7 de mayo negro: 33 años de la final de Sevilla ante el Steaua
El Barça tuvo otra noche negra el mismo día que se cumplía la efeméride del partido del Sánchez Pizjuán en el que intentaba ganar su primera Copa de Europa.
Juan Jiménez
As
El 7 de mayo duplicó su historia negra en el Barça. Hasta ahora, estaba marcado como la efeméride de la final de Sevilla ante el Steaua en 1986. Entonces, una caravana de trenes, coches y autobuses se desplazaron a la capital hispalense casi para recoger la copa después de una noche mágica contra el Goteborg. Pero pasó lo inexplicable. Después de que pasasen poquísimas cosas en el partido, más allá de aquella sustitución de Schuster que ya pasó a la historia, el partido se fue a la prórroga hasta que apareció Ducadam y el Steaua se llevó la Copa de Europa en los penaltis.
Nada más terminar el partido de Liverpool fue casi inevitable no echar la vista atrás y recordar cómo 33 años después el Barça perdió de manera incomprensible la final de Sevilla. Casi en un calco de lo que sucedió en Roma, el Barça no pudo sujetar ninguno de los inicios de ambas partes del Liverpool, que esta vez, al contrario que en la ida, aprovechó sus oportunidades como no había hecho en el Camp Nou. El 4-0 final, un palo durísimo al Barça actual y a la historia del club, ya está en la historia como otro 7 de mayo negro para el Barça.
Juan Jiménez
As
El 7 de mayo duplicó su historia negra en el Barça. Hasta ahora, estaba marcado como la efeméride de la final de Sevilla ante el Steaua en 1986. Entonces, una caravana de trenes, coches y autobuses se desplazaron a la capital hispalense casi para recoger la copa después de una noche mágica contra el Goteborg. Pero pasó lo inexplicable. Después de que pasasen poquísimas cosas en el partido, más allá de aquella sustitución de Schuster que ya pasó a la historia, el partido se fue a la prórroga hasta que apareció Ducadam y el Steaua se llevó la Copa de Europa en los penaltis.
Nada más terminar el partido de Liverpool fue casi inevitable no echar la vista atrás y recordar cómo 33 años después el Barça perdió de manera incomprensible la final de Sevilla. Casi en un calco de lo que sucedió en Roma, el Barça no pudo sujetar ninguno de los inicios de ambas partes del Liverpool, que esta vez, al contrario que en la ida, aprovechó sus oportunidades como no había hecho en el Camp Nou. El 4-0 final, un palo durísimo al Barça actual y a la historia del club, ya está en la historia como otro 7 de mayo negro para el Barça.