Odriozola se rompió la clavícula: luces y sombras en su primer año en el Madrid
El lateral no volverá a jugar esta temporada por su lesión en la clavícula. Ha alternado actuaciones brillantes con carencias defensivas. Suma un gol y nueve asistencias.
Jonás Pérez
As
"Fichar por el Madrid es como ir a Disney de pequeño". Así se presentó Álvaro Odriozola en el Santiago Bernabéu el pasado 18 de julio. Trece días antes, el Real Madrid anunciaba oficialmente su fichaje, concediendo uno de los sueños de la infancia del canterano de la Real Sociedad. Sin embargo, la realidad no es Disney, aunque al lateral le gustara. Para proyectar la película, antes hay que superar problemas con el guion, fallos técnicos, contratiempos inesperados... La vida, como el cine, presenta dificultades a solventar para un día llegar a lo más alto.
Así ha sido el primer año de Odriozola en la capital. De luces y de sombras. De lesiones y oportunidades. De ser un vendaval ofensivo a enseñar sus carencias defensivas. De gozar de confianza a quedarse fuera de la lista... De todos modos, ha pasado el examen con nota. En 22 partidos, ha marcado un gol y ha dado nueve asistencias. Claro, que la sombra de Carvajal es alargada...
No todo empezó como estaba previsto. En la pretemporada deslumbró con su actitud y recorrido por banda derecha, tal y como había demostrado en Anoeta. Parecía preparado para la élite, pero una lesión en el aductor frenó su debut. Se perdió la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid y no pudo debutar en partido oficial hasta el 22 de septiembre. No estuvo en cuatro partidos de Liga ni tampoco en el estreno en Champions. Sin embargo, su hambre voraz relució en el Bernabéu frente al Espanyol.
"Al Bernabéu le gustó Odriozola, un lateral de repetición que carga de kilómetros y de alegría a su banda aunque aún es mejorable su temple en el centro. Esa dedicación le da al Madrid peso en los partidos", definía Luis Nieto en la crónica del partido. Pero las lesiones se volvieron a cruzar en el camino: unas molestias en la previa ante el Sevilla le dejaron fuera de la lista. También en la del derbi. A su vuelta, volvió a dejar huella. Fue titular en cinco de seis partidos ligueros, por problemas físicos de Dani Carvajal.
Entre medias de esa racha de titularidades, el Madrid despidió a Julen Lopetegui. Estuvo 14 partidos al mando y solo contó en cuatro con Odriozola. Diferente con Solari, con el que jugó 14 partidos de 32 posibles, marcando un gol, repartiendo nueve asistencias y haciendo ancha la banda derecha. Con el argentino, sin embargo, un error le pasó factura. En la sonada goleada del Eibar, el lateral cometió un fallo grotesco en el segundo gol y, además, cayó lesionado en la misma acción.
Después de aquello, jugó tres partidos de los siguientes 13 de Liga. Su rol cambió: en la Copa de los jóvenes era capital. En la ida de dieciseisavos en Melilla dejó una de sus mejores actuaciones de blanco: anotó un gol y dio dos asistencias en la victoria 0-4. También jugó la vuelta y la eliminatoria completa ante el Leganés (en la ida dio dos pases de gol). Se despediría del torneo del KO en el Bernabéu frente al Girona, donde, de nuevo, regaló un tanto a Lucas Vázquez.
Ahora, Odriozola volaba en busca de impregnar al Bernabéu con su fútbol. La situación del equipo no es fácil, pero el lateral no ofrece dudas en el esfuerzo. De Valladolid a Eibar, de la jornada 27 a la 31, ha disputado todos los minutos aprovechando la lesión muscular de Dani Carvajal. Esperaba con ansias el final de año, pero la clavícula se lo impedirá. Producida por Disney, "Odriozola: luces y sombras" ha sido la primera película de la saga. En agosto, siguiente estreno.
As
"Fichar por el Madrid es como ir a Disney de pequeño". Así se presentó Álvaro Odriozola en el Santiago Bernabéu el pasado 18 de julio. Trece días antes, el Real Madrid anunciaba oficialmente su fichaje, concediendo uno de los sueños de la infancia del canterano de la Real Sociedad. Sin embargo, la realidad no es Disney, aunque al lateral le gustara. Para proyectar la película, antes hay que superar problemas con el guion, fallos técnicos, contratiempos inesperados... La vida, como el cine, presenta dificultades a solventar para un día llegar a lo más alto.
Así ha sido el primer año de Odriozola en la capital. De luces y de sombras. De lesiones y oportunidades. De ser un vendaval ofensivo a enseñar sus carencias defensivas. De gozar de confianza a quedarse fuera de la lista... De todos modos, ha pasado el examen con nota. En 22 partidos, ha marcado un gol y ha dado nueve asistencias. Claro, que la sombra de Carvajal es alargada...
No todo empezó como estaba previsto. En la pretemporada deslumbró con su actitud y recorrido por banda derecha, tal y como había demostrado en Anoeta. Parecía preparado para la élite, pero una lesión en el aductor frenó su debut. Se perdió la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid y no pudo debutar en partido oficial hasta el 22 de septiembre. No estuvo en cuatro partidos de Liga ni tampoco en el estreno en Champions. Sin embargo, su hambre voraz relució en el Bernabéu frente al Espanyol.
"Al Bernabéu le gustó Odriozola, un lateral de repetición que carga de kilómetros y de alegría a su banda aunque aún es mejorable su temple en el centro. Esa dedicación le da al Madrid peso en los partidos", definía Luis Nieto en la crónica del partido. Pero las lesiones se volvieron a cruzar en el camino: unas molestias en la previa ante el Sevilla le dejaron fuera de la lista. También en la del derbi. A su vuelta, volvió a dejar huella. Fue titular en cinco de seis partidos ligueros, por problemas físicos de Dani Carvajal.
Entre medias de esa racha de titularidades, el Madrid despidió a Julen Lopetegui. Estuvo 14 partidos al mando y solo contó en cuatro con Odriozola. Diferente con Solari, con el que jugó 14 partidos de 32 posibles, marcando un gol, repartiendo nueve asistencias y haciendo ancha la banda derecha. Con el argentino, sin embargo, un error le pasó factura. En la sonada goleada del Eibar, el lateral cometió un fallo grotesco en el segundo gol y, además, cayó lesionado en la misma acción.
Después de aquello, jugó tres partidos de los siguientes 13 de Liga. Su rol cambió: en la Copa de los jóvenes era capital. En la ida de dieciseisavos en Melilla dejó una de sus mejores actuaciones de blanco: anotó un gol y dio dos asistencias en la victoria 0-4. También jugó la vuelta y la eliminatoria completa ante el Leganés (en la ida dio dos pases de gol). Se despediría del torneo del KO en el Bernabéu frente al Girona, donde, de nuevo, regaló un tanto a Lucas Vázquez.
Ahora, Odriozola volaba en busca de impregnar al Bernabéu con su fútbol. La situación del equipo no es fácil, pero el lateral no ofrece dudas en el esfuerzo. De Valladolid a Eibar, de la jornada 27 a la 31, ha disputado todos los minutos aprovechando la lesión muscular de Dani Carvajal. Esperaba con ansias el final de año, pero la clavícula se lo impedirá. Producida por Disney, "Odriozola: luces y sombras" ha sido la primera película de la saga. En agosto, siguiente estreno.
