Estados Unidos es un conflicto comercial iniciado en marzo de 2018, luego de un anuncio realizado por el presidente, Donald Trump, consistente en la intención de imponer aranceles de $us 50 mil millones a los productos chinos bajo el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, bajo el argumento de un historial de «prácticas desleales de comercio» y el robo de propiedad intelectual.

En represalia, el Gobierno de la República Popular China impuso aranceles a más de 128 productos estadounidenses, incluyendo en particular la soja, una de las principales exportaciones de EEUU a China.

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