Zidane sentó a Bale en su primera etapa de alta montaña

El galés ya perdió el sitio en la primera etapa del francés y se quedó fuera del once para Mestalla. También acabó siendo suplente para Solari.

Manu de Juan
As
El Real Madrid salió en Mestalla con un ataque formado por Lucas Vázquez, Benzema y Asensio; llamó la atención la ausencia en el equipo titular blanco de Bale, que sí había sido titular en los dos partidos previos desde el regreso de Zidane, ante Celta y Huesca, pero que en el primer envite serio, en la primera etapa de alta montaña, cedió el puesto ante el balear y el gallego, que acaba de salir de una lesión. Tampoco alineó Zidane a Isco, que también había jugado los dos partidos previos (marcando un gol en cada uno), desplazado por Casemiro, Modric y Kroos en la medular. Zidane es fiel al 4-3-3 que tantas alegrías le dio en el pasado y ante un Valencia lanzado, Bale no le cabe en el once.


El galés ya perdió el sitio en el equipo titular en la anterior etapa de Zidane en el Real Madrid: no jugó de inició en ninguna de las dos finales de Champions ante Juventus y Liverpool (aunque en la segunda salió para resolver con un doblete) y Zizou incluso llegó a cambiar el sistema, pasando a un 4-4-2 con mediocampo en rombo para darle entrada a Isco, con Benzema y Cristiano arriba. Dos suplencias, sobre todo la segunda, que hirieron fuertemente al británico, que llegó a insinuar que pensaba salir del Madrid. Pero la marcha de Zidane el verano pasado y la venta de Cristiano cambiaron el panorama para él. De suplente, pasaba a figura del equipo.

Una condición, la de jugador franquicia, que entre lesiones y su bajo rendimiento no ha sabido aprovechar. Bale sólo lleva marcados 14 goles este curso, muy lejos de los registros que Cristiano solía tener en el Madrid a estas alturas. Y ese bajo rendimiento no pasó desapercibido para Solari, que en su última etapa prescindió del galés en los grandes partidos: no fue titular ni en la vuelta de octavos de Champions ante el Ajax, ni en los dos partidos de semifinales de Copa ante el Barcelona. El Bernabéu también acabó harto del británico y le despidió con fuertes silbidos, sobre todo el día del 0-1 del Barcelona en el Bernabéu en LaLiga.

Una vez más, un giro del destino en el banquillo blanco jugó en favor del de Cardiff: el cese de Solari y la vuelta de Zidane abrieron un universo nuevo para Bale, al menos hasta el final de este curso. La perspectiva del club es clara: sacarle al mercado este verano para hacer caja con él, aprovechando que todavía tiene un cartel importante en Inglaterra, e ingresar una buena suma con la que financiar la remodelación de la plantilla que pretende Zidane.

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