A un año de la muerte de Jonathan Quispe, UPEA marcha por la pena máxima para el autor
El exteniente de la Policía Cristian Casanova fue sentenciado a cinco años de cárcel en marzo de este año. La UPEA y familiares rechazaron la decisión de la Justicia y este viernes, a un año de la muerte de Jonathan, exigen nuevamente la pena máxima
La Razón Digital / Jaime Soto / La Paz
Una marcha de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) que exigía mayor presupuesto el 24 de mayo de 2018 desembocó en la muerte del universitario Jonathan Quispe. A un año de ese trágico hecho, este viernes, docentes y estudiantes le rindieron homenaje con una misa y volvieron a marchar hacia el centro de La Paz, donde instalaron un mitin, esta vez en demanda de la pena máxima de 30 años para su asesino, el exteniente de la Policía, Cristian Casanova.
La movilización convocada por el rectorado de esa casa de estudios comenzó con una misa a la que asistieron sus compañeros, docentes y personal administrativo, quienes elevaron oraciones en la calle donde fue alcanzado por una canica disparada desde el arma antidisturbios de Casanova, quien en primera instancia negó su responsabilidad, aunque luego la admitió para someterse a un proceso abreviado.
El 6 de marzo, un juez del Juzgado Cuarto de Instrucción Cautelar en lo Penal de la ciudad de El Alto, determinó una sentencia de cinco años de cárcel para Casanova, quien guardaba detención preventiva desde el 1 de junio de 2018.
La noticia no fue bien recibida por la comunidad de estudiantes de la UPEA y los familiares de la víctima, quienes exigieron la pena máxima de 30 años de cárcel.
“Ya es un año, hasta ahora no hay justicia. Cinco años le han dado, es muy poco. Por eso hemos presentado una apelación, pero siguen demorando. Perdimos 30 años, por eso hemos bajado hoy, un año ya se cumple y no hay justicia para mi hijo. Solo pido justicia para (que) ese policía que ha matado a mi hijo (responda)”, demandó Rosendo Quispe, padre del universitario fallecido.
Una masiva columna de marchistas copó el centro de La Paz. Pasó por la avenida Montes y tomó la calle Potosí con dirección a la plaza Murillo y la Casa Grande del Pueblo, que tiene al momento un fuerte resguardo policial que les impidió continuar con su propósito.
Luego se trasladaron hasta el Prado, donde instalaron un mitin y quemaron llantas. La movilización cortó el tráfico vehicular y prevé concluir con una concentración en la plaza San Francisco.
Una marcha de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) que exigía mayor presupuesto el 24 de mayo de 2018 desembocó en la muerte del universitario Jonathan Quispe. A un año de ese trágico hecho, este viernes, docentes y estudiantes le rindieron homenaje con una misa y volvieron a marchar hacia el centro de La Paz, donde instalaron un mitin, esta vez en demanda de la pena máxima de 30 años para su asesino, el exteniente de la Policía, Cristian Casanova.
La movilización convocada por el rectorado de esa casa de estudios comenzó con una misa a la que asistieron sus compañeros, docentes y personal administrativo, quienes elevaron oraciones en la calle donde fue alcanzado por una canica disparada desde el arma antidisturbios de Casanova, quien en primera instancia negó su responsabilidad, aunque luego la admitió para someterse a un proceso abreviado.
El 6 de marzo, un juez del Juzgado Cuarto de Instrucción Cautelar en lo Penal de la ciudad de El Alto, determinó una sentencia de cinco años de cárcel para Casanova, quien guardaba detención preventiva desde el 1 de junio de 2018.
La noticia no fue bien recibida por la comunidad de estudiantes de la UPEA y los familiares de la víctima, quienes exigieron la pena máxima de 30 años de cárcel.
“Ya es un año, hasta ahora no hay justicia. Cinco años le han dado, es muy poco. Por eso hemos presentado una apelación, pero siguen demorando. Perdimos 30 años, por eso hemos bajado hoy, un año ya se cumple y no hay justicia para mi hijo. Solo pido justicia para (que) ese policía que ha matado a mi hijo (responda)”, demandó Rosendo Quispe, padre del universitario fallecido.
Una masiva columna de marchistas copó el centro de La Paz. Pasó por la avenida Montes y tomó la calle Potosí con dirección a la plaza Murillo y la Casa Grande del Pueblo, que tiene al momento un fuerte resguardo policial que les impidió continuar con su propósito.
Luego se trasladaron hasta el Prado, donde instalaron un mitin y quemaron llantas. La movilización cortó el tráfico vehicular y prevé concluir con una concentración en la plaza San Francisco.
