Barça: La liquidación, en marcha

Se van Vermaelen, Murillo y Boateng; el club tiene que colocar a Rafinha, André Gomes y Denis Suárez. Cillessen y Malcom, ventas sencillas. Coutinho y Umtiti, complejas.

Juan Jiménez
As
El Barça ya ha colgado el cartel de liquidación en el escaparate de sus oficinas. Pero hay distinto material del que desembarazarse y situaciones más o menos cómodas. Los jugadores que terminaban contrato, Vermaelen, Murillo y Boateng, abandonan el club. El belga lo hace después de cinco años de contrato (pasó uno de ellos cedido en Roma) plagados de lesiones. Con un buen comportamiento pero con un rendimiento bajo por su poca participación. Murillo y Boateng se marchan sin pena ni gloria y siempre serán borrones en la historia de la entidad, si bien se perderán en el olvido.


Cillessen

Otro que tiene ya las maletas preparadas –o al menos así lo ha afirmado públicamente en su país- es el portero holandés Jasper Cillessen, que no está dispuesto a pasar otro año más prácticamente en blanco: jugando únicamente la Copa del Rey y partidos residuales de LaLiga y la Champions. El club espera obtener mínimo 30 millones ya que su valor ha aumentado gracias a su excelente rendimiento bajo los palos en su club-el Barcelona ha llegado por tercera vez consecutiva a una final de Copa con él como titular- así como en la selección.

Kevin-Prince Boateng

Apenas ha contado para Valverde y volverá al Sassuolo tras su etapa en el Fútbol Club Barcelona.

Thomas Vermaelen

Finaliza contrato y el club ya le ha comunicado que no hará efectiva la cláusula de renovarle un año más. En el caso de Vermaelen su fragilidad muscular ha sido un gran lastre.

La venta más sencilla para la dirección deportiva del Barcelona será la de Jasper Cillessen. El objetivo, sacar por el holandés el máximo dinero posible. Tiene una cláusula de 60 millones pero su ciclo en el club azulgrana después de tres años a la sobra de Ter Stegen ha terminado. Otra salida probable es la de Malcom. El brasileño tiene una oferta del Dortmund, pero apunta a la Premier. Ha jugado muy poco, pero ha mantenido su caché (llegó por 41 millones de euros). Un cambio de entrenador podría cambiar su situación pero no parece que fuese definitivo. Es un jugador que transmite pasión y entusiasta, pero parece que aún un escalón por debajo de lo que demanda un club de superélite.

Llega el capítulo de ventas complejas. Al Barça le gustaría desembarazarse de Philippe Coutinho y Samuel Umtiti. Pero son casos complicados. El brasileño es el fichaje más caro de la historia del club (120 millones de euros más 40 en variables), pero da la sensación de que se ha bloqueado en Can Barça y que no hay solución ni vuelta atrás. En su rendimiento en el césped y en su relación con la afición. La Premier parece el único mercado posible salvo una solución extraña tipo China. Sus agentes, Kia Joorabchian y Giuliano Bertolucci, se mueven hace meses. Puede que su precio de mercado tenga que ver con Copa América. El caso de Umtiti también es delicado. Con una lesión en la rodilla izquierda que le impide exhibir el nivel que le hizo intocable en el Barça desde su llegada en 2016, el club prefiere que se quede Lenglet y fichar a De Ligt. Pero Umtiti está bien en Barcelona y, además, los clubes conocen sus problemas de cartílago en la rodilla izquierda. Umtiti fue renovado el verano pasado antes del Mundial sin la aprobación explícita del cuerpo médico, que conocía el estado de su rodilla. Su salida se antoja complicada porque no existe la sensación de que vayan a haber grandes ofertas y él tampoco tiene muchas ganas de irse.

El Barça deberá colocar también a otros tres futbolistas este verano. André Gomes tiene mercado. Ha jugado bien en el Everton y siempre ha gustado en el Tottenham. Más difícil es el caso de Denis Suárez, que tampoco ha tenido suerte en su lesión en el Arsenal y cuyo nivel está un escalón por debajo de los equipos top. El Barça sabe que no sacará mucho por su venta. Finalmente, Rafinha se ha pasado casi todo el año lesionado otra vez después de hacer una gran pretemporada. El brasileño no tiene suerte. Sigue en recuperación, pero parece difícil pensar que estará otro verano con su futuro colgando en un gira. Otra cosa es que encuentre el equipo que él pretende y que el Barça tenga una oferta que le convenza.

Para el final queda el caso Rakitic. El croata ha declarado que quiere seguir en el Barça. Ha resultado un jugador imprescindible en los últimos cinco años y su rendimiento ha sido altísimo. Su final de curso, sin embargo, ha sido flojo y ha estado marcado por el episodio del viaje a la Feria de Sevilla. Los últimos resultados ante Liverpool y Valencia hacen que sea menos intocable que hace unos meses. Además, su principal defensor, Valverde, que puso como una de las condiciones de su continuidad que asegurasen la de Rakitic, podría no seguir. El Barça está contento de su rendimiento, pero necesita dinero si quiere afrontar las operaciones De Ligt y Griezmann y, sobre todo, liquidez para hacer sostenible su tremenda masa salarial. Si todas las partes salen contentas, no se puede descartar la marcha de Rakitic del Barça.

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