Leclerc vuela con el Ferrari y el McLaren de Sainz se destaca
Los de Maranello dominaron el viernes en Bakú con Vettel a tres décimas del líder y Hamilton, a 0.7. El madrileño fue séptimo, pero muy cerca de Bottas.
Jesús Balseiro
As
Ferrari puede pasar de la comedia a la tragedia en cualquier instante, conviene tenerlo en cuenta. Pero por lo visto en el viernes de Azerbaiyán, las cosas vuelven a funcionar en Maranello y el coche de Bakú es el bueno, el de Bahréin. Y no el mediocre, el de Australia y, en menor medida, China. Da fe de ello Charles Leclerc, que como buen monegasco se crece en los circuitos urbanos y se apuntó la vuelta rápida con el SF90. Vettel le superó por momentos después de que Charles le cogiese algún rebufo, pero con el último intento del joven talento de 21 años la ventaja ascendió a más de tres décimas, las que consiguió casi exclusivamente en el primer sector.
El panorama se tiñe de rojo porque los Mercedes terminaron a siete décimas del líder, con buenas sensaciones de Vettel más allá de un recto en la curva tres por el que pasaron casi todos los favoritos, día de imprecisiones en el asfalto de este complicado circuito, rodeado de muros. De imprecisiones pueden hablar Stroll y Kvyat, protagonistas de dos banderas rojas por exceso de optimismo al saludar a los guardarraíles que limitaron aún más el rodaje de los equipos después del esperpento de la alcantarilla, por la mañana.
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En cuanto a la clase media, precisamente fue el ruso de Toro Rosso quien dio la sorpresa con un STR14 que destaca más en esta pista y en su eterna recta de 2,2 kilómetros. El nuevo motor Honda gana enteros en esta zona de la parrilla cuando sólo hay que pisar a fondo. Albon también sobresalió hasta el punto de ser más rápido que Gasly (Verstappen fue cuarto con el otro Red Bull, mejor que Bottas) y el McLaren se confirma como alternativa a los italianos con un buen tiempo de Carlos Sainz, séptimo tras el accidentado Kvyat y con Norris décimo, buscando esa disputada Q3 y quién sabe qué más en esta pista impredecible.
Por detrás, a seis décimas del segundo McLaren, terminaron los Haas, los Alfa Romeo, los Racing Point y los Renault, cuatro coches que fácilmente encuentran décimas en clasificación, así que la Q1 y la Q2 serán decisivas cuando sólo se puede descartar de antemano a Williams, con Russell sin comparecer tras el accidente. Máxima igualdad, por tanto, que no debería existir delante según las tablas de tiempos con un Ferrari aparentemente dominante. Aunque tratándose de la Scuderia, la comedia aún puede convertirse en tragedia sin avisar. Y eso sin hablar de órdenes de equipo...
Jesús Balseiro
As
Ferrari puede pasar de la comedia a la tragedia en cualquier instante, conviene tenerlo en cuenta. Pero por lo visto en el viernes de Azerbaiyán, las cosas vuelven a funcionar en Maranello y el coche de Bakú es el bueno, el de Bahréin. Y no el mediocre, el de Australia y, en menor medida, China. Da fe de ello Charles Leclerc, que como buen monegasco se crece en los circuitos urbanos y se apuntó la vuelta rápida con el SF90. Vettel le superó por momentos después de que Charles le cogiese algún rebufo, pero con el último intento del joven talento de 21 años la ventaja ascendió a más de tres décimas, las que consiguió casi exclusivamente en el primer sector.
El panorama se tiñe de rojo porque los Mercedes terminaron a siete décimas del líder, con buenas sensaciones de Vettel más allá de un recto en la curva tres por el que pasaron casi todos los favoritos, día de imprecisiones en el asfalto de este complicado circuito, rodeado de muros. De imprecisiones pueden hablar Stroll y Kvyat, protagonistas de dos banderas rojas por exceso de optimismo al saludar a los guardarraíles que limitaron aún más el rodaje de los equipos después del esperpento de la alcantarilla, por la mañana.
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En cuanto a la clase media, precisamente fue el ruso de Toro Rosso quien dio la sorpresa con un STR14 que destaca más en esta pista y en su eterna recta de 2,2 kilómetros. El nuevo motor Honda gana enteros en esta zona de la parrilla cuando sólo hay que pisar a fondo. Albon también sobresalió hasta el punto de ser más rápido que Gasly (Verstappen fue cuarto con el otro Red Bull, mejor que Bottas) y el McLaren se confirma como alternativa a los italianos con un buen tiempo de Carlos Sainz, séptimo tras el accidentado Kvyat y con Norris décimo, buscando esa disputada Q3 y quién sabe qué más en esta pista impredecible.
Por detrás, a seis décimas del segundo McLaren, terminaron los Haas, los Alfa Romeo, los Racing Point y los Renault, cuatro coches que fácilmente encuentran décimas en clasificación, así que la Q1 y la Q2 serán decisivas cuando sólo se puede descartar de antemano a Williams, con Russell sin comparecer tras el accidente. Máxima igualdad, por tanto, que no debería existir delante según las tablas de tiempos con un Ferrari aparentemente dominante. Aunque tratándose de la Scuderia, la comedia aún puede convertirse en tragedia sin avisar. Y eso sin hablar de órdenes de equipo...